Pittsburgh Steelers 2015

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Los Steelers serán duro rival en postemporada (steelers.com)

RANKINGS 2014 (11-5)

Ataque Media NFL
Puntos Anotados 27,2
Yardas Totales 411,1
Yardas de Carrera 109,5 16º
Yardas de Pase 301,6
Defensa Media NFL
Puntos encajados 23,0 18º
Yardas totales permitidas 353,4 18º
Yardas de carrera permitidas 100,3
Yardas de pase permitidas 253,1 27º

TRANSACCIONES PRINCIPALES

SALIDAS:

Lance Moore, WR (Lions)
Brett Keisel, DE (F.A)
Troy Polamalu, S (RET)
Jason Worilds, LB (RET)

LLEGADAS:

DeAngelo Williams, RB (Panthers)

DRAFT CLASS 2015

1(22) Bud Dupree OLB Kentucky
2(24) Senquez Golson CB Ole Miss
3(23) Sammie Coates WR Auburn
4(22) Doran Grant CB Ohio State
5(24) Jesse James TE Penn State
6(23) L.T. Walton DT Central Michigan
6(36) Anthony Chickillo DE Miami (FL)
7(22) Gerod Holliman S Louisville

Tras dos temporadas con records de 8-8, los Steelers (11-5) volvieron a los playoffs tras realizar un sensacional segundo tramo de temporada. Finalmente, la dolorosa derrota frente a los Ravens en wildcards empañó un poco el crecimiento de un equipo que comienza a cerrar su ciclo de renovación con las esperanzas de volver a ser uno de los primeros espadas de la competición.

Con la vuelta a la postseason, también se cerraron las dudas en torno a la figura de Mike Tomlin, cuya renovación esta primavera reafirma su proyecto al frente del equipo.

En 2015, los Steelers partirán desde un segundo grupo de contendientes y, aunque todavía el proyecto necesita de una temporada más, no será excusa para contentar a una afición sedienta del protagonismo que otorga el mes de Enero.

Una ofensiva de primer nivel, así como una joven defensa con ganas de devolver a la unidad a donde por historia y tradición se merece, tendrán que ofrecer su mejor nivel para hacer frente al calendario más difícil de entre todos los equipos de la liga.

La última vez que el equipo se vio en esta tesitura terminaron como campeones en 2008.

A la tercera fue la vencida. Todd Haley consiguió sacar lo mejor de una ofensiva que llevaba un par de años amenazando con explotar, pero que finalmente nunca terminaba de conseguirlo por una u otras razones. Atrás quedaron los debates sobre su mala gestión a la hora de llamar las jugadas, así como sus disputas con Ben Roethlisberger.

Los números hablan por sí mismos: Segundo mejor equipo en yardas totales conseguidas, séptimo en puntos anotados y records de yardas dentro de la franquicia en las posiciones de QB, RB y WR.

Esta temporada la ofensiva prometía ser incluso más poderosa que la campaña anterior, pero una pretemporada llena de contratiempos con lesiones y sanciones, supondrán un duro revés para una unidad que ya tenía que soportar la responsabilidad de tirar del equipo mientras la nueva defensa se va acoplando al nuevo sistema.

Pero si hablamos de responsabilidad tendremos que hacerlo de Ben Roethlisberger, el hombre sobre el que recaerá todo el peso del equipo durante las primeras semanas.

Big Ben viene de la mejor temporada de su carrera, y no sólo en cuanto a números se refiere, sino también en cuanto a liderazgo.

Roethlisberger lideró la liga en cuanto a yardas conseguidas (4952), empató su record personal de TD (32) y firmó su mejor porcentaje de conversión de pases (67%). Sin embargo, lo más positivo de la temporada pasada de Ben fueron sus dotes como líder. Ahora ya se puede decir que el QB es la cara de la franquicia. Su proceso de maduración en los últimos años se ha completado y, a sus 32 años, Ben Roethlisnerger se encuentra en su mejor momento como jugador profesional.

Como quarterback suplente, y en uno de los movimientos más sorprendentes del verano, se ha incorporado a Michael Vick.  A pesar de que Vick nunca tuvo la carrera que muchos le presuponíamos, a sus 35 años sigue teniendo un brazo potente, así como una movilidad de primer nivel. Será el mejor backup que los Steelers han tenido en años.

El tercer QB volverá a ser Landry Jones, un jugador en el que se ha invertido mucho tiempo, pero cuyos resultados no han estado cerca de ser los esperados.

El juego terrestre está de vuelta en Pittsburgh, bajo la figura de LeVeon Bell. Pocos jugadores han impactado tanto en los últimos años como este joven corredor, que en su segundo año ya se ha convertido en uno de los RB más completos de la NFL (1360 yardas terrestres y 854 por aire). Su baja en playoffs fue determinante la pasada campaña.

Como segundo corredor se ha incorporado al veterano DeAngelo Williams, que tendrá un papel fundamental en los dos primeros partidos en los que Bell causará baja por sanción.

Williams ha perdido velocidad, pero sigue siendo un corredor muy completo. Además, esta contratación también ha sido realizada para que ayude en el tutelaje de Bell, tras la mala experiencia que supuso LeGarrete Blount para el chico.

Como tercer RB estará Dri Archer,  quien llegó para ser el McCluster de Haley, pero al que no se le termina de encontrar un rol dentro del equipo. La posición de fullback volverá a ser para Will Johnson.

Mucha culpa de la mejora en la ofensiva fue sin duda el aumento de rendimiento que ofreció la línea ofensiva. Si la temporada pasada la contratación del entrenador Mike Munchak despertó gran optimismo, los resultados lo corroboraron.

Con la llegada de Munchak, se ha visto la OL más sólida de los últimos años en la ciudad de los tres ríos, aunque todavía tendrá que mejorar en la regularidad de sus actuaciones.

Kelvin Beachum se ha convertido de manera silenciosa en uno de los mejores LT de la NFL. Élite en la protección del pase, todavía tiene margen de mejora en el juego terrestre. A su lado volverá Ramon Foster, quien a sus 29 años es el miembro más veterano de la unidad. Foster sigue siendo un jugador fiable y un líder dentro del vestuario.

La posición de center ha vuelto a sufrir un duro golpe tras una nueva lesión de larga duración de Maurkice Pouncey. Esta baja será imposible de reemplazar y habrá que ver cuánto afecta al desempeño de la unidad. De momento será el veterano Cody Wallace quien ocupe su lugar. También se ha incorporado a un viejo conocido: Doug Legursky, para añadir profundidad.

El lado derecho volverá a tener los dos mismos dueños del año pasado: David DeCastro y Marcus Gilbert. El primero ha cumplido las altas expectativas que trajo de Stanford, y se ha convertido en uno de los guards más completos de la liga. El segundo se ha convertido en un jugador sólido con la llegada de Munchak, pero todavía no da señales de poder llegar a ser un jugador de primer nivel. Este año será clave para él.

Dejando a un lado la ausencia de Pouncey, la profundidad de esta unidad es la mayor preocupación que se presenta. Otra lesión de cualquier titular puede tener consecuencias devastadoras, pues ninguno de los restantes jugadores ofrece garantías para ser titular en la NFL.

MVP Ataque. Ben Roethlisberger. En el mejor momento de su carrera y, tras la lesión de Pouncey, así como las sanciones de Bell y Bryant en los primeros partidos, se antoja fundamental que el mejor Roethlisberger sostenga a un equipo que contará este año con un calendario infernal.
MVP Ataque. Ben Roethlisberger.
En el mejor momento de su carrera y, tras la lesión de Pouncey, así como las sanciones de Bell y Bryant en los primeros partidos, se antoja fundamental que el mejor Roethlisberger sostenga a un equipo que contará este año con un calendario infernal.

El cuerpo de receptores es posiblemente la unidad con más talento del equipo y, como el resto de la ofensiva, su margen de mejora para esta temporada se muestra ilusionante.

Antonio Brown liderará la unidad después de cuajar una temporada de videojuego (1698 yardas, 129 rec y 13 TD). Brown se ha convertido en un WR de nivel top, dominando todos los registros de la posición, además de contar una regularidad digna de elogio.

El jugador de segundo año Martavis Bryant se convirtió en una de las revelaciones de la pasada temporada, y por fin dotó al equipo de esa arma en la redzone que el equipo tanto necesitaba. Sin embargo, la sanción de 4 partidos por consumo de sustancias prohibidas dejará al equipo sin una de las mayores amenazas profundas de la liga durante el primer mes.

Mientras Bryant cumple su sanción, Markus Wheaton deberá dar un paso al frente en su tercer año. Wheaton ha demostrado que es un jugador muy fiable en el slot, pero no ha podido consolidarse como segundo receptor. Esta temporada tendrá al menos cuatro partidos más para demostrarlo.

El cuarto receptor saldrá de la lucha entre Heyward-Bey y el rookie Sammie Coates. Ambos jugadores cuentan con grandes capacidades atléticas, pero tienen unas manos sospechosas, así como problemas para correr eficazmente las rutas.

El tight end Health Miller volverá para su undécima temporada con los Steelers. A sus 32 años, el veterano jugador realizó una de sus mejores temporadas con 761 yardas y 3 TD. Es evidente que Miller ha perdido mucho atléticamente, pero sigue siendo un jugador fiable y muy profesional que sigue dando un rendimiento óptimo.

Matt Spaeth ocupará el rol de segundo TE con más tareas bloqueando que recibiendo. El rookie Jesse James ocupará la tercera posición en el depth chart  y, salvo lesiones, no debería contar con mucho tiempo de juego esta temporada.

Qué difícil será para el aficionado de los Steelers mirar a la banda y no ver al gran Dick Lebeau dirigiendo la defensa acerera. Con Lebeau se fue uno de los mejores coordinadores que ha tenido esta franquicia en toda su historia.

Tampoco será fácil no añorar la marcha de Troy Polamalu, uno de los mejores strong safetys de la historia de la NFL y leyenda viva del equipo.

Ike Taylor, Brett Keisel… El adiós de una generación que ayudó a mantener a la defensa dentro de las 10 mejores durante una década de manera ininterrumpida.

Pero la vida sigue, y los Steelers comienzan un nuevo proyecto defensivo de la mano del DC Keith Butler, quien se pasó años esperando esta oportunidad.

Butler tendrá una difícil papeleta: Por un lado, hacer olvidar a una leyenda nunca es fácil y, por si esto fuera poco, la defensa que hereda está repleta de jóvenes jugadores que todavía no han demostrado, en su mayoría, poder ser jugadores de primer nivel.

La ausencia de un pass rusher consumado, así como las dudas que ofrece la secundaria serán dos hándicaps que el nuevo entrenador tendrá que solucionar.

Como punto de partida, ya se ha podido observar en pretemporada que el nuevo sistema otorgará mucho más protagonismo a la línea defensiva; quienes ya no tendrán sólo que estar pendientes de leer y reaccionar, sino que esta temporada se les permitirá atacar. Además, se ha visto un sistema más híbrido, alternado sistemas 3-4 con 4-3 con más presencia de formaciones  Cover 2.

Este sistema potenciará más al defensive end Cameron Heyward, quien ya se convirtió en la estrella de la defensa la campaña anterior. Heyward sigue creciendo temporada tras temporada, y es uno de los jugadores más completos de su posición. En el lado izquierdo de la línea estará el jugador de segundo año Stephon Tuitt, sobre el que hay depositadas muchas esperanzas tras mostrar flashes de jugador top en su año de rookie.  El centro de la unidad volverá a ser para el NT Steve McLendon, otro jugador al que el nuevo sistema debería de potenciar; pero primero deberá demostrar que puede mantenerse sano con regularidad.

La profundidad de esta unidad tampoco ofrece garantías en caso de lesión. El primer recambio de ambos ends será Cam Thomas, que viene de realizar una campaña vergonzosa. El rookie de sexta ronda, Leterrius Walton, es la otra opción en caso de que Thomas no ofrezca descansos de calidad a los titulares. Como sustituto del centro de la unidad estará Daniel McCullers, una montaña de jugador que sigue adaptando su tamaño a la NFL con mayor éxito del esperado.

La unidad de linebakers sigue sin despegar,  pese al enorme esfuerzo que se ha invertido para devolver a esta unidad a esplendores pasados.

Lawrence Timmons volverá a comandar el centro de la unidad y, tras conseguir su primera pro bowl, se ha erigido como el  líder de la defensa. A su lado estará una de las mayores promesas del equipo: Ryan Shazier. El jugador de segundo año es el mejor atleta de la defensa, pero tras pasarse prácticamente toda la campaña pasada lesionado es toda una incógnita en estos momentos. Si Shazier no consigue mantenerse sano, los Steelers tienen un sustituto de garantías bajo la figura de Sean Spence, quien milagrosamente se ha recuperado de una lesión altamente peligrosa.

El problema viene en los costados. Los Steelers llevan unos años en los que no terminan de encontrar ese pass rusher dominante que siempre les ha caracterizado.

Muchas esperanzas fueron depositadas en Jarvis Jones, por el que se invirtió una primera ronda y, tras dos años, sólo suma 3 sacks. El problema de Jones no es ya su producción, sino que todavía no ha mostrado señales de poder convertirse en un jugador de primer nivel.

En el otro lado estará Arthur Moats, un jugador cumplidor, inteligente y polivalente, pero que tampoco tiene pinta de convertirse en más que un jornalero.

Tan preocupante es la situación que los Steelers han tenido que sacar del retiro a una leyenda de la franquicia como James Harrison, quien a sus 37 años parece ser el jugador de más nivel. El problema es que a su edad ya no tiene la capacidad de recuperación para jugar como titular a tiempo completo. Será parte importante como jugador situacional.

Como cuarto hombre en la rotación estará la gran esperanza acerera para revertir esta situación: el rookie de primera ronda Alvin Dupree;  un chico que tiene unas capacidades atléticas fuera de lo normal, pero que también está muy verde en estos momentos para ser titular en la NFL. En la rápida adaptación de Dupree estará la solución a los problemas de presión de la defensa.

Si la carencia de presión es motivo de preocupación, lo es aún más una secundaria que ofrece dudas en prácticamente todas sus posiciones.

El lado izquierdo volverá a estar ocupado por Cortez Allen; quien se presuponía que iba a ser el sucesor de Ike Taylor, viene de realizar una temporada bochornosa en la que tuvo que ser relegado al banquillo. Allen tiene cualidades para ser titular en esta liga, pero mentalmente necesita recuperarse de esta pasada temporada para poder convertirse en lo que todos esperan de él. A su lado estará William Gay, un jugador que parece mejorar con los años y, tras ser vilipendiado por la su afición en el pasado, ha terminado por convertirse en el jugador más regular de la secundaria. Sin embargo, hace tiempo que demostró que nunca será un verdadero primer CB.

Para el puesto de nickel se ha incorporado a Brandon Boykin vía trade  desde Philadelphia. La lesión del rookie Senquez Golson (fuera para toda la temporada) fue determinante para tomar esta decisión, lo cual no quita que Boykin haya sido un movimiento que a priori pinta muy bien para esta secundaria, pues ya es uno de los mejores de la liga en esta posición y podría ser un seguro en caso de Allen vuelva a desmoronarse.

Como cuarto CB volverá Antwon Blake, un joven jugador que tiene el hándicap de su tamaño, pero que no realizó mal papel como titular en el tramo final de la pasada liga.

El rookie elegido en cuarta ronda, Dorant Grant, jugará en equipos especiales este primer año, pero si las cosas salen mal con los titulares quizá tenga más minutos de los esperados.

MVP Defensa. Cam Heyward. Tras la marcha de varios veteranos, Heyward no sólo tendrá que liderar la defensa dentro del campo, sino que también tendrá que hacerlo fuera de él.

La pareja de safetys no ofrece menos dudas. Empezando por Mike Mitchell, quien llegó la temporada pasada con la vitola de gran contratación, para finalmente convertirse en una de las grandes decepciones del equipo. Desde la organización se espera que Mitchell ofrezca mejor rendimiento este año tras finalizar el periodo de adaptación al nuevo esquema.

A su lado estará Shamarko Thomas, un caso raro dentro del equipo. Thomas ha ido perdiendo protagonismo desde su primer año, para finalmente terminar por convertirse en titular después de jugar menos que nunca. Atléticamente es un jugador superdotado, pero son los aspectos mentales los que más preocupan de su juego. Está ante una temporada clave en su carrera.

Como seguro de ambos jugadores volverá Will Allen, un veterano que conoce bien la posición y que podría terminar jugando como titular si los primeros espadas no rinden a buen nivel. Robert Golden será el cuarto jugador en la rotación, pero mayormente es un jugador de equipos especiales.

Los contratiempos también han afectado a los equipos especiales. Primero fue la lesión para toda la temporada del kicker Shaun Shuisham,  a la que siguió otra más de su sustituto, Garrett Hartley.

Finalmente, los Steelers enviaron una sexta ronda a los Jaguars a cambio de Josh Scobee, uno de los chutadores más fiables de la NFL.

El puesto de punter es todavía una incógnita. Tras un año en el que Brad Wing no ofreció demasiado rendimiento, los Steelers han traído a Jordan Berry para que sume competencia a la posición. La decisión se tomará al final de los partidos de pretemporada.

En cuanto a los retornos, pues todas las temporadas se especula con que Antonio Brown deje de retornar punts, pero cuando empieza la temporada siempre sigue haciéndolo.

Este año puede que por fin Dri Archer asuma ese rol, y así aleje el riesgo de lesión de Brown en este tipo de situaciones. También se espera que el propio Archer sustituya a Markus Wheaton en los retornos de kickoffs, en los que no tuvo mucho éxito la campaña pasada.

– El tridente formado por Roethlisberger, Bell y Brown garantizan una ofensiva de élite para la luchar por los playoffs.

– La OL se muestra sólida por primera vez en muchos años.

– El pass rush sigue sin aparecer en una liga donde cada día el juego de pase es más importante.
– La secundaria presenta muchas dudas en casi todas sus posiciones.

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