Norman, tenemos un problema

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Bradford sufrió un esguince de grado 2 o 3 en su habitual brazo de lanzamiento al sufrir un brutal impacto sobre el turf de Arlington debido al agresivo blitz del linebacker de los Cougars, Coleby Clawson, en una tónica habitual durante toda la noche. Bradford ya ha comenzado con su rehabilitación y los servicios médicos de los Sooners no dispondrán de una estimación definitiva para su recuperación en una o dos semanas, por lo que existe la posibilidad que el actual Heisman vea peligrar incluso su temporada (sí finalmente se decide operar), teniendo en cuenta que la lesión es sobre su brazo derecho de lanzamiento.

De todos modos, la línea de ataque de Oklahoma tiene gran parte de culpa de todos los males de este pasado sábado, en una actuación terriblemente mediocre, sin quitar mérito, no obstante, al sorprendente y espectacular partido de la defensa de BYU, quienes mostraron una agresividad, velocidad e intensidad desconocida para este programa en los últimos años. Muchos hablábamos antes del partido del potencial mismatch entre la inexperimentada línea de ataque de los Cougars, quienes únicamente recuperaban un solo titular (el tackle del blindside Matt Reynolds) respecto a la temporada pasada comprendiendo la preocupante cifra de 23 titulares entre todos los componentes del frente (titulares y suplentes), y la poderosa línea defensiva de los Sooners, con estrellas como el DT All-American Gerarld McCoy o los destacados puss-rushers Auston English y Jeremy Beal, sin embargo, la clave finalmente la marcaría una muy pobre actuación de la línea de ataque de Oklahoma, quienes solamente presentaban al LT Trent Williams con aparente experiencia, provocando que sufriesen multitud de problemas con constantes salidas falsas, continuos desajustes y en ningún momento fueron capaces de reconocer las constantes permutaciones y confusiones de BYU entre sus linebackers y líneas defensivos. Por el contrario, la actuación de los chicos del coach Bronco Mendenhall protegiendo al QB Max Hall sobrepasó cualquiera de las expectativas y los de Provo fueron capaces de mantenerse dentro del partido para rematar la faena a falta de 3 minutos con un drive excelente.

Bradford (10 de 14 para 96 yardas y 1 TD) echó en demasía falta la baja por lesión del tight-end Jermaine Greshman (fuera debido a una lesión de rodilla) y la carencia de efectivos sólidos, aparte de Ryan Broyles, en su cuerpo de receptores, quienes sufren también grandes bajas debido a graduaciones y fugas a la NFL. Muy significativo fueron los consecutivos dos “tres y fuera” forzados por la expeditiva defensa de BYU sobre el ataque de OU en los primeros compases del partido, en una tónica impropia de los estándares a los que nos tiene acostumbrado esta perenne powerhorse (hay que recordar que el año pasado batieron un record de la NCAA con 6 partidos consecutivos por encima de los 58 puntos). Si no llega a ser por un fumble en un retorno de punt de BYU dentro de su yarda 35, probablemente los Sooners no hubiesen anotado un touchdown a este equipo, y la baja de Bradford, a falta de segundos para finalizar la primera parte, no es disculpa para la actuación de los pupilos de Bob Stoops.

De todos modos, en la segunda parte todo cambio con un quarterback redshirt-freshman y una OL que continuó caótica castigada por la defensa de BYU y Max Hall (26/38 para 329 yardas, 2 TD y 2 INT) guió espectacularmente un drive de prácticamente 9 minutos con 8 de 9 lanzamientos completados a falta de tan sólo 3 minutos para el final del partido. La defensa de Oklahoma basculó al unísono hacia el TE Dennis Pitta (7 recep. para 90 yardas), quien actuaba como decoy y Hall encontraría complemente desmarcado en el fondo de la endzone al WR McKay Jacobson. En 4th down a falta de más de 1 minuto, Stoops tomó la muy cuestionable decisión de jugarse un FG de 54 yardas con su kicker freshman Tress Way, a quien su lanzamiento se le quedaría bastante corto de los goalposts. (R: 14-13)

La vida sigue igual en Columbia

Después de una nueva temporada decepcionante en Columbia, los Gamecocks del ol’ball coach Steve Spurrier se presentaban en Raleigh con aspiraciones un tanto más modestas ante una nueva era con el mega-recruit Stephen Garcia tomando ya el mando definitivo de este equipo, y las cosas siguen como se quedaron en Columbia; la defensa rallando a un fantástico nivel mientras que el ataque continúa completamente atascado. Los ‘Cocks aprovecharían al máximo un fumble del RB Toney Baker en su propia yarda 14 en la primera jugada de todo el partido de NC State, y apoyándose en una física y muy mejorada OL (la contratación de nuevo coordinador en este apartado del juego parece haber supuesto una evidente mejora), South Carolina ejecutaría constantes dives atacando con poder el corazón de la DL para que el RB Brian Maddox finalizase este fugar drive con un TD de 1 yarda. Los Wolfpack de O’Brien intentaron provocar confusión sobre Garcia permutando constantemente sus linebackers y defensive-linemen durante la primera parte pero un muy conservador Spurrier vino con un plan muy claro y estricto, evitando que Garcia buscase jugadas demasiado peligrosas y situándole siempre en escenarios cómodos; constantes lanzamientos al flat, deshacerse del balón ante problemas y en caso de romperse la primera opción, buscar el scramble. Spurrier era muy consciente de que con su sofocante defensa y la pobre ejecución de NC State, mientras se mantuviese estricto al plan, la victoria en Raleigh no se le escaparía, como así finalmente fue. El frente defensivo de USC con Cliff Matthews y un omnipresente Eric Norwood, en una tónica habitual en él, hicieron la vida imposible a un muy errático toda la tarde-noche Russell Wilson, aunque el QB sophomore tuvo el partido en su mano con un lanzamiento a la endzone dejado caer inexplicablemente por su wide-receiver y dos jugadas más tarde, con un nuevo lanzamiento a la zona de anotación salvado sensacionalmente por el CB true-freshman Stephon Gilmore, quien arrebataría literalmente el balón de las manos de su marca. Finalmente, en una jugada diseñada para poder acomodar a Garcia, el QB natural de Tampa conectaría en un lanzamiento muy preciso de 33 yardas sobre Moe Brown, para cerrar el partido y ensalzar las esperanzas de los fanáticos ante el duelo de la siguiente semana en Athens. (R: 7-3)

Boise State aclara el camino y Blount la lía al final

En el partido más importante de toda la historia de este programa según los medios locales, los Broncos recibirían en su célebre blue-turf del Bronco Stadium a su primer equipo ranqueado en la temporada regular de toda su historia, los Oregon Ducks, quienes clamaban venganza después de caer derrotados en Eugene la anterior temporada. Los nervios en Idaho de esperar por este partido más de 7 meses y los desajustes característicos de estos momentos de la temporada, convirtieron este showdown en un partido tremendamente decepcionante. BSU, de todos modos, arrancó este encuentro muy enchufado, con un primer drive sensacional guiado por Kellen Moore (19/29 para 197 yardas y 1 TD), quien, con precisión y criterio sobre la distribución de sus lanzamientos, acercaría a los Broncos a terreno profundo de los Ducks. El coordinador de ataque Bryan Harbin se basaría en parte de la idea del exitoso game-plan de la temporada pasada en Eugene con continuos fakes de carrera y amagos de fumble para engañar a la secundaria de Oregon, y en un tercer down de 10 yardas, Moore ejecutaba el roll-out sobre el lado izquierdo en un intento por salvar una jugada rota para encontrar al TE Kyle Efaw en un touch-pass de 25 yardas llegando hasta la 1 de Oregon. Jeremy Avery cometería un fumble en un pitch-play, seguido, a continuación, por un fumble en el snap, y BSU sería incapaz de salvar las yardas pérdidas, conformándose con un intento de FG de 29 yardas errado por el PK Kyle Brotzman. El mejor drive de todo el partido, el cual comenzaría desde la yarda 10 de los Broncos, después de un gran punt del true-freshman Jackson Rice, y que comprendería un total de 18 jugadas en prácticamente 9 minutos, sería completamente desperdiciado por Boise State.

A partir de entonces, el partido se sumergió en un cúmulo de errores y despropósitos, donde Oregon mostraría una imagen en ataque lamentable, siendo incapaz de conseguir un solo primer down durante toda la primera parte (y hasta bien entrado el tercer cuarto), debido a una paupérrima creatividad ofensiva que desquició y frustró en la banda al nuevo head-coach Chip Kelly. Con la defensa de Oregon en constante two-deep, Chris Petersen insistió constantemente sobre el juego terrestre y debido a la vergonzosa ineptitud del ataque de los Ducks, la defensa de Oregon comenzaba a mostrar signos muy preocupantes de cansancio físico y mental y es que apenas dispusieron de tiempo para poder respirar en la banda. Ese momento lo fructificaría Kellen Moore, quien aprovechándose del man-to-man buscando en el crossing-route a Austin Pettis, el joven QB lanzaría el pase sobre su back-foot ante la presión de Oregon para encontrar abierto junto al pylon al wide-out junior, en un lanzamiento de 10 yardas. Más tarde, en un play-call espeluznante, Oregon situaría su ataque sobre su característica Spread, por primera vez en el partido pero en la posición de campo más inoportuna, dentro de su propia yarda 4, y el hand-off de Masoli sobre LaGarrete Blount tendría como resultado un contundente safety al ser placado dentro de la endzone. En Oregon sólo se salvaría el fantástico rover, TJ Ward, omnipresente en defensa, aunque acabaría lesionándose teniendo que abandonar el partido para mayor desgracia de la gran cantidad de fanáticos de Oregon en las gradas. La imagen de los Ducks sería espeluznante en la primera parte; con 5 “tres y fuera” consecutivos y ningún primer down, únicamente 5:50 minuto de posesión frente a los 24:10 de BSU y solamente 8 yardas de pase y 14 de carrera. Y aún así, Chris Petersen y sus Boise State Broncos fueron incapaces de sentenciar el partido, a pesar de que un big-play de carrera de 33 yardas de DJ Harper (19 carreras para 88 yardas y 1 TD) al comienzo de la segunda parte encarrilaría un TD de carrera de 1 yarda del propio back, mientras que la confusión en defensa de Oregon continuaba creciendo según avanzaban los minutos. Con una diferencia de 19 puntos y a falta de menos de 8 minutos para finalizar el tercer cuarto, Oregon dispuso de su mejor posición de campo de todo el partido dentro de su propia yarda 46 y Masoli conseguiría liderar un drive finalmente para anotar él mismo con una carrera de 5 yardas en el QB-Keeper. Los Ducks dispusieron de demasiada vida, a pesar de haber estado completamente KO durante todo el partido y todavía Oregon tendría en su poder un fumble de Moore dentro de la 31 de BSU desaprovechado por un nuevo mediocre play-call en una situación de 4th down y pulgadas.

Esa posesión fue la última oportunidad de pelear por la victoria para Oregon. Nada más finalizar el partido, el DE Byron Hout recordaría a LaGarrete Blount sobre su cara sus desafiantes palabras de la pasada primavera y el runningback senior, preso de la frustración del momento, se liaría a puñetazos con todo aquel que pasó por delante en un ataque total de histeria que obligó a que fuese evacuado por la seguridad del estadio, ya que incluso intentó agredir a varios fanáticos de los Broncos camino de los vestuarios. Blount, quien irónicamente formó parte del saludo inicial entre rivales en una nueva iniciativa de fomento de la deportividad por parte de la NCAA, sería suspendido el resto de la temporada, acabando con sus días como jugador de football en Eugene. La racha de victorias de BSU en Idaho se amplia a 20, solamente 4 partidos por detrás de la universidad de Oklahoma. (R: 8-19)

Vuelven las dudas a The Horseshoe

Muy felices se las prometían los Buckeyes cuando en la sexta jugada de todo el partido, Terrell Pryor (14/21 para 174 yardas, 1 TD y 1 INT) encontraba abierto en el centro al WR Dane Sanzenbacher en un crossing-pattern y lanzaba on-stride para anotar un big-play de 38 yardas para TD, después de que Sanzenbacher mantuviese su equilibrio con pericia. Un fumble forzado por el end Thaddeus Gibson recuperado por el LB Ross Homan y otro de Kurt Coleman sobre el WR Mario Washington guiaron a dos TD para Ohio State respectivamente de Pryor y Daniel Herron, quien penetraría con poder en la endzone. Un lanzamiento a la esquina de la endzone del QB Ricky Dobbs sobre Marcus Curry volvería a acercar a Navy en el marcador a tan sólo 6 puntos en los instantes finales del tercer cuarto, pero un FG de 52 yardas del PK Aaron Pettrey, el TD de carrera de 6 yardas de Herron y una espectacular intercepción del SS Kurt Coleman en un auténtico diving-catch parecían sellar definitivamente el partido para los Buckeyes con 15 puntos de distancia sobre el marcador a poco más de 9 minutos para el final. Pero entonces, Ricky Dobbs conectaría con Marcus Curry, quien ganando la espalda de Russell y rompiendo el man-coverage anotaría en un espectacular TD de 85 yardas, la academia interceptaría a continuación a Pryor en un lanzamiento sobre-lanzado y Ricky Dobbs, en una situación de 3th down y 1 yarda en la 24 de OSU, aprovecharía un clamoroso agujero en el centro para anotar un TD de carrera de 24 yardas en el QB-Keeper y reducir la distancia a únicamente dos puntos sobre el marcador. En el intento de conversión de dos puntos, un play-calling muy discutible que pretendía buscar una endzone repleta de tráfico, Dobbs se vería interceptado por el LB Brian Rolle, quien retornaría hacia la otra endzone el intento fallido, permitiendo a la muchedumbre de The Horseshoe respirar con tranquilidad en los minutos finales. (R: 27-31)

Baylor firma la victoria y mira más allá

Cómodo encuentro del QB sophomore Robert Griffin III (15 de 24 para 136 yardas y 1 TD), una de las grandes sensaciones la temporada pasada como true-freshman al lanzar 209 pases consecutivos sin forzar ninguna intercepción (récord de la NCAA para un freshman), en su visita a North Carolina, en una muy importante victoria de Baylor que rompe definitivamente con una racha negativa de 9 derrotas consecutivas del programa lejos de Waco. A pesar de que la Spread-Offense del coach Art Briles demostró poco poder en momentos de imperiosa necesidad por mover el balón físicamente (especialmente dentro de la redzone de Wake Forest), la dimensión de la que dota el atletismo y las capacidades físicas de Griffin a este equipo es de un incalculable valor. El primer TD de la tarde fue una muestra clara de ello, cuando los ‘Deacons pusieron presión por fuera sobre Griffin para evitarle escapar del pocket, sin embargo, este talentoso y joven QB fue capaz de eludir la presión y escaparse con éxito hacia el lado derecho atrayendo los defensores hacia él (alarmados ante la posibilidad de su scramble directo a la endzone), para, sin levantar la vista de sus objetivos, conectar sobre el lado derecho de la endzone con el WR David Gettis. Otro ejemplo de su atletismo se destaparía en los minutos finales de la primera parte. Art Briles mandó a su ataque “jugarse” un 4th down y 2 yardas dentro de su propia yarda 36, pero Griffin tomó el snap en Shotgun para ejecutar un espectacular punt estilo-rugby de 59 yardas, encerrando a WKU en su yarda 10 en los instantes finales de la primera parte.

Por el contrario, Wake Forest, intentó sorprender a Baylor destapando del baúl formaciones Wing-T después del sensacional éxito de Jim Grobe la temporada pasada en el duelo de Waco sorprendiendo con la Spread-Offense, sin embargo, Riley Skinner (20 de 31 para 143 yardas, 2 TD y 3 INT) nunca consiguió entrar en ritmo, mostrándose muy errático durante toda la tarde y los ‘Deacons se diluyeron como un azucarillo teniendo que volver a algo más convencional como la Power-I en los instantes finales de la primera parte. Un error clamoroso de la defensa de Wake Forest en un lateral-pass de Griffin sobre Kendall Wright, permitió que el receptor se escapase 37 yardas sin oposición a la endzone y el WR Lanear Sampson conectaría en un trick-play con Ernest Smith para dejar prácticamente sentenciado el partido en el tercer cuarto, sin embargo, Baylor se relajó y apunto estuvo de costarle caro a falta de poco más de un minuto. Un muy inteligente Robert Griffin (completaría sus 8 primeros lanzamientos) cometería su primer error de concentración de toda la tarde al parar el reloj en 4th down con un lanzamiento incompleto en el option-play, pero la empresa fue imposible con el sack del SLB Antonio Jones sobre Skinner en la yarda 12 de WKU. (R: 24-21)

Un decepcionante game-plan de UGA cava su propia tumba

En posiblemente el partido más importante de la historia de Oklahoma State, en un game-opener de magnitud inédita para este modesto programa (primera vez que aparecen dentro del Top10 de un ranking de pretemporada) y con todos los tickets vendidos ante una audiencia record sobre su graderío (53.012 espectadores), los Cowboys fueron capaces de doblegar a todo un rival élite de la SEC después de simplemente limitarse a aprovechar cada una de las opciones y comodidades que le brindaron los Dwags. UGA comenzó el partido según el guión previsto, apoyándose en su veterana y profunda OL, castigando y golpeando el limitado en tamaño frente defensivo de OSU con Richard Samuel y buscando al WR estelar AJ Green en el play-action, para que finalmente el QB Joe Cox (15/30 para 162 yardas, 1 TD y 1 INT) encontrase en la endzone a Michael Moore con un jump-ball, en un drive contundente de más de 5 minutos, pero a partir de entonces, Georgia se sumergió en un play-calling muy cuestionable al abandonar completamente e inesperadamente el juego terrestre físico golpeando los agujeros con Samuel y situando constantemente en Shootgun a Joe Cox, quien, además, fue incapaz de encontrar a AJ Green (4 recep. para 52 yardas), constantemente abierto. De todos modos, tampoco debemos desacreditar el trabajo de la secundaria de los Cowboys, quienes fueron capaces de adaptarse con sorprendente éxito a las exigencias físicas del encuentro y el debut del coordinador Bill Young no pudo ser más esperanzador. Antes del descanso, después de que UGA fuese incapaz de ampliar su ventaja, Zac Robinson encontraría en la endzone al WR súper estrella Dez Bryant en una bomba de 46 yardas, después de que el genial receptor consiguiese sobrepasar toda la secundaria por primera vez en el partido para conseguir ajustarse y bajar espectacularmente el balón a la endzone en un diving-catch con varios defensores sobre su cara. El safety Lucien Antoine forzaría un fumble sobre el RB Carlton Thomas permitiendo a OSU irse al descanso con tres puntos de diferencia después del FG de 28 yardas del PK Dan Bailey.

La defensa de Georgia liderada por el veloz LB Rennie Curran haría su trabajo durante la tarde-noche de Stillwater; intimidando físicamente y empleando el trash-talk sobre Dez Bryant (3 recep. para 77 yardas y 2 TD), pero sobre todo, limitando a este high-powered-offense a tan sólo 135 yardas aéreas y a un solo primer down de diferencia frente a su ataque. Un fumble del nose-guard Shane Jarka sobre Joe Cox en la yarda 32 de UGA sentenciaría el partido a 8 minutos del final del partido, después de que a continuación, Robinson se aliaría de nuevo con Dez Bryant en un quick-throw de 12 yardas para TD. (R: 10-24)

St. Louis asiste al nacimiento de una futura estrella

En el debut soñado, el QB sophomore Blaine Gabbert lanzaría tres pases para touchdown, incluyendo un lanzamiento de 49 yardas sobre el WR Wes Kemp y uno de 46 yardas sobre Jared Pery, y además anotaría en un scramble de 8 yardas, en este clásico duelo de St. Louis donde sorprendentemente Missouri vencería con abrumante superioridad a una inexistente Fighting Illini. Los pupilos del coach Ron Zook perderían a su WR estrella Arrelious Benn debido a una lesión de rodilla en el primer drive de todo el partido y nunca conseguirían algún tipo de productividad ofensiva. Los Tigers ya contaban con un colchón enorme liderando 30-3 antes de que Illinois consiguiera finalmente llegar a la endzone en el último cuarto con una carrera de una yarda del RB Mikel Leshoure. Mizzou demostró que tiene piezas para acelerar la etapa de transición post Chase Daniel y Jeremy Maclin, sobre todo su QB Blaine Gabbert (experimentó la mejor actuación en un debut bajo el coach Gary Pinkel), quien presenta las características de una súper estrella del futuro con una presencia madura, un fantástico, poderoso y activo brazo, y la movilidad suficiente para que los linebackers rivales respeten su scramble. Esta es la quinta victoria consecutiva de Missouri en estas series en localidad neutral. (R: 37-9)

Los Irish recobran la esperanza

Notre Dame se mostró como una auténtico máquina de precisión y extrema explosividad con su QB Jimmy Clausen (15/18 para 315 yardas y 4 TD) lanzando cuatro pases para TD, de los cuales tres fueron dirigidos al sensacional wide-out Michael Floyd (4 recep. para 189 yardas y 3 TD), incluyendo big-plays de 70 y 88 yardas (el tercer pase más largo en la longeva historia de ND), en una tónica habitual durante toda la tarde en South Bend. Armando Allen añadió una anotación de 1 yarda en los últimos momento de la primera parte para llevar a los Irish al descanso con un cómodo 28-0. El ataque terrestre de los Wolfpack, el cual se espera que se encuentre entre los mejores de toda la nación, fue reducido a tan sólo 184 yardas, convirtiendo únicamente 2 veces de 11 oportunidades de terceros downs. Además, Nevada tuvo uno de los mejores puss-rushes de toda la nación el pasado año, recuperando a tres integrantes de la línea defensiva, sin embargo, la excelente actuación de la línea ofensiva de los Irish no permitió ningún sack. Este es el primer shutout de ND desde 2002, en un día donde totalizarían 510 yardas. (R: 0-35)

Alabama da un golpe sobre la mesa

Muchos dudaron de los Crimson Tide como candidatos a todo en esta presente temporada, pero en una fantástica segunda parte (especialmente el último cuarto) liderada por el RB sophomore Mark Ingram (26 carreras para 150 yardas y 1 TD), mostró al planeta entero que Alabama dispone de ataque y carácter suficiente para recuperar un amplio déficit sobre el marcador, teniendo además en cuenta que probablemente, después de los propios Tide, la defensa del coach Frank Beamer y Bud Foster es la mejor de todo el país. Y es que la defensa de ‘Bama se mostró sofocante y agresiva durante todo el partido, adoptando múltiples aspectos, provocando constante caos y amenazando con constantes blitzes, consiguiendo que la noche fuese completamente infernal para el QB junior Tyrod Taylor, quien en ningún momento pudo mostrar sus excepcionales habilidades como scrambler (-21 yardas de carrera en 10 intentos), pero es que la defensa de Alabama únicamente permitió la ridícula cifra de 155 yardas totales (91 pase y 64 terrestres) y sí no llega a ser por el retorno de 98 yardas de Dyrell Roberts y el error garrafal de concentración en cobertura de Marquis Johnson rematado por la inexplicable falta personal de Rolando McClain, donde incluso cerca estuvo de golpear a un referee, en una acción impropia de una persona de su carácter, los Hokies apenas habrían sido capaces de alcanzar la endzone Crimson Tide.

De todos modos, Alabama sorprendería a todos (y a los propios Hokies) incluyendo una amplia gama de paquetes en Wildcat con Mark Ingram tomando el snap directo, pero apenas funcionó, como tampoco lo hizo el juego aéreo durante toda la primera parte. Greg McElroy, en su primera titularidad sustituyendo al graduado JP Wilson, sufrió terriblemente la agresiva zone-coverage de los Hokies (comenzó 6 de 18, con 9 pases consecutivos incompletos, para 94 yardas y 1 INT) y aunque la reconstruida línea ofensiva de ‘Bama conseguía proteger a su QB (apenas apareció el DE estelar Jason Worilds, hasta que permutaría al lado opuesto sobre el RG Drew Davis), el frente defensivo de VTU impuso su poderío y supremacía sobre las trincheras, dejando prácticamente esteril el juego terrestre de los Tide. En los momentos más complicados para McElroy, tuvo que aparecer el de siempre, el estelar WR sophomore Julio Jones, quien con una recepción de auténtico circo poniendo un pie en el campo antes de salir por la banda y ante doble cobertura (McElroy incluso no obviaba buscarle en situaciones tan comprometidas) conseguía desatascar el juego ofensivo de los Tide cuando más problemas hubo para ellos. Más tarde, Julio conseguiría otra recepción con las yemas de sus dedos ante tráfico Hokie para que el RB Roy Upchurch, siguiendo los excepcionales bloqueos zonales de la línea ofensiva de Alabama, se adentrase en la endzone atropellando a un defensor. Upchurch conseguiría otro big-play al comenzar la segunda parte, pero cuando se encaminaba directo a la endzone, el LB Cody Grimm forzaría el fumble que él mismo recuperaría.

Posiblemente uno de los momentos claves del partido se produjo cuando Ryan Williams (13 carreras para 71 yardas y 2 TD) convirtió con éxito un tercer down corto en mitad del campo en el último cuarto, sin embargo, un holding innecesario del RG Jaymes Brooks sobre el safety Mark Barron, originó que en la siguiente jugada McElroy ejecutaría el play-action para conectar con una bomba sobre Marquis Maze en la yarda 6 de VTU, que Ingram anotaba tomando el snap en shotgun. McElroy conectaría en el fondo de la endzone con el TE Colin Peek en la conversión de dos puntos. Chris Rogers provocaría un fumble sobre Morgan recuperado en la 21 de VTU y ‘Bama ya comenzaba a hacerse con el control definitivo sobre la línea de scrimmage, aunque solo subiría al marcador 3 puntos con el FG de 20 yardas de Tiffin. Y cuando el partido ya parecía que adoptaba color carmesí, un nuevo error de concentración de los Tide con una falta personal de Chris Jordan en el retorno, conducía a que Ryan Williams se escapase 32 yardas para TD. Pero en el siguiente drive en apenas 3 minutos, ‘Bama mostraría su agresivo carácter ofensivo con McElroy (15/30 para 230 yardas, 1 TD y 1 INT) encontrando en el seam a Peak y ejecutando a continuación un screen-play sobre Ingram perfectamente diseñado para touchdown. (R: 34-24)

Snead se muestra al final para cerrar una gris victoria

Debido a la proximidad entre ambos campus (apenas 140 kilómetros desde Oxford a Memphis), una gran cantidad de fanáticos de los Rebels consiguieron que la visita de Ole Miss a Memphis fuese prácticamente un duelo local. En un partido gris con falta de chispa y carácter, muy característico de estos momentos de la temporada, Ole Miss consiguió aprovechar diversas posiciones de campo favorables y errores puntuales de los Tigers, para abrir la temporada con una victoria en su aval (R: 45-14).

El QB senior Arkelon Hall fue uno de los grandes responsables de varios puntos sobre el marcador de los Rebels con sus pobres decisiones. Las posiciones de campo fueron también toda otra quimera para Memphis. Un mediocre punt de 31 yardas del punter Matt Reagan dejaba en franquicia un drive sencillo y cómodo para los Rebels desde la propia 26 de Memphis. El eléctrico y versátil WR Dexter McCluster comandaría por “aire y tierra” el drive para que Brandon Bolden lo rematase en la endzone poniendo ya algo de margen en el primer cuarto. El propio Matt Reagan fallaría más tarde un FG muy largo de 49 yardas golpeando contundentemente y con bastante amplitud sobre el goal-post derecho, sin embargo, con McCluster completamente abierto sobre el lado derecho junto a la banda, el súper-estrella QB Jevan Snead (12 de 22 para 175 yardas, 2 TDs y 2 INTs) ejecutaría un lanzamiento muy impreciso que caía mansamente sobre las manos del CB Deante’ Lamar, cuyo big-play sería rematado finalmente por un poderoso TD de carrera por el centro de Steele, quien reducía la distancia a únicamente tres puntos sobre el marcador. Un nuevo horrible lanzamiento profundo de Snead ante doble cobertura, confiando terriblemente en su poderoso brazo y sin posibilidad alguna de ser completado, sería también interceptado por el safety Darius Davis. Pero el momento clave del partido se produjo en un error de lectura sobre los safeties de los Rebels por parte de Arkelon Hall, quien sería interceptado mansamente por el SS Fon Ingram, retornándolo 38 yardas para TD, a falta de únicamente 41 segundos para el final de la primera parte. Otro momento muy importante en el transcurso de este duelo se produjo en la segunda parte, con Memphis enfrentándose acertadamente a un 4th down corto en la yarda 40 de Ole Miss, pero en un play-calling muy controvertido, los Tigers decidieron correr por dentro con Steele frente al evidente muro de los Rebels liderado por el masivo DT Jerrell Powe, quienes consiguieron penetrar el pocket con extrema facilidad, deteniendo mansamente la jugada sobre la línea de scrimmage. Tras el turnover-on-downs, un snap directo de McCluster en la célebre Wild-Rebel ampliaría la ventaja a 17 puntos en el último cuarto, a pesar de que el estelar RB Curtis Steele, a continuación, anotase con poderío en un drive muy consistente. Finalmente, Snead conectaría 19 yardas en la endzone con Markeith Summers y en la siguiente posesión de Memphis, el DE Greg Hardy recuperaría un fumble en un horrible pitch de Arkelon Hall, para cerrar en los instantes finales el encuentro, una tónica habitual en la carrera de Snead en Oxford.

Estacada de autoridad de Cincci frente a un favorito en la BigEast

Que el coach Brian Kelly en tan sólo dos años en Cinccinati haya conseguido ya un título de la Big East, haya llevado a los Bearcats a su primera bowl BCS de la historia y sea mencionado en multitud de ocasiones para varios puestos como head-coach vacantes, sin duda, deja claro que estamos frente a uno de los mejores de su gremio. Sí además sumamos el hecho de que su trabajo con su actual coordinador de ataque Jeff Quinn se remonta a 18 años atrás en el tiempo, podemos entender entonces el porque del automatismo, refinamiento y perfección de su actual Spread-Offense en Ohio.

Un ejemplo claro ha sido esta misma semana en su visita a Piscataway la tarde-noche del lunes, donde sus Bearcats han dado una demostración absoluta de cómo correr con eficiencia y de cualquier modo una No-Huddle Spread en estos momentos de la temporada, frente a unos Scarlet Knights de Greg Schiano completamente irreconocibles. Kelly fue con un plan muy claro; abrir el terreno de juego y que Tony Pike (27/34 para 362 yardas, 3 TDs y 1 INTs) fuese capaz de distribuir sus lanzamientos por todo el campo (hasta un total de 10 jugadores recibieron algún balón), e incluso introdujo en situaciones de goal-line una nueva variante con su antiestética pero eficaz Wildcat figurando al TE freshman Travis Kelce (2 TDs), algo para lo que no estaba preparado Rutgers defensivamente. Los Scarlet Nnights mostraron una grave falta de entusiasmo, focalización, capacidad de ejecución e intensidad que incitaron a que fuesen humillados completamente por el ataque de los Bearcats, el cual no destacó la temporada pasada por ser uno especialmente explosivo, aunque el número de efectivos recuperados esta temporada, con una OL que dominó completamente la batalla de trincheras y marcó el tempo de este partido, pueden convertir a esta unidad en muy especial. De todos modos, al final de la primera parte, Rutgers colaboró en el despegue definitivo de Cincci sobre el marcador en un intento por reducir diferencias antes del descanso, con las consecutivas intercepciones de los defensive-backs Aaron Webster y JK Schaffer sobre un horrible QB senior Domenic Natale (3 INTs), quien en esa segunda intercepción intentaría de nuevo un deep-out al lado izquierdo sobre el WR Tim Brown, en una jugada que funcionó anteriormente como una de las más destacadas de los escarlatas, pero que en ese instante, la defensa de los Bearcats ya se había ajustado sobre ella. Lo más destacado para Rutgers, sí realmente hubo algo que pudo ser definido como destacable de tan desastrosa noche, fue el sólido e ilusionante debut de uno de los QBs más condecorados de su clase, el true-freshman Tom Savage (15/23 para 135 yardas, 1 TDs y 0 INTs), quien conectaría en la endzone con Shamar Graves en su primer TD como universitario, para inmediatamente completar la conversión de dos puntos con otro true-freshman como el wide-out Mohamed Sanu (10 recepciones para 101 yardas), quien brilló especialmente y puede que las esperanzas futuras de Rutgers emerjan de esta joven combinación. Igual el porvenir no es tan negro en Piscataway. (R: 47-16)

Una batalla como las de antaño

Han pasado ya varios años desde los célebres Wide-Left, Right o el Miami-Muff, pero este Laborday Showdown del pasado lunes noche en primetime pasará a formar parte de la dilatada hemeroteca de esta histórica rivalidad. En un enfrentamiento que más bien se esperaba de corte defensivo, los ataques trataron como títeres a ambas defensas convirtiendo el duelo en todo un inesperado shootout, a pesar de que durante la primera parte, el partido ralló en una máxima igualdad entre ambos squats. Un error clamoroso de cobertura dejaba completamente abierto en la endzone al wide-out Travis Benjamin en el primer drive del encuentro, para que Jacory Harris completase con facilidad un touch-pass de 39 yardas, pero inmediatamente, tras un fantástico drive de más de 7 minutos, un extremadamente mejorado Chris Ponder encontraría al TE Caz Piurowski en la endzone, después de un despiste en la asignación de su marca del LB Sean Spence. La diferencia en esta primera parte tan igualada la marcaría un FG de 52 yardas de Dustin Hopkins para Florida State, mientras que Miami, por el contrario, anotaría con una carrera de 6 yardas de Javarris James. Ponder aún tuvo la oportunidad de guiar al descanso a FSU con ventaja en el marcador, sin embargo, en su primera decisión pobre de toda la noche acabaría siendo interceptado por Randy Phillips en la endzone.

En la segunda parte, Florida State consiguió hacer funcionar la carrera con consistencia, provocando que los linebackers de Miami se mostrasen constantemente confusos ante la amenaza del juego terrestre, abriendo líneas y espacios para los receptores entre los propios linebackers y la secundaria, además de permitir que cuajase el play-action. Los Seminoles se hicieron con el control del partido durante el tercer cuarto y consiguieron materializar en el marcador esta superioridad con el TD de carrera en un direct-snap de 6 yardas perfectamente diseñado y ejecutado por la OL sobre Christian Ponder y más tarde con un drive de libro resuelto por el WR Taiwan Easterling en campo abierto. Aún Christian Ponder tuvo la posibilidad de aprovechar este momentum a favor de FSU en el partido, sin embargo, un sack y fumble forzado por el end Marcus Robinson en la yarda 29 de Miami, detenía esta inercia en una jugada clave en el desenlace. En la siguiente posesión, Jacory Harris situaría a los ‘Canes por delante en el marcador en un QB-sneak después de que el RB X-Factor Craig Cooper explotase en velocidad en una espectacular carrera de 12 yardas sobre el lado derecho, aunque en el siguiente drive de Miami, una penetración en el backfield del safety true-freshman Greg Reid, en una actuación soberbia en su primer partido como ‘Nole, bloquearía con las yemas de sus manos el lanzamiento de Harris sobre la línea de scrimmage para que saliese despedido cayendo mansamente sobre las manos del end Markus White, quien lo retornaría 31 yardas para TD. El speedster Craig Cooper ya se mostraría con anterioridad tras un eléctrico kickoff de 63 yardas y una espectacular carrera mostrando su fascinante velocidad, pero llegaría aquí su momento estelar al conseguir una recepción de 24 yardas en la endzone aprovechándose del evidente miss-match con un linebacker ‘Nole y con una carrera de 3 yardas poniendo por delante a Miami, después de que Jacory Harris, manteniendo su visión profunda en el campo, conectaría con un impresionante lanzamiento de 40 yardas sobre un complejo deep-out de Travis Benjamin. Florida State tuvo una última oportunidad gracias a un scramble de Christian Ponder de 30 yardas dejando a los ‘Noles en la 12 de Miami, pero una mala gestión del reloj desde la banda provocó que FSU tuviese que ejecutar sus jugadas desde la 5 de Miami con bastante urgencia. Primero Ponder buscó el fade en la esquina de la endzone sobre Jarmon Forston, pero Brandon Harris con un manotazo desbarataba la jugada, después tuvo que deshacerse apresudaramente del balón ante el blitz de los Hurricanes y en la última y definitiva jugada, conseguía aparentemente conectar con el propio Forston en la endzone con 0 segundos sobre el reloj, sin embargo, un lanzamiento bastante corto provocaría que el balón golpease sobre el suelo sin que Forston fuese capaz de situar sus manos por debajo. (R: 38-34)

La diferencia la marcó un Jacory Harris (21/34 para 386 yardas – record personal – 2 TD y 2 INT) sereno y con una fantástica auto confianza sin que le temblase el pulso en los momentos clave, en contraposición de Ponder (24/41 para 294 yardas, 2 TD y 1 INT), quien, en cambio, no sería capaz de marcar la diferencia en los instante finales del partido.

 

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Israel Llata
Israel Llata es natural de Maliaño, una localidad de Santander (Cantabria). Ingeniero informático de profesión y aficionado al fútbol americano desde mediados de los años 90, asombrado por la habilidad atlética del quarterback Steve Young y aquellos exitosos 49ers. En los últimos tiempos centraría su mirada sobre un desconocido pero excitante college football, destapando su corazón como entusiasta aficionado de Alabama, una institución a la que rinde culto. Analiza en su columna semanal la jornada universitaria desde 2007. @israel_lata

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