Lovie Smith no cayó en el lunes negro pero lo hizo el miércoles. Tras una campaña en la que terminó con un récord de 6 victorias y 10 derrotas los Tampa Bay Buccaneers han decidido prescindir de su head coach. En total, tras dos años en Florida, Smith ha terminado 8-24.
A pesar de todo la salida de Smith no era de las que más se esperaba ya que Tampa es un equipo en plena reconstrucción. «Esta decisión fue difícil a varios niveles», declaraba el copresidente de los Bucs, Joel Glazer por medio de una breve nota de prensa emitida a través de la página web oficial del club. «Estoy decepcionado de que no hayamos tenido más éxito en estas últimas campañas, pero estamos comprometidos con hacer lo necesario para dar a nuestros fans el equipo triunfador que se merecen». El general manager Jason Licht encabezará la búsqueda de un nuevo entrenador.
Tampa llegó a ser candidato a los playoffs durante parte de la temporada pero su tramo final del curso, con cuatro derrotas consecutivas, parece ser que le ha terminado por pasar factura a su head coach. En cualquier caso los Bucs si han sido un equipo que ha mostrado clara progresión ya que en el primer año de Smith el equipo terminó 2-14 siendo los encargados de elegir al número uno del draft, el quarterback de la universidad de Florida State Jameis Winston.
A través de las redes sociales han sido varios los jugadores que han mostrado su sorpresa por esta destitución.
Smith llegó a Tampa después de guiar a los Chicago Bears al título de la Conferencia Nacional en 2006, cuando cayeron ante Indianápolis en la Super Bowl. Allí acabó con marca de 84-66 en nueve temporadas (2004-2012). En Tampa no ha disfrutado de tanto tiempo.