Tavon Austin, en dos ocasiones, y Todd Gurley (21 carreras, 48 yardas 1 TD), quien superó la barrera de las 1.000 yardas esta temporada, fueron cruciales en la victoria de los Rams ante los Tampa Bay Buccaneers por 31-23 en un «Thursday Night» que podría ser el último en la historia de la franquicia en Saint Louis.
Una de las peores ofensivas de la liga, concretamente la número 31, realizó un gran partido en un Edward Jones Dome animoso pero con apenas media entrada, logrando una ventaja de 21-3 al descanso gracias a los dos pases de touchdown de Case Keenum (14/17, 234 yardas).
Los fans asistentes al encuentro cantaban «Keep Our Rams! Keep Our Rams!» («Mantened a nuestros Rams») y portaban pancartas del tipo «We Don’t Need Kroenke, We Just Want our Rams.» («no necesitamos a Kroenke, solo queremos a nuestros Rams»)
El propietario de la franquicia Stan Kroenke, que quiere trasladar a los Rams (6-8) a la ciudad de Los Angeles, asistió al partido pero se mantuvo al margen de toda controversia.
Por parte de los Bucs (6-8), Jameis Winston lanzó dos pases de touchdown en un buen último cuarto y finalizó con 363 yardas de pase en serie de 29 de 50 completados, su mejor marca del curso. También fue interceptado en una ocasión.
En el juego terrestre volvió a destacar Doug Martin (18 carreras, 91 yardas) y Mike Evans (9 recepciones para 157 yardas) fue el mejor aliado de Winston.