Los Kansas City Chiefs propinaron una tremenda paliza a los New England Patriots por 41-14 en un partido que dominaron desde el principio. Al descanso los locales, empujados por una animosa parroquia que recuperó para Arrowhead el récord Guiness de campo más ruidoso del mundo, ya amasaban 303 yardas ofensivas algo que nunca había sufrido un equipo de Bill Belichick. Al final, 27 puntos de diferencia, la peor derrota en la carrera del coach de los Pats.
Jamaal Charles (18 carreras, 92 yardas, 1 TD y 2 TD más de recepción) y Knile Davis (16 carreras, 107 yardas) camparon a sus anchas en el juego terrestre y Dwayne Bowe (81 yards) y Travis Kelce (93 yardas, 1 TD) hacían lo propio en el aereo. Mientras tanto, la ofensiva de los Pats no encontraba soluciones y Tom Brady (14/23, 159 yardas, 1 TD, 2 ints) era incapaz de acercar a los suyos si quiera a field goal range.
Sólo una mala gestión del reloj evitó que el 17-0 del descanso fuera aún mayor ya que el control del juego local era insultante. Hasta 16 jugadas de más de 10 yardas logró la ofensiva dirigida por Alex Smith (20/26, 248 yardas, 3 TD) sólo en los dos primeros cuartos.
En la segunda parte, sin Aaron Dobson ni Kenbrell Thompkins y obligados a lanzar la pelota por la premura del tiempo y el resultado, New England no encontró soluciones. Los dos primeros drives de los Patriots terminaron en sendos fumbles, el segundo recuperado por la defensa de los Chiefs, y el tercero acabo en intercepción.
A 10 minutos del final del partido Jimmy Garoppolo ocupó el lugar de Brady y con un envió a Rob Gronkowski logró su primer touchdown como profesional, el único punto positivo de una noche de pesadilla para los de Boston.