RANKINGS 2014
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TRANSACCIONES PRINCIPALES
Miles Austin, WR (Eagles)
Jordan Cameron, TE (Dolphins)
Brian Hoyer, QB (Texans)
Jabaal Sheard, LB (Patriots)
Dwayne Bowe, WR (Chiefs)
Brian Hartline, WR (Dolphins)
Josh McCown, QB (Buccaneers)
Randy Starks, DE (Dolphins)
Tramon Williams, CB (Packers)
DRAFT CLASS 2015
1(12) Danny Shelton DT Washington
1(19) Cameron Erving C Florida State
2(19) Nate Orchard OLB Utah
3(13) Duke Johnson RB Miami (FL)
3(32) Xavier Cooper DT Washington State
4(16) Ibraheim Campbell S Northwestern
4(24) Vince Mayle WR Washington State
6(13) Charles Gaines CB Louisville
6(19) Malcolm Johnson TE Mississippi State
6(22) Randall Telfer TE USC
7(2) Hayes Pullard ILB USC
7(24) Ifo Ekpre-Olomu CB Oregon
Un año más los fieles seguidores de los Browns asisten escépticos al nacimiento de un nuevo proyecto que haga que la franquicia de sus amores deje de ser conocida como «The factory of sadness». No les culpamos si no son demasiado optimistas ya que, históricamente, no tienen muchas razones para ello.
Y para muestra la temporada 2014 que arrancó de manera inesperadamente brillante con el equipo sumando victorias de la mano de su sorprendente quarterback titular, Brian Hoyer, para acabar desinflándose a final de temporada y caer en el caos y la vergüenza habituales de la mano del hombre llamado a ser la imagen de la franquicia, el ínclito (y juerguista, y alcohólico, y pésimo profesional, y…) Johnny Manziel.
La temporada acabó de mala manera, con el equipo dividido y Manziel en una clínica de rehabilitación. Todo hacía presagiar que los días de «Johnny Football» como piedra fundamental del proyecto del equipo estaban contados. La rumorología se disparó en vísperas del draft en el que los Browns estaban en todos los mentideros para hacerse con los servicios de Marcus Mariota pero, por una vez, se impuso la lógica en la franquicia de Ohio y decidieron dar otra oportunidad a un jugador por el que ya hicieron una importante inversión hace tan sólo un año.
Tiempos raros en Cleveland. El entrenador Mike Pettine sigue en su puesto y parece que hay confianza en su labor, no hipotecaron su draft para hacerse con los servicios del enésimo proyecto de quarterback salvador, ha firmado a un quarterback veterano «lo suficientemente bueno como para perder el partido» como Josh McCown y van ser pacientes para ver que se puede extraer de John (ojo al cambio de nombre) Manziel.
Las expectativas de cara a esta campaña no son demasiado buenas pero a lo mejor están sentando las bases para un futuro mejor. Trabajar a largo plazo y con paciencia suele dar resultados. Esa es la esperanza para los sufridos seguidores de los Browns.
Como antiguo coordinador defensivo Mike Pettine es partidario de practicar una filosofía conservadora cuando su equipo tiene la posesión. Pocos riesgos, pocos alardes, máxima seguridad y mínimos errores.
Para ello cuenta con la inmensa fortuna de disponer de una de las mejores líneas ofensivas de la NFL. Joe Thomas (LT) va a ver su busto en Canton en cuanto dé por concluida su excelsa carrera, el novato Joel Bitonio (LG) tuvo una impresionante temporada de debut, Alex Mack (C) iba derechito a su primera nominación para el equipo All Pro hasta que se lesionó a mitad de temporada, el lado derecho no es tan lustroso pero John Greco (RG) y Mitchell Scwartz (RT) cumplen perfectamente con su misión. Lo dicho, una línea fantástica que se derrumbó como un castillo de naipes tras la lesión de su center. Para evitar que eso vuelva a suceder los Browns apostaron por incorporar a Cameron Irving en su segunda elección de primera ronda en el pasado draft. Irving es un jugador tremendamente versátil que ha jugado en los cinco puestos de la línea aunque ha brillado especialmente en la posición de center. Todo un aviso para un Mack que se encuentra en el último año de contrato.
Protegido por esa línea la labor del quarterback se debería limitar a la de un simple gestor. Ahí es donde encaja la figura del veteranísimo McCown que puede limitarse a cumplir el expediente mientras los entrenadores siguen comprobando las evoluciones de Manziel. Si finalmente la temporada se tuerce será el momento de comprobar las evoluciones del joven quarterback sobre el terreno pero sin demasiadas presiones ni exigencias.
La otra faceta fundamental para proteger a un quarterback es disponer de un juego de carrera eficiente tarea en la que se ha fracasado desde tiempos inmemoriales. Ni siquiera un experto del reconocido prestigio de Kyle Shanahan fue capaz de hacer carburar al ataque terrestre así que veremos lo que puede hacer en este apartado su sucesor en la posición de coordinador ofensivo, John DeFilippo. De momento DeFilippo va a mantener el archifamoso sistema de bloqueo zonal pero está por ver si Isaiah Crowell, Terrance West o el novato Duke Johnson van a ser capaces de explotar los bloqueos y establecer el poderoso juego terrestre que tan necesario resulta en la AFC North.
Más les vale que así sea, porque el cuerpo de receptores no ofrece demasiadas garantías. Josh Gordon está sancionado para toda la temporada y quién sabe si volverá a jugar en la NFL de modo que Dwayne Bowe es el hipotético «go to guy». Supongo que con eso está dicho todo.
Como complementos cuentan con jugadores de perfil opuesto a Bowe, es decir excelentes profesionales pero bastante limitados en el apartado físico como Brian Hartline y el pequeño Andrew Hawkins. Completan la rotación el novato Vince Mayle y un Travis Benjamin que apenas aporta nada fuera de los equipos especiales.
La situación en el cuerpo de tight ends tampoco es demasiado halagüeña con la presencia de los discretos Jim Dray y Rob Housler, así que reiteramos nuestra observación previa, este ataque necesita correr, sí o sí.
Sin lugar a dudas esta unidad es la base del equipo aunque su rendimiento no acaba de cuajar. El nivel de calidad de los jugadores es superior a la suma del conjunto y para evitar que eso se repita los Browns vuelven a apostar como coordinador por Jim O’Neil. Veremos si de su mano este conjunto comienza a funcionar al nivel que se le supone.
Uno de los principales problemas de la defensa el año pasado fue su porosidad ante los ataques terrestres. Para solucionarlo los Browns no se han andado por las ramas y escogieron en primera ronda del draft al inmenso Danny Shelton, un nose tackle «a la antigua», capaz de absorber bloqueos pero con una explosividad y potencia realmente sorprendentes para su tamaño. Sin duda un jugador que ofrece una combinación de tamaño y velocidad muy poco frecuente y del que se espera un importante impacto en la liga.
Para acompañar al fenómeno de primera ronda en el frente de tres jugadores, los Browns apuestan por veteranos más que probados como Phil Taylor, Desmond Bryant o el infravalorado Randy Starks, brillante adquisición en la agencia libre. Sobre el papel un grupo temible.
En el exterior del cuerpo de linebackers en la 3-4 vuelven Paul Kruger y Barkevius Mingo. El primero fue capaz de disipar el mal sabor de boca que dejó su primera temporada en el equipo después de su fichaje a bombo y platillo hace dos años. Algo así esperan del flamante nº6 del draft 2013 después de una temporada de debut bastante discreta. Si Mingo es capaz de elevar su nivel a la altura de su compañero la pareja puede ser letal.
En el interior vuelve el veterano Karlos Dansby acompañado por un Craig Robertson que no acaba de romper. En cualquier caso, y a la espera de que Robertson dé finalmente el salto de calidad, una pareja más que sólida.
En la secundaria milita la joya de la corona de esta defensa, el cornerback Joe Haden que es, sin lugar a dudas, uno de los mejores de la competición. Los problemas llegan a la hora de encontrar una pareja de baile a su altura. Para ello los Browns emplearon un pick de primera ronda en el 2014 en Justin Gilbert, pero su juego y comportamiento no han podido ser más decepcionantes. A la espera de que el muchacho dé signos de madurez los Browns se han cubierto las espaldas con el fichaje del veterano Tramon Williams, un jugador sólido y curtido en mil batallas. K’Waun Williams se postula como nickelback por delante de Gilbert y el novato Charles Gaines completa el plantel de cornerbacks.
En la posición de safety no hay novedad y repite la excelente pareja conformada por el veterano Donte Whitner y el menos experto pero no menos brillante Tashaun Gipson. Un dúo de campanillas que pone el justo colofón a una defensa que, por nombres, lo tiene todo para dominar. Veremos si este año dan el paso definitivo.
La posición de pateador ha sido un quebradero de cabeza desde la marcha del venerable Phil Dawson y la verdad es que quienquiera que gane la competición entre Carey Spear y Travis Coon no parece ofrecer demasiadas garantías.
Mucho más sólidas parecen las opciones a la hora de despejar el balón, con el fichaje del soberbio Andy Lee, y de retornarlo, con un Travis Benjamin que es tan buen retornador como deficiente receptor.
– Por primera vez en mucho tiempo se han hecho las cosas con sentido desde los despachos. – La defensa tiene calidad de sobra para ser una de las mejores de la competición. – La línea ofensiva ha demostrado que puede dominar. |
– ¿Cuanto durará la cordura? – La ausencia de «jugones» en ataque es alarmante. -¿Habrá paciencia en el proceso de desarrollo de Johnny Manziel? |