Aquellos primeros días en los que descubrí esta apasionante Guerra Fría que es el recruiting no pude apartar ni un instante mi vista de todas aquellas clases que reunían toneladas de talento y sobre todo profundidad, pero lo más importante no era la cantidad ni la propia calidad en si del producto, sino el contundente resultado que estas producían en un corto periodo de tiempo, algo que en términos contables se conoce como ROI (Return of Investment, retorno de la inversión en castellano).
El ROI en el recruiting suele fijarse aproximadamente a tres o cuatro años, y tener una clase número uno absoluta según varias de las consultoras más poderosas e influyentes de la red (Rivals.com o Scout.com) asegurará al menos la prospera consolidación del programa entre las principales potencias del país, aunque en la gran mayoría de los casos el resultado de la inversión suele ser incluso mejor; conseguir el campeonato nacional.
Según los datos estadísticos de la prestigiosa consultora Rivals.com en los últimos diez años, Texas sería nombrada vencedora final de la carrera en el año 1999 y 2002, tres años más tarde Vince Young lideraba a los Longhorns a un legendario campeonato nacional en la Rose Bowl de Pasadena. Del mismo modo, la por entonces LSU de Nick Saban sería también galardonada como vencedora un año después (2003), y el resultado final lo hemos podido comprobar esta misma temporada. Los ejemplos se completan con la maquina reclutadora que lidera cada año Pete Carroll en Southern California, quienes fueron distinguidos tres temporadas consecutivas (2004, 2005 y 2006) y la universidad de Florida la temporada pasada (2007), el mismo año en el que se harían con el campeonato nacional como underdogs sobre los Buckeyes de Ohio State haciendo debutar a un total de trece true freshmans, entre ellos el actual Heisman Trophy, el Superman Tim Tebow.
Este pasado miércoles, varios fuimos los que inundamos continuamente los boards y páginas Web especializadas con el objetivo de recibir la mayor cantidad de información posible y actualizada acerca de las decisiones que iban tomando aquellos prospectos objetivados por nuestras universidades favoritas, incluso algún diestro en la materia encontró la oportunidad de tener acceso en directo al anuncio oficial de alguno de sus prospectos más deseados desde la biblioteca o cancha de baloncesto, acondicionada para tan señalado momento, de sus propios institutos. Este ficticio día en el que chicos de apenas dieciocho años son tratados como estrellas del rock y cuya decisión supone en muchos casos paralizar prácticamente un estado, recibe el nombre de National Signing Day, un día en el que tradicionalmente el rico se hace aún más rico.
Pero este año, programas camuflados bajo temporadas mediocres como Notre Dame o Miami (ambos combinan esta temporada un récord de 8-16) han conseguido copar lo más alto de este ficticio podio basado en puntuaciones y graduaciones subjetivas de grupos de evaluadores alrededor de la nación. Pero sus clases no son noticia, aunque realmente sí lo sean, sobre todo para sus aficionados más incondicionales quienes observan el éxito del recruiting como algo sobre lo que mostrarse orgullosos, y mejor aún, como un bálsamo para reconducir sus programas.
La noticia es la identidad del sorprendente ganador bajo consenso esta temporada; la legendaria universidad de Alabama, la misma que se enorgullece de un total de doce títulos nacionales y de haber donado uno de los mejores entrenadores de toda la historia del deporte. Sí, la misma universidad que suma dos temporadas consecutivas bajo mediocres récords de 6-6, que sólo ha ganado un título de la conferencia SEC en los últimos 15 años, que sobrevivió al Death-Penalty en el 2002 debido a violaciones graves del recruiting y que no huele un campeonato nacional desde 1992.
Con tal caótico panorama, el director atlético de la universidad Mal Moore, acostumbrado a la excelencia como antiguo coordinador ofensivo de Paul “Bear” Bryant y harto de los continuos tambaleos del programa, contrató a golpe de talón al mejor reclutador posible capaz de enderezar la nave Crimson Tide, Nick Saban, antiguo head coach de los Miami Dolphins en la NFL y autor original de la potencia en football que actualmente es la universidad de LSU.
Muchos eran los que creían que Saban utilizaría varias de sus antiguas influencias sobre entrenadores e institutos del estado de Louisiana para atraer talento, como hizo en su primer y único mes de recruiting la temporada pasada persuadiendo al DE de West Monroe (Louisiana) y estrella de la apresurada clase del año pasado, Luther Davis, pero el éxito de esta clase se ha sustentado en dominar de principio a fin todo el estado de Alabama.
En su primera temporada completa en The Capstone, Saban y su grupo de asistentes ha conseguido retener al mejor prospecto de toda la nación según Sports Illustrated y actual Mr.Football en el estado de Alabama, el físico WR de Foley highschool Julio Jones, quien con un total de 30 ofertas perfectamente pudo haber salido del estado buscando programas con un mayor éxito y poder deportivo actual como Oklahoma o Florida State, sin embargo, para Julio el hecho de sentirse cómodo y cerca de su familia fue suficiente. Ahí entró en juego el espectacular trabajo del coordinador de outside linebackers Lance Thompson, quien ya trabajó como coordinador de recruiting bajo el staff de Nick Saban en LSU y conoce al mínimo detalle su metodología de trabajo. Thompson es el gran responsable de que ‘Bama recuperase la prolífera ciudad de Mobile y sus extensiones, territorio el cual sólo unos meses atrás era propiedad de LSU y su archirival Auburn. Un total de cinco prospectos élite de ese área donde destacan superestrellas como el safety Mark Barron o el DE Glenn Harbin, son responsabilidad directa de Thompson, quien ha sido galardonado como reclutador del año por la prestigiosa consultora Rivals.com. En ese área, además, el atleta de Vigor BJ Scott, uno de los mejores prospectos de todo el país y llamado a provocar un impacto en el siguiente nivel, daría su palabra al staff en pleno verano siendo imprescindible su aportación directa sobre el propio proceso de recruiting, sobre todo con su amigo Julio Jones, hasta tal punto que el head coach de Oklahoma Bob Stoops tuvo que cancelar su visita por temor a que interfiriese sobre Jones durante su visita oficial en Norman.
Según Kerry Stevenson, entrenador de Burton Scott en Vigor, en la localidad de Prichard, suburbios de Mobile, Saban se muestra mucho más que su predecesor Mike Shula. “Shula no solía salir demasiado”, Stevenson afirmaba. “Prefería que fueses tu mismo el que te desplazases a uno de sus clinics, pero no todos los chicos pueden permitirse coger el coche y viajar varios kilómetros. Saban llegó la temporada pasada con la actitud correcta y creo que están empezando a verse los resultados, especialmente en Mobile. Jamás he visto a un entrenador reclutar este área como él, y realmente creo que va a restablecer Mobile para Alabama”. “En los últimos dos, tres o cuatro años, Auburn y LSU han vencido a Alabama en la carrera por grandes jugadores”. De Mobile han salido talentos como JaMarcus Russell, número uno del pasado Draft de la NFL y actual QB de los Oakland Raiders, un jugador que Saban consiguió sacar del estado de Alabama en dirección a Baton Rouge.
El entrenador de Brentwood Academy, Ralph Potter, quien entre sus pupilos se encuentra el RB y actual signee de Alabama, Chris Jordan, ha visto como varios de los entrenadores más respetados e influyentes de la actualidad como Phillip Fulmer (Tennessee), Mark Richt (Georgia) y Tommy Tuberville (Auburn) se han reunido tanto con su estrella como con el mismo, pero ninguno causó el impacto de Saban la pasada primavera. “La mayoría de los entrenadores vienen directamente de la calle, inician la sesión y se sientan, pero prácticamente tienen un grupo avanzado de asistentes quienes llaman para asegurarse de que todo ha ido correctamente durante su visita”. Potter afirmaría. “Saban llegó por esta entrada y salió en esta salida. Fue como sí estuviésemos tratando con una estrella del rock. Realmente no podríamos ocuparnos así con cada entrenador dispuesto a trabajar del modo que el lo hace”. Jordan tras varias entrevistas y reuniones con Saban, finalmente decidiría apalabrar su commit a principios del mes de Diciembre eligiendo Alabama sobre la universidad de Clemson. “Posee un gran carisma y es extremadamente organizado”, dijo Potter sobre Saban. “Sabe que es lo quiere y es muy agresivo. Tiene un plan, y realiza cada movimiento acorde a ese plan”.
El OT estrella de Mountain Brook Tyler Love y su entrenador Chris Yeager reiterarían cada una de las palabras de Potter. “Saban es todo negocios” Yeager afirmó. “Cuando vino a nuestro instituto fue para un propósito. El entrenador Saban y su staff son gente muy orientada al detalle, y esa la gran diferencia con el anterior staff”.
Saban siempre habla de la importancia del “proceso”, de trabajar duramente alrededor de él, realmente sabe que entablar sólidas relaciones con los principales entrenadores y directores atléticos del propio estado marcará el futuro éxito del programa. Y los resultados sobre el estado de Alabama son evidentes. Para tener éxito en el recruiting primero debes proteger tu propio estado, que es lo que Saban ha conseguido firmando un total de 18 jugadores sobre una clase de 32. Según un analista de Rivals.com, “Este es el mejor año en talento de este estado en una década y Saban ha conseguido apropiarse de la mayoría”. “Y si combinas su habilidad para salir fuera del estado y rellenar algunas necesidades extras, al final conseguirás la clase número uno del país”. En otra época jugadores como el atlético LB Jerrell Harris, quien tomando el legendario Houndstooth Hat de Bear Bryant oficiaría su decisión o el DE Courtney Upshaw, bajo otra metodología de reclutamiento con toda seguridad ahora formarían parte del gran rival de Alabama, la universidad de Auburn.
Un ejemplo que demuestra la crítica importancia de entablar conversaciones con los principales entrenadores de highschool le reportó este año dividendos a Saban incluso en el estado de Michigan. Lee, entrenador del instituto de Flint, quien aún mantiene excelentes relaciones con Saban tras su paso por Michigan State, decidió llamar hace varios meses a Saban e informarle del sensacional jugador que tenía en sus manos, el actual signee de ‘Bama, el powerback Mark Ingram. La gran diferencia en casos de prospectos a varias millas del campus es que tienen que ser reclutados por video, una actividad que cayó en manos del coordinador de recruiting de Alabama, Curt Cignetti y el asistente de runningbacks Burton Burns, quienes evaluaron a Ingram para que más tarde Saban tomase una decisión en el War Room mediante los informes elaborados. Finalmente decidieron invitar a Ingram a varios campos de entrenamiento y ofertarle. El día antes del Signing Day Ingram decidía unirse oficialmente a la clase de Alabama, algo impensable meses atrás. “Amo la tradición en Alabama. Los 12 títulos nacionales. Los 21 campeonatos de la conferencia SEC. Simplemente tuve una sensación y debo seguir mis intuiciones”. “Es la mejor conferencia de football de todo el país”.
Seguramente Alabama haya conseguido reunir la mejor clase de toda su historia, algo usual para un consumado reclutador como Nick Saban, pero absolutamente novedoso para esta orgullosa organización que 30 años atrás dominaba el país como hoy en día lo hacen instituciones del calibre de Southern California u Ohio State.
No obstante y como excelentemente aseguraba el DE/TE de Pickens County (Alabama) Michael Williams, el primer jugador de esta clase reclutado por Saban allá por el mes de Febrero del año pasado; “Digo que salgamos ahí fuera y lo probemos sobre el campo”. “Los rankings simplemente son una opinión personal. Lo que realmente importa es como juegues. Wallace Gilberry — DE de Alabama que se presentará al Draft de la NFL — es un ejemplo perfecto. Fue ranqueado como dos estrellas y ha conseguido llegar a ser un jugador All-SEC. Esto te muestra que nunca puedes saber nada sobre nadie hasta que los ves sobre el campo”.
Ese, sin duda, es un hecho absoluto, pero como también lo es que Saban ha conseguido colocar definitivamente la piedra angular sobre los cimientos del programa, gracias a esta clase atlética, profunda, con extrema versatilidad y repleta de talento. La vuelta de Alabama a la élite fue oficialmente anunciada este pasado miércoles, justo en el momento exacto en el que el mejor jugador de todo el estado, Julio Jones, cogía una gorra carmesí con la leyenda A y mostraba su predisposición de enrolarse como Crimson & White. El “proceso” no ha terminado y como en cualquier estructura, una piedra angular siempre deberá ser correctamente suplementada por otras tan importantes.
Pero ese aspecto no se le escapará a un metódico como Saban ni a su grupo de asistentes. El LB Junior de North Jackson (Alabama) Tana Patrick, quien ya se encuentra bajo el gran objetivo de ‘Bama, y su entrenador Mark Rose, un pupilo de la leyenda de Auburn Pat Dye, podría tener un millón de razones para intentar alejar a Patrick de las garras de Saban y Alabama. “Apuesto a que he trabajado 100 campos en los últimos 15 años”, Rose dijo. “Normalmente el entrenador llega y habla durante cinco minutos al comienzo cuando los padres de los chicos se encuentran alrededor, y entonces no le vuelves a ver el pelo otra vez hasta los últimos cinco minutos del final. Saban entrena cada jugada de su campo de entrenamiento. Lo hace el día entero”. “Es una forma diferente de ética de trabajo. Trabaja muchos de esos entrenamientos como el entrenador Dye hacía. No está ahí para montar un show. Ni para dedicarse a abrazar a los chicos. Sólo intenta hacer trabajar a todos esos jugadores”.
La piedra angular fue correctamente situada, pero el “proceso” aún no ha finalizado. Ahora, Alabama está trabajando a fondo para reclutar el área de Gadsden (Alabama), allí se encuentra el CB superestrella Dre Kirkpatrick, el Julio Jones de esta temporada. Se dice que ha recibido la barbarie de 40 ofertas, que otro gurú en recruiting como Pete Carroll le sigue la pista, que puede que el signee de ‘Bama Jerrell Harris pueda influenciar su decisión, que Auburn no quiere, por nada del mundo, perder a nadie más…
El “proceso”, simplemente, continúa.