¡Pasen y vean, niños y niñas, jóvenes y mayores! ¡El maravilloso circo Bengal ha llegado a su ciudad! Traemos hasta su localidad a las más fantásticas atracciones. No se pierdan a nuestro forzudo, Cedric Benson, quien tras una irregular trayectoria, ha conseguido renacer en nuestra compañía y cuajar una de las mejores actuaciones para un runningback en la liga, quedando solamente por detrás del extraterrestre Chris Johnson en el apartado de yardas por partido, y quien demuestra su fortaleza muscular no sólo dentro de la pista central, sino también fuera de ella. Maravíllense con el asombroso malabarista de fama internacional, el quarterback Carson Palmer, capaz de ejecutar malabarismos inverosímiles con el balón oval, tales como realizar los handoffs a mano cambiada (por lesión) o lanzarlo por encima de la cabeza de sus receptores cuando le atenaza la responsabilidad de un partido de playoffs. Estremézcanse con los equilibrios imposibles sobre el alambre que nos trae desde más allá de los Urales el virtuoso funambulista, entrenador de OL, Paul Alexander y su temerario número conocido como “la línea ofensiva desequilibrada”. También les traemos los más inauditos fenómenos de la naturaleza. ¿La mujer barbuda? ¡No, algo mucho más espeluznante: hombres con pies en lugar de manos! Nuestros tight-ends Daniel Coats y J.P. Foschi, incapaces de atrapar ningún balón. Déjense cautivar por las fantásticas acrobacias que desde el otro confín del mundo nos traen el célebre grupo conocido como los “front-seven”, y en especial, con las arriesgadas cabriolas de su líder, el defensive end Antwan Odom, y su único “triple sack mortal”, que le puso al frente de esta categoría hasta su desgraciada lesión. Admiren las piruetas sobre el trapecio que nos ofrecerán los habilidosos hermanos Joseph–Hall, la mejor pareja de cornerbacks del mundo. Los dominadores del juego aéreo, cuya destreza sin igual se sobrepone a la ausencia de red por carecer de unos safeties de mayor categoría. Y para los amantes de lo sobrenatural, la fascinante actuación del prodigioso mago Zimmer, capaz de convertir desde su puesto de coordinador defensivo, una defensa que iba a la deriva, a una de las mejores del campeonato. Sobrecójanse con nuestros audaces domadores de rookies. Contemplen cómo han domesticado a fieras tales como el elefante Andre Smith (OT), o al melenudo león, el rey de la selva, “Rey” Maualuga (LB). Quienes sean adictos a la emoción, no se sentirán decepcionados con nuestro escalofriante hombre-bala Quan Cosby, quien ha establecido un nuevo record de yardas de retorno de punt en la franquicia y quedó 5º de la liga en esta categoría. Y como colofón final a tan monumental espectáculo, la actuación de nuestros hilarantes payasos: Chad Ochocinco, como Carablanca, con sus esperpénticas celebraciones de touchdown; y como Augusto, nuestro kicker Shayne Graham, cuyos estrepitosos fallos en los field-goals, sólo le hacen gracia a nuestros rivales. Estarán acompañados por la trouppe de clowns “los receptores torpones” (Coles, Simpson, Caldwell,…). Todo esto y mucho más, dirigido de aquella manera por nuestro director de pista, el inefable, el inconmensurable, el inimitable, Marviiiiiin Leeeeeewissss.
Si me he explayado tanto en el análisis de la pasada campaña, es porque este año, para variar, la continuidad en el tradicionalmente convulso conjunto bengalí ha sido el factor predominante. Mismo quarterback, mismo feature-back, mismo receptor principal, misma línea ofensiva,…
Sin embargo, algunas novedades sí se han producido y son interesantes de reseñar. Me refiero a la adquisición, con la primera elección del draft, del tight-end Jermaine Gresham. Una evidente declaración de intenciones, toda vez que en ese pick podrían haber escogido al WR Dez Bryant. Más allá de la evidencia de que la franquicia carecía de un tight-end de categoría, esta decisión parece indicarnos que el cambio de filosofía experimentado la temporada anterior no se trata de un hecho circunstancial. Porque la base del juego bengalí será de nuevo la carrera. Cedric Benson volverá a cargar, con sumo gusto, con el peso de la ofensiva de Cincinnati, dejando bien poca actividad para sus compañeros de backfield. Bernard Scott deberá conformarse con retornar kickoffs para evitar petrificarse en el banquillo, mientras que a Brian Leonard le volverá a tocar realizar los milagros imposibles en terceros downs largos.
Pero aunque el equipo parezca apostar por el pase corto y control del partido con la carrera, tampoco hay que olvidarse del cuerpo de receptores. Mas bien, lo que sí hay que olvidar, y rápido, es el deficiente papel desempeñado por esta unidad la campaña pasada. Para corregir el fiasco de Laveranues Coles, la irregularidad de Andre Caldwell y la desgraciada desaparición de Chris Henry, se fichó en Marzo a Antonio Bryant, pero dado que sus primeros entrenamientos no han sido muy prometedores (quizá no está al 100% de su rodilla operada), el propietario Mike Brown ha cedido a la presión de Ochocinco y Palmer para sumar a la plantilla al siempre polémico Terrell Owens (¡el que faltaba para el show!). El extravertido receptor, ya en claro declive, aún podría sacar partido de la atención (no sólo mediática) que genera a su alrededor su amigo Chad Ochocinco. Para dar profundidad a la posición (y perpetuar nuestra tradicional actitud redentora), hemos fichado al fichado (valga la redundancia) Matt Jones, mientras que el draft se invirtieron una 3ª ronda en el receptor de slot Jordan Shipley y una 6ª en Dez Briscoe con el fin de rejuvenecer una unidad donde el draft-bust Jerome Simpson parece tener los días contados.
Aunque nada de todo esto funcionará sin director de orquesta. El quarterback Carson Palmer encara su octava temporada frente a la dialéctica entre quienes critican su debilidad mental en las grandes citas y los que le consideran uno de los QB’s con mejor técnica de la competición. Bajo mi humilde opinión, estoy bien tranquilo de que sea él quien controle el oval en el último drive para empatar o ganar el partido (cosa que hizo hasta en 6 oportunidades el año pasado), pero me produce un enorme desasosiego la facilidad que tiene últimamente para lesionarse (la dolencia en el pulgar de su mano izquierda iba más allá de la anécdota de hacer los handoffs a mano cambiada, sino que impedía la ejecución, por ejemplo, de jugadas de play-action). Por tal razón, me parece incomprensible que sus suplentes sean el peligroso J.T. O’Sullivan (peligroso para su propio equipo claro, por su facilidad para perder el balón) y el “enchufado” Jordan “hermanísimo” Palmer (aquí enchufado no significa “en forma”, sino la “otra” acepción del término, ya me entendéis).
Sólo me resta hablar de la línea ofensiva, donde la mayor incertidumbre consiste en saber si Andre Smith llegará con el estado de forma adecuado para adueñarse del RT. El resto de posiciones están ya asignadas para Bobbie Williams (RG), Kyle Cook (C), Andrew Whitworth (LT) y en el LG alternarán Evan Mathis y Nate Livings. Una línea solvente pero con dos importantes amenazas en el horizonte: la edad de Williams, en la posición más débil, la de guard, no debidamente reforzada tras el draft; y que vuelva a repetirse el exceso de penalizaciones cometidas la campaña 2009.
Sin lugar a dudas, la principal artífice (de la mano de su coordinador Mike Zimmer) de la ascendente trayectoria bengalí. La sangría que nos ocasionaba el juego de carrera rival por el centro de la línea defensiva fue contenida por nuestros jóvenes defensive tackles Domata Peko y Pat Sims, mientras que el veterano Tank Johnson le ha dado la mordiente de la que carecen los anteriores. En los extremos de la línea, las posiciones de end volverán a ser para Antwan Odom y Robert Geathers, si bien este año han sido previsores ante la propensión a las lesiones del primero y la inconsistencia del segundo con la adquisición en 2ª ronda del “gator” Carlos Dunlap, un ejemplar que sin duda ejercerá de acicate para que los anteriores se apliquen en un pass-rush que hasta la fecha, ha sido un tanto decepcionante.
La línea de linebackers puede dejar finiquitada este año su renovación si finalmente Michael Johnson se hace con el puesto de SLB, desplazando hacia su posición natural de MLB a Rey Maualuga, y relegando a la suplencia al veterano Dhani Jones. El puesto de WLB es sin discusión para el troyano Keith Rivers. Otra carencia endémica de esta unidad, la falta de un adecuado fondo de banquillo, puede quedar resuelta con el fichaje en 4ª ronda de otro “longhorn”, Roddrick Muckelroy.
En la secundaria se encuentran nuestras joyas de la corona. Jonathan Joseph y Leon Hall forman probablemente la mejor pareja de cornerbacks de la liga. Pero hoy en día en la NFL no basta con dos buenos CB’s, por lo que al club no le han dolido prendas en recuperar a otro repudiado: Adam “Pacman” Jones, además de adquirir en 3ª ronda a Brandon Ghee. No obstante, la posición de safety sigue aún escasa de talento, y repetirán como titulares el contundente-pero-frágil Roy Williams y el contundente-pero-coladero Chris Crocker. Tras ellos, el itinerante Gibril Wilson esperará su oportunidad para demostrar que no se le ha olvidado jugar a esto desde su etapa en Giants, tras su decepcionante paso fugaz por Raiders y Dolphins.
Uno de los factores que influyeron en la derrota bengalí en wildcad fueron los fallos del kicker Shayne Graham. Estos errores en momentos decisivos no han sido los únicos (recordemos el final de temporada 2006) pero sin duda serán los últimos, ya que no ha sido renovado. Esta posición se la disputarán en training-camp Mike Nugent y Dave Rayner, con más posibilidades para el primero de alcanzar el roster definitivo. En el puesto de punter, si ya en su año rookie no estuvo mal, es de esperar que el producto local Kevin Huber, en su segundo año, mejore sus prestaciones. Y disminuyan sus sobresaltos cuando actúe como holder, ya que el fichaje de Clark Harris como long-snapper ha dejado en el olvido los dolorosos errores de su predecesor.
Y para los retornos, si aplicamos la máxima “lo que no está roto, no lo arregles”, deberían volver a ser patrimonio de Quan Cosby, si bien este año contará con la competencia de Adam Jones o de su ex-compañero y amigo de la universidad Jordan Shipley.
En conclusión, los Bengals presentan un aspecto aún mejor del que aparentaban al comienzo de la temporada 2009, en la que terminaron barriendo a sus competidores divisionales. Se han reforzado las posiciones de TE y WR, añadido profundidad a la defensa, y no se ha perdido a ningún titular relevante del año anterior. Es evidente que la dureza del calendario 2010 contará en nuestra contra, y un mal arranque puede llevarnos al conocido terreno en el que cada uno hace la guerra por su cuenta. Pero ¡qué demonios! ¡Somos los Bengals! ¡Nos va la marcha!
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Comenta la actualidad de los CINCINNATI BENGALS en su Post Oficial de nuestro foro.