SB XLIV: Who Dat?

1918

 

Pero Sean Payton, uno de los head coaches más imaginativos de la liga, y también uno de los más lanzados, sabía que tenía que quitar el balón de las manos del #18. Una jugada será la firma de esta Super Bowl. Define perfectamente el carácter del técnico y fue además una de las claves del partido. Por supuesto fue el abrir el 3º cuarto con un onside kick, el 1º antes del 4º cuarto en la historia del partido con números romanos.

 

La jugada salvó la Super Bowl y sentó el tono de su equipo en la media hora final. Al final, el corazón se impuso a la razón. El corazón de Payton representa fielmente el corazón de una de las ciudades más peculiares de los Estados Unidos, gracias a su sabor francés-criollo. Devastada por el huracán Katrina hace cuatro años, y aún en proceso de reconstrucción, este triunfo es un premio para la ciudad, que estuvo a punto de perder a “sus Saints”. Una historia de las que gustan tanto en U.S.A., que adoptó a los Saints como el nuevo “Equipo de America”.

 

La pasional afición del equipo, entre la que tuve la suerte de mezclarme en el partido que los Saints disputaron en Londres la pasada temporada, es digna merecedora de un Lombardi Trophy. Su grito de guerra, “Who Dat’” [una deformación de “who is that?”, de origen decimonónico, y que resume el “Who dat say dey gonna beat dem Saints?”, ¿quién es el que dice que van a ganar a los Saits?] seguirá resonando por Bourbon Street y todo el Frech Quarter. Y la celebración seguro que continúa hasta el inminente “Mardi Grass” del Carnaval de Nueva Orleans.

 

Como siempre, el partido tuvo cuatro actos (aún no hemos disfrutado de una prórroga en las 44 ediciones de la Super Bowl, aunque en este caso pudo estar cerca). Voy a desarrollarlos a continuación.

 

1º ACTO: EL RODILLO

Como he resumido en la introducción, los Colts arrancaron como la máquina que nos tiene acostumbrados a ganar un partido tras otro, con una defensa que permite hacer yardas pero no anotar mucho y un ataque en el que Manning disecciona la defensa a la perfección, mandando el balón siempre al jugador oportuno en el momento preciso.

 

Se hablaba del duelo entre Manning y Darren Sharper como uno de los más interesantes de partido, pero lo cierto es que el FS no olió una en todo el partido. Manning, a base de pases cortos, supo encontrar a Dallas Clark (7 recepciones, 86 yardas) y a Pierre Garçon (5 recepciones, 66 yardas, TD), principalmente, lejos del alcance de Sharper. Manning supo además ajustar las jugadas a la defensa con 5 DB de los Saints, optando por el juego de carrera entre tackles, con un entonado Joseph Addai que sumó 77 yardas en 13 acarreos además de sumar otras 58 en 7 recepciones. Los Colts cuando necesitan correr, saben correr. El MVP de la temporada regular llegó a igualar el récord de la Super Bowl con un drive de 96 yardas, que databa de la vigésima edición.

 

En defensa los Colts también estaban entonados y frenaron los dos primeros drives de los Saints sin demasiados problemas, gracias también a un clamoroso drop de Michael Colston. Apenas les permitieron 32 yardas totales y tres minutos y medio de posesión a los Saints.

 

Los 10 puntos que subieron los Colts al marcador (FG de 38 yardas y TD de Garçon) daban la máxima ventaja que un equipo había remontado en una Super Bowl. El partido pintaba “herraduras”.

 

2º ACTO: EL BALÓN CAMBIA DE MANOS

El partido en el 2º cuarto pudo seguir los mismos derroteros del 1º. Los Colts protagonizaron un par de highlights defensivos de mérito, con un sack del “cojo” Dwight Freeney en 3º down que obligó a los Saints a chutar un FG y de un magnífico goaline stand en el siguiente drive. Pero fue un espejismo. La defensa de Larry Coyer se disolvió en cuanto Payton cambió el gameplan. Viendo que no funcionaba la carrera, Brees se dedicó a pasar el balón en corto, con los receptores de cara, al lateral o en screens, y desde el 1º cuarto ya no volvieron a chutar un punt en todo el partido. Salvo en la situación de goaline en la que se jugaron el 4º down, los Saints anotaron en todos los drives de los tres últimos cuartos. Eso es demoledor.

 

A los Colts les hizo daño un clamoroso drop de Garçon, que cortó el ritmo machacón de Manning con el que podían haber llegado al descanso y dio el balón y “alas” a los Saints, que controlaron el balón 13 minutos del 2º cuarto. Manning sólo tuvo otro balón antes del descanso, dentro del two minutes warning y en su propia yarda 1. Aquí el rookie Jim Caldwell peco de conservador y los Colts no sólo no buscaron anotar sino que además devolvieron el balón para que Garrett Hartley pudiera conectar su 2º FG antes del descanso.

 

Mención especial merece la actuación del joven kicker de los Saints, que en unos playoffs marcados por los fallos de sus colegas, mantuvo a los suyos en el partido anotando los tres FG que chutó, de 44, 46 y 47 yardas, convirtiéndose en el 1º en conectar 3 FG de más de 40 yardas en una Super Bowl. Es un jugador que apenas había chutado 26 FG como profesional hasta la fecha, el más largo de 47 yardas.

 

3º ACTO: THE SAINTS ARE COMING

La jugada que rompió el equilibrio del partido fue el onside kick del inicio del 3º cuarto. Los Colts son uno de los equipos que mejor se ajustan en el descanso (aunque esta vez Payton ajustó su equipo mucho mejor). En la Super Bowl, el descanso es más largo y el 1º drive del 3º cuarto suele ser tradicionalmente de alta probabilidad anotadora. Estoy seguro de que Manning tenía un buen plan para retomar el control del partido y poner tierra de por medio con sus rivales.

Es por eso que la arriesgada jugada de Payton fue tan importante. Pocos head coaches tienen la gallardía, por decirlo finamente, de mandar esa jugada, y nadie se había atrevido a hacerlo antes en una Super Bowl. La jugada es arriesgada, por supuesto, pero es muy rentable, y si no se practica más es porque los head coaches temen quedar como tontos si fallan. En los últimos 10 años el éxito en los onside kicks sorpresa viene a ser del 60%. Si lo recuperas es lograr un takeaway. Si no, sólo pierdes unas 30 yardas. A Manning tampoco le había costado mucho lograrlas.

 

Al final la suerte sonríe a quien la busca. Era el 1º onside kick que chutaba en su vida el punter rookie Thomas Morstead, y aunque estuvieron a punto de perderlo (Hank Baskett estuvo realmente torpe en un balón que puede que no llegara a atravesar nunca la línea de la yarda 40), los Saints se hicieron con el balón, y se pusieron por delante, por primera vez en el partido, gracias a un screen de 16 yardas de Pierre Thomas.

 

Manning y Addai respondieron en el siguiente drive, con un TD de carrera de este último, pero el partido iba tomando un color negro y dorado, aunque los Saints vistieran de blanco, como visitantes, como últimos 5 ganadores del Lombardi Trophy.

 

Los Saints estaban imparables. Brees sólo falló 3 pases en los tres últimos cuartos, y terminó con 32 pases completados (igualando el récord de la SB) de 39, para 288 yardas y 2 TD, con un QB rating de 114,5. La actuación de todo un MVP. Colston (7 recepciones, 83 yardas) y Devery Henderson (7, 63), además del propio Thomas (6, 55), fueron sus objetivos más buscados.

 

El gesto empezaba a torcerse en la banda de los Colts, viendo cómo su pass rush era inexistente y su secundaria era vulnerable al “dink and dunk” de Brees. Estaba claro que no podrían permitirse un error en ataque, porque en defensa no firmaron una jugada de mérito en toda la 2ª mitad. Y los errores aparecieron en el 4º cuarto, lo que significó la puntilla para los de la herradura.

 

4º ACTO: WHEN THE SAINTS COME MARCHING IN

Los Colts, un punto arriba aún en el marcador perdieron la iniciativa en el 1º drive del último cuarto. Reggie Wayne (5 recepciones, 46 yardas) apareció, pero estuvo lejos de lo que se esperaba de él, y un par de malas jugadas para Austin Collie (6 recepciones, 66 yardas) frustraron el drive. Para rematarlo, Caldwell optó por jugarse un FG de 51 yardas con Matt Stover (que se convirtió, con 42 años, en el jugador más viejo en jugar una Super Bowl), cuya falta de pierna era notoria, y que no había convertido un FG por encima de las 50 yardas desde 2006.

 

Era lo que necesitaban los Saints para retomar el mando en el marcador. Era el momento de la verdad y Brees jugó su mejor football, completando los 7 pases que lanzó, a 7 receptores distintos, incluyendo el de TD a Jeremy Shockey, y completando la conversión de 2 a un octavo, en una recepción agónica de Lance Moore que fue revisada, después de haber sido dada como pase incompleto en el campo.

 

El partido se puso cuesta abajo para los Saints. Manning tenía el balón para forzar un empate, pero probablemente quedaría tiempo para un último drive para Brees. Pero, al contrario de las dos pasadas ediciones, no hubo emoción hasta el final. Un desencuentro con Wayne propició el peor error posible de Manning, que fue interceptado por el joven Tracy Porter, el mismo que interceptó a Brett Favre en la Final de la NFC. Su retorno de 74 yardas para TD selló la victoria de los de Louisiana. No había tiempo para más. Sólo para un último drive frustrado para los Colts. Manning, como los últimos 5 MVP que disputaban la Super Bowl, vio cómo otros levantaban el trofeo.

 

EPILOGO

La Super Bowl XLIV pasará a la historia por ser la 1ª de un equipo tan pasional como los Saints, o por la gran efectividad de Brees, pero queda muy lejos de las dos últimas ediciones.

 

Es curioso cómo dos equipos con ataques tan prolíficos, frente a unas actuaciones defensivas tan mediocres (la defensa de los Colts brilló por su ausencia desde el goaline stand, y la de Gregg Williams, aunque estuvo mejor en la 2ª mitad, tampoco apretó demasiado a Manning, optando por sobrecargar la secundaria, sólo le salvo el postrero pick off), pudieron generar un espectáculo tan poco emocionante.

 

Hubo mucho de 8 yardas, cómodo, pero pocas jugadas espectaculares. Ni pases largos, ni carreras espectaculares, ni grandes retornos, ni espectaculares jugadas defensivas salvo la intercepción y el sack de Freeney. Faltó pasión. Faltaron hasta penalizaciones. El partido fue de guante blanco para el equipo arbitral, que estuvo perfecto.

 

Los Saints son justos ganadores. Jugaron mejor a ambos lados del balón en los últimos 3 cuartos y el planteamiento del partido de Payton de dio mil vueltas a la previsibilidad y timidez de Caldwell. Ya no son los Aints que contaban con sólo dos victorias en postemporada en 42 años de franquicia.

 

Pero la Super Bowl la ganaron los Saints tanto como la perdieron los Colts. Sus 4 errores principales (drop de Garçon, conformismo en el final del 2º cuarto, FG de 51 yardas y pick) pueden no ser muchos para un partido contra una defensa tan oportunista como la de los Saints, pero son demasiados cuando tu defensa no va a frenar al rival en los últimos tres cuartos de hora. Sólo con el FG fallado por Stover el partido ya estaba en manos de los Saints.

 

El partido traerá resaca para los Colts. Son 7 temporadas consecutivas con más de 12 victorias, pero sólo un anillo. Manning domina el juego, pero sólo va 9-9 en postemporada. Los Saints, seguro que ni ganan su loca división la temporada que viene, pero eso será otra historia, ahora toca celebrarlo, y de eso, en Nueva Orleans, saben mucho.

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