La factoría de Hollywood, tan llena de refritos y falta de ideas en estos últimos tiempos, consiguió el pasado Febrero, un guión épico y de lágrima fácil, que estoy seguro, acabaremos viendo en nuestras carteleras tarde o temprano. Si lo conseguido tras la tragedia del 2005 ya daba para una película digna, la conquista de la Superbowl XLIV por parte de los New Orleans Saints, va a conseguir ser todo un blockbuster. Cuando llegó a Louisiana, Drew Brees, dijo algo asi como “En Miami tenía la oportunidad de reconstruir una franquicia, aquí tengo la oportunidad de reconstruir una ciudad…”
Como dirían por aquellas tierras, “mission accomplished”. Tras un inicio de temporada brutal, los Saints soñaban con la temporada perfecta, la cual no llegó, bien por despistes, bien por descanso, Pero tras un 13-0, los Saints perdieron los tres últimos partidos de la regular, y, aunque mantuvieron el #1 de la NFC, surgieron ciertas dudas. Sin embargo, apareció una defensa durísima que sacó del partido tanto a Kurt Warner en los Divisionales, como a Brett Favre en la Final de Conferencia. El poderoso ataque hizo el resto en el primer partido, mientras que en el segundo, necesitó además de la pierna de Hartley para derrotar a los Vikings, y mandar a los Saints a Miami en la prorroga.
La final soñada, el #1 de la NFC contra el #1 de la AFC. Dos de los mejores ataques, los dos mejores QB’s del año… pero no seré yo quien narre lo que sucedió allí, aunque os adelanto que sigue dando para película (con discurso en el descanso incluido), os emplazo a las columnas de Josu Arrieta y José Villelabeitia, con las que disfrutaréis más que conmigo. Los Saints eran campeones por derecho propio. Who Dat?
Por segundo año, los Saints volvían a ser el equipo con más yardas totales en ataque. La versatilidad y explosividad del mismo, unido a un liderazgo sólido como el de Drew Brees, y a una línea ofensiva excepcional, hicieron posible tal logro.
Brees, amo y señor de las tierras de New Orleans tras cuatro años en el equipo, seguirá dirigiendo las operaciones. Se acaban los adjetivos con un profesional de su calibre. Debe de dar las gracias a su línea ofensiva, sin duda, pero luego hay que tener el laser para ponerla donde él la pone y la sangre fría para leer las defensas de la manera que él las lee. Si está sano, los Saints son los principales favoritos a recuperar el Lombardi Trophy.
A su espalda, contará con el 1-2 formado por Pierre Thomas, y Reggie Bush. El primero, se ha ganado el derecho a ser el titular. Corre bien entre tackles, y recibe con suficiencia. Bush tenía medio pie fuera, sin embargo en Playoffs tuvo una actuación bastante notable (sobre todo en Divisionales), y por ahora, parece que seguirá siendo ese hombre capaz de cambiar el partido en una jugada, pero incapaz de llevar el peso del ataque por sí solo. El mayor problema, tiene un sueldo demasiado alto para esa función. Veremos que tal lo hace el rookie Chris Ivory como alternativa a ambos. El veterano Heath Evans sigue siendo el fullback titular.
Para recibir los precisos pases de Brees, el numero #1 seguirá siendo Marques Colston, quien sigue demostrando ser un seguro de vida. Junto a él, se reparten balones Devery Henderson, que demostró ser un sólido #2 y Robert Meachem, que tras explotar esta temporada, puede aspirar a mucho mas, e irse por encima de las 1000 yardas y los 10 viajes a la end-zone (tuvo 9 en 2009). Lance Moore, machacado por las lesiones, tendrá también sus snaps, asi como el receptor salido de Michigan, Adrian Arrington, quien tiene las condiciones, pero no parece encontrar su sitio en Louisiana. Quizás sea este su breakout year como ya le pasara a Meachem el año pasado. Como TE, Jeremy Shockey demostró su importancia, no sólo como receptor, sino como mentor, y jugador ancla para el equipo. Su carácter y liderazgo, ayudaron en gran medida a que los Saints conquistaran la Superbowl, en la que recibió el TD que colocaba por delante a los Saints y completaba la remontada. David Thomas, y el rookie procedente de Miami, Jimmy Graham, se disputaran un puesto en la rotación.
Para servir y proteger al #9, los Saints cuentan con la mejor línea de la liga. Si la misma mantiene el nivel de estas dos temporadas, seguirán los días de vino y rosas para los Saints. De izquierda a derecha, Jermon Bushrod, Carl Nicks, Jonathan Goodwin, Jahri Evans y Jonathan Stinchcomb son los titulares indiscutibles, que repiten de la temporada pasada. El tackle dos veces pro-bowler, Jamaal Brown, tras perderse toda la temporada pasada por una operación, ha sido traspasado esta offseason a los Redskins, por lo que los Saints, se hicieron con los servicios del tackle procedente de USC, Charles Brown, en segunda ronda del Draft.
Y es aquí, donde los Saints, pasaron de ser un equipo de calidad, a ser los campeones del mundo. El brutal cambio, para bien, de la secundaria, ayudado por una línea ofensiva que machacó y sacó del partido a Favre y a Warner en Playoffs, les llevó hasta el cetro.
Por el centro de la línea, estarán dos jóvenes que aún no han tocado techo, Sedrick Ellis y Remi Ayodele, con un superclase como Anthony Hargrove (probablemente titular en la mayoría de equipos) para suplirles si fuera necesario. Tras la marcha de Charles Grant camino a Miami, Bobby McCray será quien asuma su papel, aunque tendrá que pelear con el veterano Alex Brown, traido del frio Chicago. Al otro lado, Will Smith aporta pocas dudas. Brutal el año del buckeye que aparecía en todo momento en el backfield rival.
Tras ellos, el capitán de la defensa, el hombre clave que ha conseguido liderar esta unidad y llevarles a la gloria, Jonathan Vilma. Tuvo una temporada más floja si se miran los números a su primera en el Superdome, pero sin duda, mayor en logros. A su lado, repite Scott Shanle, pero no estará Scott Fujita, quien vestirá los colores de los Browns. Para suplir esta baja, los Saints adquirieron a Clint Ingram esta offseason, quien tendrá que pelearse por el puesto con Jonathan Casillas.
En la secundaria, los Saints gozan de buena salud… ¡¿quién lo diría hace un año?! Jabari Greer, y Tracy Porter serán los CB titulares. Sus actuaciones el año pasado, dieron otra cara al equipo, y volverán a ser importantísimos para el desarrollo de esta defensa. Aun asi, los Saints, fueron a por el DB Seminole, Patrick Robinson en primera ronda. Con su llegada, la posición toma aún más calidad y se matan dos pajaros de un tiro, ya que Malcolm Jenkins, flamante primera ronda del 2009, pasará definitivamente a la posición de Free Safety, algo de lo que ya hablamos la temporada pasada. Con este movimiento los Saints, también se curaban en salud, ya que la continuidad del All-Pro Darren Sharper estaba en duda. Finalmente el veteranísimo jugador, quien consiguió nada menos que 9 intercepciones la temporada pasada, vuelve al equipo, aunque una lesión le haga ser seria duda para el inicio de la temporada. Como Strong Safety repite Roman Harper quien rayó a gran altura la temporada pasada. Como ya hemos dicho, la secundaria goza de buena salud, con grandes suplentes como Usama Young, Pierson Prioleaux, Randall Gay o el propio Patrick Robinson.
Courtney Roby, será el encargado de retornar los kicks. Si continúa como el año pasado, no tendrá problemas en mantener la posición, ya que consiguió grandes números. Competencia no le falta, con Pierre Thomas o Reggie Bush tras él. Precisamente será el eléctrico jugador de USC el que recogerá los punts. Siempre peligroso, con un hueco le vale para enfilar directo a la endzone, todo un playmaker en estas situaciones.
El joven Thomas Morstead, en su 2ª temporada como profesional, seguirá chutando los punts, mientras que Garret Hartley, el héroe de la Final de Conferencia, intentará afianzarse como uno de los mejores kickers de la liga, algo que demostró la temporada pasada (13 de 13), pero que debe rubricar con un buen tercer año.
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