Posiblemente la offseason más movida de la NFL, o al menos la más discutida, ha sido la de los Eagles. Empezando por el control absoluto adjudicado a Chip Kelly por parte de Jeffrey Lurie a principios de 2015, lo que no hace más que confirmar la confianza depositada en el ex-entrenador de Oregon y su proyecto de futuro, pasando por la fase de agencia libre y terminando por las infinitas especulaciones acerca del Draft.
Paso por paso, que hay mucho que analizar.
Empezamos situándonos en Enero de 2015, cuando el dueño de los Philadelphia Eagles decide cambiar la estructura de mando en los despachos. Kelly quería a Howie Roseman fuera del puesto de General Manager, pese a que en 2014 tras cortar a DeSean Jackson en lo que fue su mejor temporada en la liga tras 6 años se supiese que Chip era el hombre que movía los hilos y tomaba las decisiones en la sombra. Era el momento de dar el paso, era el momento de que Chip fuese la cabeza visible de tan ambicioso programa.
La cosa no pudo ser más drástica, Howie fuera, Chip dentro. A partir de aquí empieza la locura. Los Eagles poseían alrededor de unos 15 millones de espacio salarial, insuficiente para fijar los huecos que había dejado ver la defensa la pasada temporada, sobretodo en la secundaria. Chip tenía una visión y la tenía clara, había gente en el roster prescindible. Empezando por el TE James Casey, tercero en la rotación, jugador de equipos especiales y utilizado como FB en ocasiones contadas. Siguiendo por el G titular Todd Herremans tras 10 temporadas con los de Philadelphia. Continuando con el CB también titular Cary Williams, su discutida campaña y su más que conocido gusto por sacar la lengua a pasear. Tampoco se salvó del corte el OLB titular Trent Cole. Y por último dejando probar suerte en la agencia libre a dos titulares como el S Nate Allen y el CB Bradley Fletcher.
A pocos días de comenzar la agencia libre y pese a que no se podía anunciar ningún traspaso de manera oficial, explotó la bomba en el mundillo. Los Eagles habían decidido traspasar a su mejor RB, uno de los mejores de la NFL y uno de los mejores en la historia de la franquicia, alguien consolidado y temido por las defensas rivales como LeSean McCoy. Los Eagles habían mandado dirección Buffalo a “Shady” a cambio del LB Kiko Alonso, el cual viene de haber disputado una sola temporada en la NFL, la anterior la pasó en blanco tras romperse el ACL en la pretemporada anterior. Poco tardó la especulación, la mayoría, entre los que me incluyo, se echaron las manos a la cabeza nada más leerlo, nadie entendía el porqué. Traspaso a pelo, sin rondas de Draft.
Con el paso de los días el “Chip Kelly se está cargando la franquicia” se convirtió en “Chip Kelly es un genio”, pues se iba enfriando la mente e iba cogiendo lógica lo realizado. KAlonso en su primera temporada fue Rookie Defensivo del Año, cobraba menos de 1 millón de dólares, fue entrenado en la Universidad de Oregon por el propio Kelly mientras que McCoy no se ajustaba al sistema de carrera ‘norte-sur’ que busca Chip en sus RBs, cobraría 12 millones la siguiente temporada y entraba en la edad en la que los RB estadísticamente suelen bajar el rendimiento. Con todo esto los Eagles consiguen liberar mucho espacio salarian, entrando en la agencia libre con 50 millones para trabajar, casi la mitad del límite total permitido.
LA AGENCIA LIBRE
El 3 de Marzo comienza la agencia libre, las expectativas de los aficionados estaban por las nubes. El nombre más pedido era el del CB de los Seattle Seahawks, Byron Maxwell, y teniendo en cuenta que en la secundaria de los Eagles solo había en nómina un jugador de los cuatro titulares del año pasado… blanco y en botella. Maxwell firma por 63 millones y 6 años. Seguramente el segundo nombre más pedido por los aficionados era el de un FS al que poner a la par de Malcom Jenkins, ese hueco prácticamente estaba reservado para Devin McCourty, el cual decidió cobrar menos dinero y quedarse en los Patriots. El primer palo a la franquicia había sido dado.
Pese a esto la agitación no paró ni un solo segundo, los Eagles decidieron prescindir también de su QB titular las dos últimas temporadas, quien los había guiado a sendos 10-6 en regular season, Nick Foles y varias rondas fueron mandadas a los Rams a cambio del QB Sam Bradford, sus continuas lesiones y otras rondas de Draft. Era obligatorio seguir fijando la secundaria, había puestos vacantes en el equipo, se firmó por un año al también lesionado CB Walter Thurmond III procedente de los Giants, el cual deberá pelear por la titularidad al otro lado de Maxwell en el training camp con Brandon Boykin (si finalmente se queda en el equipo), Nolan Carrol y Jaylen Watkins. Especial interés hay en como se llevarán Boykin y Thurmond tras el intercambio de palabras en Twitter hace unos meses.
Tras conseguir a Bradford y no sabiendo si se podrá mantener sano había que renovar al segundo QB, por si acaso. Esto fue lo que se hizo con Mark Sánchez, dos años a razón de 16 millones como máximo y 5’5 millones garantizados, quizás un poco excesivo, pero si contamos que el año pasado jugó media temporada de titular y esta temporada nadie garantiza que no lo vuelva a hacer me parece que está dentro de lo asequible. Ahora la cuestión era renovar a Brandon Graham, el OLB por el que andaban los Giants en conversaciones, él quería ser titular y con la salida de Trent Cole se le abrió esa posibilidad en Philadelphia. No se lo pensó, 4 años y 26 millones (14 garantizados).
Ahora había que renovar al también lesionado DeMeco Ryans que, para hacerse una idea de la importancia en el equipo, había sido apodado “Mufasa” por Chip Kelly. La renovación fue por un año y 6.8 millones. Por último se renovó al infravalorado DE Cedric Thornton por un año. El front-seven de Philadelphia estaba consolidado. Un 3-4 formado por Cox-Curry-Thornton y acompañados por Barwin-Kendricks-Alonso-Graham. A priori uno de los mejores en la NFL, capaz de parar la carrera y ser eficientes con los blitz continuos como de bajar en cobertura. Todo esto contando que al final la altura de Kendricks no le importe a Chip Kelly y lo mantenga el en equipo.
Pasamos a la faceta ofensiva, en la que llega el segundo palo a la franquicia, Maclin no acepta los 9 millones por año que le ofrecen los Eagles y reserva sitio en el roster de los Kansas City Chiefs a razón de 11 millones por año. Se marcha a jugar en su Estado de nacimiento, con su ex-entrenador en los Eagles y en donde jugó durante su época universitaria con los Missouri Tigers. Si algo había dejado claro Chip Kelly es que no iba a sobre pagar a ningún jugador, da igual el nombre que llevara en la espalda y los Eagles no estaban dispuestos a igualar esa oferta pese a venir de hacer su mejor temporada en la liga. Con esto había dos huecos que rellenar en la ofensiva titular, el de RB y el de WR número 1. El primero vino con un fugaz Frank Gore, que tan pronto vino como se fue. El segundo ya fue en serio, y tan en serio. Alguien que ya había compartido vestuario en Oklahoma con Sam Bradford durante su época universitaria.
De repente y no se sabe como, empezó a sonar el nombre de DeMarco Murray y el mutuo interés de ambas partes en llegar a un acuerdo. El RB era del estilo que buscaba Chip Kelly, con tamaño, de los que ven el hueco y meten la cabeza, de los que no es normal que pierdan yardas buscando un pasillo limpio, alguien que no para de mover los pies tras contacto pero con la técnica suficiente para hacer cortes limpios y dejar sentados en campo abierto a los defensores. Poco tardó en hacerse oficial, 42 millones por 5 años y 21 garantizados, además de quitárselo al máximo rival de división, los Dallas Cowboys. Dos por uno. Los contras, sus continuas lesiones y el excesivo trabajo que tuvo el año pasado en los Cowboys. Por si acaso se fichó al RB procedente de los San Diego Chargers, Ryan Matthews, también del estilo anteriormente mencionado, los contras de este jugador, los que vienen siendo habituales en los fichajes de este año, las continuas lesiones. Pasando a la faceta de pase, el hueco de Maclin iba a ser difícil de cubrir, más que nada porque en la agencia libre no había receptores valorados por los que hacer una buena oferta, pero teniendo uno de los Drafts más prometedores en esa posición y un esquema diseñado específicamente para dejar solos a los receptores no había prisa. Los Eagles llegaron a un acuerdo con el receptor veterano Miles Austin, el cual podrá aportar experiencia a un grupo joven formado por el prometedor Jordan Matthews y el –esperemos- también precoz Josh Huff.
La tónica seguida esta offseason es fichar a jugadores que puedan aportar desde el día uno, da igual su pasado contuso, el futuro pasará por Chip Kelly y su más de millón y medio invertido en ‘Sports Science’ para la recuperación, tratamiento y prevención de las lesiones -el cual tendremos tiempo de analizar en profundo a lo largo de la temporada-. Lo que sí está claro es que el coordinador de ‘Sports Science’, Shaun Huls, puede entrar en la oficina que quiera dentro del Nova Care Complex pidiendo una subida de salario, pues seguramente sea la persona más importante en la organización este año.
Y AHORA TEBOW
Y tal de alocada como empezó la offseason de los Eagles, “acaba”. Y entrecomillo acaba porque dudo mucho que Chip no nos tenga guardada alguna que otra sorpresa antes del inicio de la temporada, su último as es uno llamado Tim Tebow. Mientras muchos se preguntan el porqué de este fichaje, Kelly piensa el ¿por qué no? Partimos de la base que Tebow es un QB de College, en el que no solo logró records individuales, sino que ganó un campeonato y el trofeo Heisman. ¿Y quién si no puede sacarle rendimiento a este tipo de QB que Chip Kelly? Muchos dirán que si Belichick no le pudo sacar provecho ninguno lo hará, pero aunque Belichick dirige la ofensiva su gran virtud es la defensa, y si existe alguien en la faz de la Tierra capaz de sacar lo máximo en un jugador de ataque ese hombre es Kelly, las estadísticas corroboran esto. No digo que vaya a ser el QB titular, pero sí que su rango de utilidad es mucho mayor en esta spread-offense. Tanto como fullback, como QB en diversas circunstancias (read option)… Su rango se abre a infinidad posibilidades. Al haber firmado por un año diría que el riesgo de este fichaje es cero.
Pero esto no acaba aquí, todavía queda el Draft el 30 de Abril, en el cual deben ser cubiertas varias posiciones. Desde prioridades como un safety, cornerback, receptor o línea ofensiva hasta lo que pueda pasar con el ya sobradamente conocido Marcus Mariota y el amor que tiene Chip por este jugador.
Nadie sabe cómo les irá en el futuro, lo que sí es necesario para que salga bien es que en la organización vayan todos a una, y eso se está cumpliendo. La cultura del trabajo está siendo implantada, nada de divas. Chip Kelly es un hombre sin mujer, sin hijos, que mastica football 24 horas al día, 7 días a la semana, vive por y para ello. Si hay algo que no se le pueda cuestionar es la ambición, así que dejemos que todo fluya y salga como tenga que salir. Ya tendremos tiempo de analizar resultados a final de temporada. Como fan de este equipo pienso que se está forjando algo grande, no sé si pronto o tarde, pero con tiempo confío en que dé sus frutos.