El debut de Sam Bradford al frente de la ofensiva de Minnesota y el estreno de su flamante estadio de 1.100 millones de dólares en partido oficial resultó redondo.
Bradford completó 22 de 30 pases para 286 yardas, dos touchdowns y sin pérdidas de balón y los Vikings derrotaron por 17-14 a los Green Bay Packers en «Sunday night».
El resto quedó a cargo de la defensa. Hasta 5 sacks cayeron sobre Aaron Rodgers y dos fueron los turnovers que consiguió Minnesota en el último cuarto para firmar la remontada y provocar el delirio de los 66.813 espectadores que asistieron al primer partido en el U.S. Bank Stadium.
Los Packers se adelantaron en el marcador con un pase de Rodgers para Jordy Nelson (5 recepciones, 73 yardas, 1 TD) pero en el segundo cuarto, y tras salvar una situación de cuarto down en la redzone de GF, Bradford conectó en la endzone con Kyle Rudolph. Después con un field goal y la conexión Bradford-Diggs se dió la vuelta a la tortilla.
Rodgers completó 20 de 36 pases para 213 yardas con 1 TD y 1 intercepción y 29 yardas terrestres para otra anotación. Sufrió el continuo acoso de la defensa local y cometió tres fumbles perdiendo uno de ellos además del «pick» que aseguró el triunfo de los Vikes ya dentro del «2 minute warning».
Bradford por su parte no pudo tener mejor debut y el mayor beneficiado fue el WR Stefon Diggs quien se fue a las 9 atrapadas para 182 yardas y 1 TD.
La alegría por desgracia no pudo ser del todo completa. Adrian Peterson salio cojeando en el tercer cuarto con una lesión de rodilla después de haber logrado sólo 19 yardas en 12 carreras.
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