Osos y Pioners se presentaron a esta final tras deshacerse respectivamente de Valencia Firebats y Las Rozas Black Demons en las semifinales y ambos conjuntos volvían a verse las caras en una final, como ya ocurrió en la pasada LNFA.
Los locales, dirigidos desde la banda por Sebas Serrano y Kike Fernández, comenzaron muy fuertes en los compases iniciales del encuentro y en su primera posesión ya consiguieron adelantarse mediante un touchdown conseguido por el joven Álvaro Guitián, tras lanzamiento del quarterback ripense Rubén Caja. El propio receptor anotaba el punto extra.
Pioners no se sintió cómodo en las primeras jugadas del duelo y su ataque era parado por la defensa madrileña, recuperando el balón para que su ofensiva anotara tres puntos más en el siguiente ataque, con un field goal de Guitián que significaba el 10-0 tras los minutos iniciales. Con este resultado se llegó al segundo cuarto donde en sus primeros instantes llegaría quizás la jugada clave del encuentro. Con Osos a menos de cinco yardas de anotar un nuevo touchdown, tras una gran recepción de Gonzalo Fernández, Caja sufría la primera de las cuatro intercepciones conseguidas por la defensa de Pioners, concretamente era Francis Barranquero, quizás el mejor cornerback del país, quién interceptaba dentro de la zona de anotación el pase de Caja.
Con esta acción no solo evitaba el 16-0 para Osos, sino que servía como gran inyección de moral para unos dormidos Pioners, que en la siguiente posesión comenzaban a mover cadenas y finalmente anotaban mediante un lanzamiento de 5 yardas de Ramón Figueroa sobre Adrià Botella, quién recortaba distancias en el marcador situando el 10-6. El extra point era bloqueado por la defensa local.
A partir de ese momento el ataque de Osos se vio menos fluido y el juego terrestre de Kevin Gramage era bien parado por los jugadores de Teo Polanco, obligando a devolver el balón a los visitantes. El siguiente ataque ribereño terminaba con un intento de field goal de 35 yardas fallado de por parte de Víctor Martín. A continuación, otra intercepción de Barranquero sobre Caja daba la última posesión de la primera mitad a Pioners, que tuvo una gran oportunidad para darle la vuelta al marcador pero el touchdown conseguido en la última jugada antes del descanso era anulado por una falta ofensiva, llegándose a la media parte con el 10-6 a favor de Osos.
La segunda mitad comenzó con tres patadas de despeje consecutivas, dos para Pioners y una para Osos, dando muestra de la tensión y nerviosismo en ambas bandas. El quarterback madrileño sufrió la tercera intercepción del encuentro y nuevamente ese turnover era aprovechado por Adrià Botella para anotar su segundo touchdown de la tarde, tras recibir un lanzamiento de 28 yardas de Figueroa, dando la vuelta al luminoso. El 10-13 lo situaba Víctor Martín al transformar el chut adicional.
Los fallos en la cobertura de pase de la secundaria madrileña estaban condenando a su equipo, que tampoco se veían cómodos en un ataque que sólo dejaba ver la calidad de Gramage a cuentagotas. Todavía dentro del tercer cuarto los de L’Hospitalet anotarían un nuevo touchdown con otro genial lanzamiento de Figueroa, en esta ocasión de 35 yardas y sobre Martín que significaba el 10-19. El propio Martín sumaba un punto más con el extra point y de esta manera se llegaba al último parcial. Osos sacó el orgullo herido e intentó de todas las maneras remontar el vuelo y Juan Garrido con dos grandes recepciones, junto a Gramage con dos carreras de más de diez yardas cada una, situaron de nuevo a los ripenses cerca de la zona de anotación cuando llegó la cuarta intercepción de Pioners, aunque en esta ocasión el joven Caja estuvo exento de culpa ya que el balón lanzado dentro de la zona de anotación salió rebotado, terminando en manos del rival.
A pesar de que todavía quedaban más de cinco minutos para la finalización del partido, esta nueva pérdida de balón fue un golpe mortal para los locales que ya no remontaron el vuelo, viendo como Pioners agotaba los últimos minutos y conseguía su cuarto título de Copa consecutivo, octavo en su historia siendo, de largo, el equipo más laureado de la competición.
El quarterback Ramón Figueroa (foto), con sus 42 años, demostró su enorme calidad y su gran coraje, llevándole a conseguir el trofeo de MVP de la final, entregado por parte de Raúl Rivera, Head Coach de los Pumas de la Universidad Autónoma de México y por Enrique García de Castro, presidente de la Federación Española de Fútbol Americano.
– FEFA (C.Llitjos)