Simplemente; Bienvenidos a la pesadilla del sistema BCS.
Años atrás, ya hemos asistido a momentos realmente polémicos, como en el 2003, donde tres equipos (USC, LSU y Oklahoma) acabaron con una única derrota la temporada regular, ranqueados en lo más alto del AP Poll en ese mismo orden, sin embargo, por primera vez en toda la historia del BCS Championship Series, el campeón del propio BCS Championship Game, LSU sobre Oklahoma en la Sugar Bowl, no fue número uno con absoluta unanimidad en el definitivo Coaches Poll (60 votos a 3), mientras que la espectacular USC de Matt Leinart que venció a Michigan en la Rose Bowl, se mantuvo número uno absoluto en el AP Poll siendo nombrada campeona nacional por esta asociación. El HC Lou Holtz de South Carolina, Mike Bellotti de Oregon y Ron Turner de Illinois violaron sus obligaciones contractuales y votaron por USC como el mejor equipo de toda la nación, mientras que el resto, sumisos contractualmente a la organización, fueron obligados a dirigir su voto al ganador del BCS Championship Game, los Tigers de LSU.
Otro ejemplo fue el del 2004, donde aquellos maravillosos Auburn Tigers de la dupla terrestre Ronnie Brown y Carnell “Cadillac” Williams, imbatidos en la conferencia más competitiva de toda la nación, la Southeastern Conference (comúnmente SEC), vieron como se esfumaba su oportunidad de luchar por el BCS Championship Game, a favor de Oklahoma, que simplemente se encontraba un puesto por encima de ese número 3 absoluto de los Tigers. Finalmente, los Trojans de Matt Leinart aplastarían 55-19 a los Sooners, comenzando con una de las polémicas que anteriormente apuntaba, el famoso “strenght of schedule” , es decir, la propia dureza del calendario.
La pasada temporada (2006), tampoco escapamos de esta anual polémica. Boise State, invicta pero encuadrada en una conferencia sumamente débil, se veía fuera del derecho a luchar por el BCS Championship Game, a pesar de que, más tarde, demostraría su máxima competitividad venciendo nada menos que a Oklahoma en la Fiesta Bowl en un partido memorable. Además, por otra parte, sí no llega a ser por aquella dolorosa derrota de USC frente a UCLA en Pasadena en la última jornada, Florida (con una sola derrota frente Auburn), que al final aplastaría a Ohio State en el BCS Championship Game coronándose campeona nacional, habría visto también anulada su derecho a una legítima posibilidad.
Nunca, desde la interrupción del sistema BCS en 1998, el número 1 y 2 del pre-ranking antes de comenzar la temporada, se encontraban ya con una derrota en su casillero recién liberado el BCS Standings. LSU (sí, han leído bien) y California suman un total de siete equipos de aquel antiguo Top10 que ya conocen el sabor de la derrota esta temporada. Sorprenderá la derrota en tres prórrogas de los “Bayou Bengals” , sobre todo teniendo en cuenta que a este mismo equipo le endosó un aplastante 49-0 la pasada temporada en Death Valley, pero Rich Brooks ha lavado completamente la cara del programa, demostrado que, a día de hoy, pertenecen a la élite de la SEC y de la nación.
Ahora mismo, Ohio State, bajo “rebuilding mode” , es número 1 absoluto sin ganar a “nadie”, y tienen el camino completamente abierto a New Orleans pasando toda su temporada por Ann Arbor, lugar donde Appalachian State u Oregon, previamente, humillaron a los “Blues” este año. Mientras que el número 2 y 3 respectivamente, South Florida y Boston College, forman parte de las conferencias más débiles de toda la nación con calendarios extremadamente sencillos, pero tienen ante sí una histórica y legitima oportunidad de luchar por el campeonato nacional.
Con todo esto, podemos llegar a la conclusión que este sistema prima fuertemente las victorias y por tanto, las posibilidades de alcanzar el BCS Championship Game serán mucho más altas en una conferencia BCS mediocre y con un máximo de uno o dos partidos “complicados” que, por ejemplo, en la conferencia SEC, donde semana tras semanas, sus integrantes se masacran mutuamente. Es bastante triste que en un campeonato tan legendario e importante como el College football, su principal título, en lugar de decidirse sobre el campo, se conciba gracias a un simple ordenador y a escritores deportivos.
Pero a falta de un sistema de playoffs ecuánime que no desvirtúe la lucha por el cetro nacional, sólo existe una fórmula absolutamente insalvable; “Just win baby” .
THE BLUEGRASS MIRACLE YA ES SUYO
Hace prácticamente 5 años, Devery Henderson conseguía un milagroso TD de recepción en un “fortuito” lanzamiento de 74 yardas del QB Marcus Randall en un “Hail Mary pass” con únicamente dos segundos sobre el reloj que daba una improbable e injusta victoria de LSU sobre los “underdogs” Kentucky en Lexington. Aquel momento fue definido en Baton Rouge como “The Bluegrass Miracle” , y muchos creyeron que pudo ser la última oportunidad real de los Wildcats de noquear a toda una “powerhouse” como LSU. Sin embargo, la imagen esta semana del QB Andre’ Woodson en el centro de la marea “Blue” hablando con absoluta tranquilidad frente a las cámaras de ESPN, recién finalizada la victoria más importante del programa desde la época de Paul “Bear” Bryant hace ya más de medio siglo, simplemente sugiere que este programa no es el mismo que fue maltratado con 7 TDs en Death Valley la pasada temporada; Esto es, sencillamente, la élite de la SEC.
Los Wildcats son el primer equipo en cuatro años en vencer al número uno absoluto de la nación en temporada regular. Sobre el papel, debería ser considerado un “upset” en toda regla, pero tras disfrutar del encuentro y del despliegue físico y técnico de los pupilos de Rich Brooks, alumno avanzado del propio “Coach” Bryant, sólo me queda afirmar que Kentucky ya no puede ser considerada más como una potencial sorpresa, sí no, como uno de los grandes contendientes de la división Este al título de la SEC, y por que no, al campeonato nacional.
Kentucky ganó el partido en las “trincheras”, desafiando físicamente al conjunto más potente de toda la nación. Una sorprendente “defensive line” con un continúo “bull rush” y penetración en el pocket, liderada por Jeremy Jarmon y Corey Peters, hizo la vida imposible al QB “Senior” Matt Flynn (17 de 35 para 130 yds, 1 TD y 1 INT), quien se vio golpeado continuamente sufriendo la incomodidad de una DL que vencía prácticamente en cada “snap” a una OL realmente solvente como la de los Tigers.
Desde el otro lado del balón, el QB contendiente al Heisman, Andre’ Woodson (21 de 38 para 250 yds, 3 TDs y 2 INTs), a pesar de no mostrar la precisión que acostumbra, sin embargo, con el RB Rafael Little en la banda por una contusión en un muslo y el “backup” Tony Dixon fuera, lideró la victoria de los Cats, gracias al espectacular trabajo y físico juego de una impresionante OL que secó totalmente el brutal “front-seven” de LSU, al no permitir ni un sólo sack sobre Woodson, algo sencillamente espectacular.
LSU, tal vez, perdió el “momentum”y la oportunidad definitiva de cerrar el partido al final del tercer cuarto, cuando con 10 puntos arriba, Matt Flynn fue incapaz de conectar en la endzone con el TE “Senior” Keith Zinder, teniendo que conformarse con un FG del PK Colt David. A partir de ese momento, Andre’ Woodson comenzaría la remontada con un rápido drive finalizado para TD gracias a la recepción en la endzone del WR Jacob Tamme. Tras sendos FGs convertidos por el PK de Kentucky, Lones Seiber y el fracaso de los Tigers en alcanzar la endzone en los minutos finales, a pesar de que el PK Colt David, a falta de dos segundos, a punto estuviese de “enchufar” uno desde 57 yardas (su “target” se encuentra en la yarda 45), el partido se iba inapelablemente a la prórroga. En ella, tras contestarse mutuamente, Woodson, en un “slant-and-go” amagó con un “pump-fake” el “slant” mientras el WR Steve Johnson (7 recepciones para 134 yardas y 1 TD), el héroe frente a Louisville, cortaba hacia fuera en la endzone desmarcándose completamente del CB Jonathan Zenon y recepcionando el balón evitando que golpease el suelo, aunque fallarían la conversión de dos puntos (obligatorio tras dos prórrogas). Sin embargo, LSU aún debía contestar. Tras tres intentos de carrera de un fundido Jacob Hester, los “Bayou Bengals” eran parados en 3th down, teniendo que jugarse su última oportunidad de ganar en 4th down y 2 yardas. De nuevo, Matt Flynn ejecutaba el “hand-off” sobre el RB Charles Scott que simplemente era parado a una yarda, mientras la sección de estudiantes de los Tigers se preguntaba, ¿Qué fue del valiente Les Miles? (Resultado: 37-43)
Mucho antes, Alabama, rival directo de LSU en la división oeste, con el nuevo “look” de su “Spread Happy-Pass Offense”, la cual comienza ya a obtener dividendos, liderada por el dúo aéreo entre el QB John Parker Wilson & el WR DJ Hall (11 recepciones para 140 yardas), sufría extremadamente para derrotar en Oxford a la siempre combativa Ole Miss del imparable RB BenJarvus Green-Ellis (20 carreras para 131 yardas). Todo se redujo a un último drive y jugada loca, donde el QB Seth Adams, en 4th down y 22 yardas desde el medio campo, lanzaba una desesperada “bomba”, que el WR Shay Hodge, a falta de tan sólo 7 segundos, conseguía recepcionar en la yarda 4 de ‘Bama. Con la afición Crimson Tide incrédula y Seth Adams dispuesto a ejecutar el “snap” y el consiguiente “spyke” para parar el reloj, el partido era interrumpido por un tiempo muerto de Alabama. Nick Saban solicitaba la revisión de la jugada. En un primer momento, pareció que solicitaría una teórica e improbable intercepción de Lionel Mitchell en la lucha por la recepción, sin embargo, Saban y su staff se habían percatado de un gran detalle. Hodge, había salido del campo para de nuevo, entrar y conseguir la recepción. Tras cinco largos minutos, se anunciaba el “illegal touching the ball” con el consiguiente “turnover on downs” , mientras la sección de estudiantes de los Rebels estallaba lanzando toda clase de objetos a esa endzone (hasta zapatos de tacón de aguja). (Resultado: 27-24)
SIN NOTICIAS DE D-MAC
El héroe frente a Florida, el PK “True Freshman” Wes Byrum, anotaría su tercer fieldgoal de la noche a falta de tan sólo 21 segundos para finalizar el partido, conectando 20 yardas para sobreponerse al esfuerzo final anotador de los Hogs. Byrum convertiría FGs de 22 y 38 yardas, sin embargo, no sería capaz de conectar con dos de 36 y 46, algo que daría vida a Arkansas, quienes en un drive de 6 jugadas y 71 yardas, finalizado con un TD de 13 yardas de recepción en la endzone por el TE Lucas Miller a tan sólo 1:36 para finalizar el encuentro, conseguirían dar la vuelta al resultado. Entonces, Auburn, rápidamente, elaboraría un drive de 50 yardas en 8 jugadas, gracias a la gran posición de campo en un retorno de kickoff de 22 yardas del RB Brad Lester y que fue corroborado con un lanzamiento completo del QB “Senior” Brandon Cox (13 de 23 para 101 yardas) sobre el WR “Junior” Robert Dunn para 30 yardas con varias carreras definitivas del RB Ben Tate. (Resultado: 9-7)
La defensa de los Tigers, a pesar de las bajas (como la del LB híbrido Quentin Groves, quien observaba el encuentro desde la banda), liderada por el agresivo LB “Sophomore” Tray Blackmon, fue capaz de anular completamente el espectacular dúo terrestre formado por los runningbacks Darren McFadden (17 carreras para 43 yardas) y Felix Jones (6 carreras para 42 yardas), gracias, principalmente, a su capacidad atlética para moverse lateralmente y a su poder de penetración. Que la carrera más larga de D-Mac fuese para 19 yardas en un “fake” de “hand-off” sobre “WildHog Formation” lo explica absolutamente todo. La gran noticia para Arkansas fue su agresiva y luchadora D que fue capaz de mantener en el partido a los Razorbacks, a pesar del fracaso absoluto de su ataque. Todo esto es muy bonito, pero no evita que el HC Houston Nutt se libere de su particular “hot-seat” con este decepcionante 0-3 en la división oeste, aunque esto es algo que ya viene desde muy atrás; El continúo flirteo con otros programas y el caso de los famosos e-mails de su mujer y el ex-QB (ahora en USC) Mitch Mustain este verano, no ayudará a revertir esta situación. Los Hogs deben solucionar sus problemas sí no quieren verse sorprendidos la próxima semana en Oxford ante la Ole Miss del DE Greg Hardy y el RB BenJarvus Green-Ellis, lugar donde otros programas, como Florida o Alabama, sufrieron para sacar sus encuentros adelante.
Georgia y Vanderbilt están acostumbrándose al hábito de “spoilear” el uno al otro en cada retorno a sus casas frente a sus respectivas aficiones. El excepcional PK “Senior” Brandon Coutu conectó un FG de 37 yardas con el reloj a cero en el último cuarto para completar una sufridísima remontada y dar la victoria definitiva a los Bulldogs. Coutu, además, conectaría con un fieldgoal de 31 yardas para igualar el partido, pero Vanderbilt aún tendría una última oportunidad de llevarse el encuentro, sin embargo, el RB “Senior” Cassen Jackson-Garrison perdería un fumble en la yarda 18 de Georgia, permitiendo a UGA comenzar con su drive ganador definitivo, aunque un fumble del WR Tony Wilson, recuperado inmediatamente por él mismo, aún metería el miedo en el cuerpo sobre los pupilos del HC Mark Ritch. Los Commodores tomarían ventaja con un 17-7 al descanso gracias a un TD de carrera de 15 yardas y al fenomenal TD del WR “Junior” Sean Walker en una acrobática recepción de 16 yardas, sin embargo, los Bulldogs se sobrepondrían, en la segunda parte, con un parcial de 13-0. Con Kregg Lumpkin fuera por lesión, puede ser el momento esperado por el espectacular RB “True Freshman” Knowshon Moreno (28 carreras para 157 yardas). (Resultado: 20-17)
A MIZZOU SE LE MOJÓ LA POLVORA
Un sábado cualquiera, libre de inocentes errores y con Missouri sacando todas sus naves sobre esa “balanced offense” , tal como hizo esta semana; con la inteligencia y control del QB Chase Daniel (37 de 47 para 361 yardas, 1 TD y 2 INTs), la velocidad y elusividad del WR Jeremy Maclin (líder en yardas “all-purpose” de toda la NCAA), la dependencia de los tight-ends Chase Coffman y Martin Rucker y sin olvidarnos, además, de la baja debido a una lesión de rodilla del RB Tony Temple (se le echó mucho en falta, Mizzou sumó tan sólo 57 yardas netas terrestres), los Tigers hubiesen puesto contra las cuerdas, perfectamente, a los Sooners (como hicieron hasta el tercer cuarto), sin embargo, no desacreditaré el trabajo de Oklahoma en el último cuarto, momento en el cual justamente comenzaron a dominar la línea de scrimmage gracias a un físico “front-seven” liderado por el atlético DE “Sophomore” Auston English y por el LB “Junior” Curtis Lofton, además de comenzar a correr con gran solidez (81 yardas en este último cuarto, mientras, hasta entonces, solo habían sumado 40), gracias a la excepcional actuación del RB “Sophomore” Chris Brown (13 carreras para 63 yardas y 3 TDs). Aunque, en mi opinión, fue Mizzou quien “no quiso” ganar este partido. (Resultado: 31-41)
Oklahoma no se mostró tan inspirada en el Memorial Stadium frente a los suyos como podría revelar el resultado, aunque, una vez más, el QB “Freshman” Sam Bradford (24 de 34 para 266 yds y 2 TDs) volvió a liderar el ataque como sí de un jugador “Senior” se tratase, mientras una impecable OL liderada por el LT “Junior” Phil Loadholt le permitía desempeñar su trabajo con absoluta tranquilidad. Sin embargo, los Sooners, a pesar de la extrema velocidad y elusividad de su backfield con DeMarco Murray y Allen Patrick, siguen echando muy en falta un RB que sea capaz de soportar la carga terrestre durante varios minutos. La defensa, a pesar de los turnovers forzados en los últimos momentos del partido (sin duda, salvarían el día), sigue cometiendo errores y tiene problemas para finalizar sus placajes. Un ejemplo se pudo ver en un grave fallo de placaje (y concentración) sobre el WR William Franklin y que además permitió sumar tres puntos a Missouri a falta de tan sólo dos segundos. Sí lo hubiesen asegurado, en lugar de buscar el golpeo, la primera parte habría finalizado.
A Missouri se le atraganta Norman (17 años consecutivos sin conocer la victoria), pero demostró que tiene capacidad suficiente para luchar por la Big 12, pero deben evitar completamente esos radicales bajones que han experimentado estas últimas temporadas y que han acabado con potenciales grandes años convirtiéndolos simplemente en mediocres. La pasada temporada, comenzaron también con un récord de 6-0 para hundirse en el tramo final en un muy mediocre 2-5. La clave se encontrará la próxima semana frente a la “high-octane offense” de Texas Tech, el mejor ataque de toda la nación y que promedia 582 yardas por partido. ¿Aguantarán los pupilos del HC Gary Pinkel?
Nebraska está en la UVI. Uno de los programas más tradicionales, respetados y potentes de los últimos años ha tocado fondo con la humillante derrota frente a Oklahoma State en Lincoln. Los 31 puntos de diferencia encajados es la marca más abultada de los Cornhuskers en casa en los últimos 45 años, es más, su horrible defensa lleva permitiendo 40 o más puntos en 4 de los últimos 5 partidos de esta temporada, todas las miradas recaen sobre el coordinador defensivo Kevin Cosgrove, sin embargo, las primeras consecuencias no se han hecho esperar. Steve Pederson ha sido destituido como director atlético, tomando el relevo como AD interino, el patriarca Tom Osborne, quien hace 10 años vio finalizado una legendaria carrera de 25 temporadas frente a Nebraska, consiguiendo un total de tres campeonatos nacionales en sus últimas cuatro temporadas bajo su histórica y sublime “triple option” . Su primera decisión será ratificar o no en el cargo al HC Bill Callahan, quien ha fracaso rotundamente en un intento por adaptar la filosofía de la “West Coast Offense” en un programa acostumbrado a correr. Ya se habla del actual DC de LSU, Bo Pelini, quien dirigió la defensa de los Huskers en el 2003, como potencial candidato, pero el que mejor se adaptaría, sin duda, sería Paul Johnson de Navy, quien con su prolífera “Option” tiene situados, actualmente, a los Midshipmen como el mejor ataque terrestre de toda la nación. Nebraska debe dejarse de exóticos experimentos, y continuar con aquello que mejor saben hacer. (Resultado: 45-14)
Un nuevo dominante partido aéreo del QB Graham Harrell (30 de 37 para 425 yds y 3 TDs), quien aliado con su objetivo favorito, el imparable WR Michael Crabtree (actualmente posee el record de la división I-A de TDs para un “Freshman”), provocaron que Texas Tech mandase también al “hot seat” al actual HC de Texas A&M, Dennis Franchione. (Resultado: 7-35)
WHEN TIME EXPIRES
Con 10 puntos abajo en los minutos finales, los Bears comenzaron con una espectacular remontada gracias al TD de recepción de 64 yardas del WR Lavelle Hawkins a pase del sustituto de Nate Longshore (quien se encontraba fuera del partido justo antes del kickoff debido a una lesión de rodilla), el QB “Freshman” Kevin Riley, reduciendo la distancia a tan sólo 3 puntos. Más tarde, gracias a la ayuda de la defensa, CAL tenía la posesión en su propia yarda 6 con tan sólo 1:27 sobre el reloj. Riley (20 de 34 para 294 yardas, 2 TDs y 1 INT), muy valiente y mentalizado, pudo verse forzado a un safety con un sack y fue parado en numerosas ocasiones en este desesperado último drive, sin embargo, aún tenía fuerzas, y con un lanzamiento profundo de 37 yardas sobre el WR Robert Jordan y un “pass-interference” , Riley llevaba, contra todo pronóstico, a los Bears hasta la 12 de Oklahoma State. Sin tiempos muertos, y tras un pase incompleto sobre la desasistida estrella DeSean Jackson, Riley, en un error mental, debido a su juventud (primera titularidad) y a la desesperada situación, además del erróneo “clock-management” desde la banda, en lugar de buscar la endzone o desprenderse del balón intentaba un “scramble”, siendo parado en la yarda 9 de los Beavers, inmediatamente entraría la unidad de FG, sin embargo, ya no hubo más tiempo. (Resultado: 31-28)
DeSean Jackson con tan sólo 4 recepciones y 5 míseras yardas ve como se evapora su potencial candidatura al Heisman, mientras la propia California desaprovecha una oportunidad de oro de ser el número 1 absoluto de toda la nación. Muchos aficionados se preguntan que hubiese sido del partido con Nate Longshore sobre el campo, pero no se puede culpar de la derrota únicamente a la desafortunada jugada del “rookie” Kevin Riley, más bien a la incapacidad de la defensa de presionar al QB Sean Canfield y la escasez de ideas del “coaching staff” para encontrar el modo de facilitar el balón a DeSean Jackson.
USC se encontraba al borde del precipicio (13-10 abajo en el marcador), hasta que en el último cuarto apareció el “big-play” del día, gracias a un impresionante retorno de punt de 40 yardas del prospecto estrella de la nación esta temporada, el RB “True Freshman” Joe McKnight (13 carreras para 75 yardas), quien, con su jugada, provocaría un punto de inflexión definitivo en el partido. Entonces, el QB “backup” Mark Sanchez (19 de 31 para 130 yardas, 1 TD y 2 INTs), titular esta semana debido a la rotura de un dedo sobre la mano de ejecución de John David Booty, conectaba en la endzone con Fred Davis en un lanzamiento para TD de 25 yardas y más tarde, el PK David Buehler cerraría el partido con un fieldgoal de 23 yardas. Los Trojans volvieron a fracasar estrepitosamente en ataque y fueron incapaces de demostrar que la derrota frente a Stanford tan sólo fue una mera anécdota. La única buena noticia fue la defensa, que sigue siendo una roca, permitiendo tan sólo 255 yardas totales a Arizona, de las cuales, 22 fueron terrestres. (Resultado: 13-20)
Oregon continúa demostrando ser uno de los conjuntos más potentes de toda la nación con un partido ofensivamente perfecto, sumando un total de 552 yardas liderando el encuentro 47-0 tras 32 minutos frente a Washington State. El RB Jeremia Johnson anotaría sendos touchdowns de carrera de 42 y 18 yardas, antes de dejar el encuentro por lesión, mientras el candidato al Heisman, Dennis Dixon (21 de 28 para 287 yardas y 3 TDs) lideraría perfectamente el ataque con un TD de carrera y tres anotaciones aéreas, sobre todo, destacando la espectacular conexión de 52 yardas para TD sobre Jaison Williams. Las malas noticias son las pérdidas por lesión para el resto de la temporada del propio Jeremia Johnson y el WR Cameron Colvin. (Resultado: 7-53)
El SHOW DE GROTHE. “PLAYTIME” EN TAMPA
Los Bulls respondieron a las críticas como se supone que debe hacerlo un auténtico TOP5; dominando, pero su HC Jim Leavitt quiere eludir cualquier tipo de distracción evitando el mágico conjunto de palabras; BCS Nacional Championship. South Florida, sin duda, se encuentra en una excelente posición de alcanzar este “olimpo” reservado, el cual, años atrás, simplemente su planteamiento sería absolutamente ridículo. ¿“Da U” ?, ¡NO!, ahora la fiesta se encuentra localizada en Tampa. USF, próximamente, puede tomar el relevo de Boise State como la gran cenicienta de la temporada.
UCF consiguió iluminar su marcador y mostrarse en el partido durante los primeros 27 minutos, gracias a la carrera de 2 yardas para TD de Kyle Israel y el fieldgoal del PK Michael Torres, pero, a partir de entonces comenzó el vendaval particular de South Florida confirmado con el TD de recepción, a falta de 2 segundos para finalizar la primera parte, del WR Taurus Johnson. A esos 10 puntos de parcial, le acompañaron un total de otros 21, gracias al espectáculo terrestre y liderazgo del nuevo Doug Flutie, el auténtico QB “dual-threat” Matt Grothe (15 de 28 para 212 yardas y 2 TDs, además de 16 carreras para 100 yardas y 2 TDs), cuya elusividad y movimientos terrestres bajo esa “balanced offense” no tiene nada que envidiar a las de un puro runningback. Los Bulls sobreanotaron 543 yardas sobre 145, debido principalmente a la dominante actuación de una excepcional defensa liderado por el DE de moda, el “Sophomore” Georgia Selvie. (Resultado: 12-64)
Una recepción de la estrella Harry Douglas (quien se notó enormente su retorno al equipo) en un lanzamiento de 51 yardas dejó en bandeja el TD de 3 yardas de Anthony Allen, en una jugada que daría la victoria definitiva, por fin, a Louisville. Junto con aquel “big-play”, el QB “Senior” Brian Brohm (28 de 38 para 350 yardas y 3 TDs) lanzaría 3 TDs, de los cuales 2 serían dirigidos al WR Patrick Carter, mientras Cincinnati contestaría con otros tres lanzamientos para TD del QB Ben Mauk, de esos, dos dirigidos al WR “Freshman” Marcus Barnett. Los Bearcats, con un FG de 23 yardas del PK Jake Rogers conseguirían situarse a tan sólo 4 puntos en los últimos minutos, pero no volverían a acercarse nunca más, alejando la posesión con un punt en un drive y lanzando una intercepción en otro. Ambos equipos se combinaron para 674 yardas aéreas y un total de 22 penalizaciones. La defensa de los Cards, a pesar de permitir un total de 460 yardas, forzaron 4 turnovers (dos intercepciones y dos fumbles recuperados), además de incomodar constantemente a Ben Mauk. Puede que Louisville haya recuperado el “momentum” justo en el momento exacto. Ahora, defender el título de la Big East con un record de 1-1 se encuentra al alcance, mientras que Cincinnati recibe su primera derrota de la temporada en un importante duelo de conferencia. (Resultado: 28-24)
EL POWER-RANKING
Con una nueva semana completamente esquizofrénica en el año de los “upsets” y con el clásico ya dilema del “balloting” , mi Power-Ranking personal vuelve a sufrir, de nuevo, una radical modificación en algo que, esta temporada, parece ser un patrón establecido, aunque, en esta ocasión, con la salida del BCS Standings, he comenzado con mis grandes apuestas personales. Primero, y ante el debate del “strength-of-schedule” de Ohio State (#1) y sí merecen o no el primer puesto, me gustaría señalar que los Buckeyes cuentan con una defensa sensacional que no tiene nada que envidiar a la de los Tigers, además de un ataque que está comenzando a olvidar la explosividad y el “playmaking ability” de Tedd Ginn Jr, creo que no hay que desacreditarlos al nivel que algunos están expresando. LSU (#2) es una aberración absoluta sacarlo del Top3 como están haciendo muchos analistas de prestigio, mientras que la Oregon (#4) del QB Dennis Dixon, es la gran tapada. Sí el WR Cameron Colvin no hubiese forzado aquel fumble ante CAL sobre el “pylon”, seguro que poseerían una mayor publicidad. Kansas (#14) está siendo la gran sorpresa de la temporada y puede pelear perfectamente por la división Norte de la Big 12 (para Lou Holtz son incluso la #2 de la nación), mientras que Arizona State (#13), únicamente no adquiere un mayor crédito debido a los prohibitivos horarios sobre los que disputan sus encuentros en el desierto. La gran caída es la de USC (del #9 al #18), a la que sólo un “True Freshman” la salvo de una nueva hecatombe. Por último, me gustaría destacar el salto al Top25 de Michigan (#22), quienes se encuentran en la lucha directa por la Big 10 e intentarán destrozar la temporada de los Buckeyes en la última semana en Ann Arbor.
1- OHIO STATE [ Record: 7-0 | BCS: #1 ]
Muchos argumentan que no se han enfrentado a “nadie”, pero esta es una de las mejores D de la nación y el ataque está recuperando su “glamour”.
Próximo encuentro: Sábado contra Michigan State
2- LSU [ Record: 6-1 | BCS: #4 ]
A pesar de la derrota, no voy a perder mi confianza en uno de los equipos más potentes y solventes de toda la nación. Siguen de lleno en la pelea.
Próximo encuentro: Sábado contra Auburn
3- OKLAHOMA [ Record: 6-1 | BCS: #5 ]
No estuvieron todo lo finos que Stoops desearía, pero Bradford es “the real deal” y se mezcla un físico juego aéreo con electrizante juego terrestre.
Próximo encuentro: Sábado en Iowa State
4- OREGON [ Record: 5-1 | BCS: #10 ]
Están muy tapados, pero su ataque liderado por el candidato al Heisman, Dennis Dixon, con 40 puntos en toda una primera parte, es muy poderoso.
Próximo encuentro: Sábado en Washington
5- SOUTH FLORIDA [ Record: 7-0 | BCS: #2 ]
Han callado a muchos críticos con su destructora victoria ante UCF y con una D que limitó el ataque a 145 yardas, pero Rutgers será otra historia.
Próximo encuentro: Sábado en Rutgers
6- SOUTH CAROLINA [ Record: 6-1 | BCS: #6 ]
Los Gamecocks simplemente han sufrido una metamorfosis con Chris Smelley tras el center, junto con una de las D más sofocantes de la nación
Próximo encuentro: Sábado contra Vanderbilt
7- BOSTON COLLEGE [ Record: 7-0 | BCS: #3 ]
Se encuentran ante el partido más importante del programa en varias décadas, pero la victoria en South Bend no dejó muy buenas sensaciones.
Próximo encuentro: Sábado en Virginia Tech
8- FLORIDA [ Record: 4-2 | BCS: #15 ]
Los Gators son legítimos candidatos a la división Este de la SEC, pero la temporada pasa por Lexington frente a un rival directo y de moda.
Próximo encuentro: Sábado en Kentucky
9- KENTUCKY [ Record: 6-1 | BCS: #7 ]
Vencieron a LSU en una de las victorias más legendarias de la historia del programa, pero ahora viene Florida en una nueva batalla por la SEC.
Próximo encuentro: Sábado contra Florida
10- CALIFORNIA [ Record: 5-1 | BCS: #12 ]
Perdieron una oportunidad de oro de ser el número #1 de la nación debido al estúpido e inocente “clock-management” en aquella última posesión.
Próximo encuentro: Sábado en UCLA
11- WEST VIRGINIA [ Record: 6-1 | BCS: #9 ]
WVU quiere recuperar el respeto con una importante victoria frente a MSU, quienes ya vencieron a Auburn y pusieron en serios apuros a los Vols.
Próximo encuentro: Sábado contra Mississippi State
12- VIRGINIA TECH [ Record: 6-1 | BCS: #11 ]
Los Hokies se encuentran exactamente donde esperaban, con una única derrota frente a LSU y con la ACC en juego esta semana en Blacksburg.
Próximo encuentro: Sábado contra Boston College
13- ARIZONA STATE [ Record: 7-0 | BCS: #8 ]
Los ajustes en el descanso y el esfuerzo anotador del tercer cuarto frente a Washington es otro ejemplo de la herencia de Dennis Erickson y su Staff.
Próximo encuentro: Sábado contra California (BYE)
14- KANSAS [ Record: 6-0 | BCS: #13 ]
Un ataque que asusta con sus 50 puntos de promedio y una D que solo permitió 48 yardas terrestres forzando 5 turnovers; la Big12 no es utopía.
Próximo encuentro: Sábado en Colorado
15- MISSOURI [ Record: 5-1 | BCS: #16 ]
Mizzou se autodestruyo ante Oklahoma, pero como gran favorito a la Big12 Norte, querrán revancha ante los Sooners en la final de conferencia.
Próximo encuentro: Sábado contra Texas Tech
Completan el Power-Ranking: 16- Texas, 17- Hawaii, 18- USC, 19- Auburn, 20- Kansas State, 21- Tennessee, 22- Michigan, 23- Texas Tech, 24- Cincinnati y 25- Penn State
Mención especial: Virginia, Boise State, Georgia, Illinois y Wake Forest.
EL “HEISMANÓMETRO”
1 – Andre’ Woodson (QB – Kentucky): No fue la actuación más espectacular de Woodson esta temporada, pero su inteligencia, capacidad para el “big-play”, control del tempo, y autoridad sobre la línea de scrimmage con sus continuos “checks”, ajustes y audibles, fueron decisivos para que los Wildcats consiguiesen uno de los grandes “upset” de toda la presente temporada. Ya tiene “su” partido, ahora necesita mantenerse regular tras el desastre frente a South Carolina. Sus números esta semana: 21 de 38 para 250 yardas, 3 TDs y 2 INTs, además de 3 carreras para 16 yardas y 1 TD
2 – Matt Ryan (QB – Boston College): Tampoco fue una actuación letal de los Eagles de Boston College, y por consiguiente, del propio Matt Ryan. Sin embargo, su ejercicio fue bastante sólido y gracias a la caótica situación actual, le permite mantenerse sólidamente como un legítimo aspirante al Heisman Trophy. La precisión y potencia de brazo que mostró con un lanzamiento sobre su “back-foot” para el TD aéreo del RB Andre Callender fue realmente excepcional, sin embargo, esta jugada choca con una errónea decisión en no reconocer el movimiento en cobertura del LB Brian Smith, quien interceptaría el pase retornándolo para TD. Sus números esta semana: 32 de 49 para 291 yardas, 2 TDs y 1 INT.
3 – Mike Hart (RB – Michigan): El líder de la nación en yardas terrestres, se encontraba en disposición de un nueva actuación espectacular, sin embargo, una lesión de rodilla (su disponibilidad ante Illinois la próxima semana es dudosa), le sacó del partido manteniéndole toda la segunda parte en la banda vestido de calle. Realmente fue espectacular aquel TD de carrera de 11 yardas con “spin” incluido sobre un defensor que se encontraba en el suelo y que evitó que golpease con su rodilla sobre la superficie. Llevo insistiendo desde hace ya tiempo que a este jugador directamente deberían ir pensando en ponerle una estatua en los alrededores de “The Big House”. Sus números esta semana: 21 carreras para 102 yardas y 2 TDs.