A falta de pan, buenas son las tortas

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Aunque este sea un espacio que en principio debería estar dedicado al football profesional, por tanto a la NFL, y es sabido que al football colegial, la NCAA, sin tenerle alergia no es algo al que dedique demasiado tiempo, esta semana me voy a permitir otra de mis habituales licencias y no hablar solo de football, que para comentar la jornada ya tengo a mi compañero y compadre Josu Arrieta, que lo hace magníficamente. Aunque os prometo hablar de football, además de los habituales Audibles, aunque sólo sea para una cosa, para hablar de los cebras, los árbitros. Ya la semana pasada les dediqué lo suyo, pero es que esta semana les vamos a dar otro toque de atención. Pero lo dicho, empezamos con eso que no es football.

 

Estamos en los últimos días del mes de octubre y cuando llega esa fecha en mi calendario empieza a asomar un acontecimiento, The Fall Classic, también conocida como las World Series. Antes de las World Series tenemos las League Championship Series, y antes de eso las League Division Series. Hablamos de octubre, y hablamos de baseball, en resumidas cuentas, hablamos de la Mayor League Baseball, la Gran Liga por excelencia del baseball.

 

El baseball, la mayoría de nuestros lectores lo encuentran tremendamente aburrido. No es mi caso. Lo encuentro apasionante, sobre todo cuando se acerca septiembre y los equipos empiezan a tomar posiciones para la post temporada, donde como en más de una ocasión he dicho es muy caro llegar. En la MLB solo entran el campeón de cada una de las 3 divisiones y sólo existe una plaza de wild-card. No hace tanto ni eso, solo entraban los campeones de división, eran 2, que se jugaban la plaza de finalista, pero la ampliación de la liga y el realineamiento de las antiguas dos divisiones a las actuales tres, todos los equipos clasificados juegan la primera ronda.

 

Los partidos de post temporada son especiales, diferentes, electrizantes, el sufrimiento, la alegría, la tristeza, tienen otro ritmo, no es un partido más de una serie que se puede jugar en el mes de junio, sino que es partido decisivo. Cada victoria es una menos para alcanzar el objetivo, ganar unas World Series. Ni tan siquiera tener todo el dinero del planeta garantiza una plaza en las World Series, lo que se llama el “pennant”, y si no que se lo pregunten a los New York Yankees o Boston Red Sox, equipos que juegan otra liga porque para ellos no existe límite presupuestario de ninguna clase.

 

En las World Series hay muchas similitudes con el football. En la NFL se dice que los ataques ganan partidos, pero que son las defensas las que ganan campeonatos. En baseball los grandes bateadores ganan los partidos, pero las World Series la ganan lo más parecido al concepto de defensa que hay que baseball, los pitchers, lo que los aficionados llamamos “bullpen”, la rotación de pitchers de cada equipo. Una buena rotación te puede llevar a unas World Series, en cambio tener grandes bates no te garantiza nada más que anotar carreras. Pero si en football una buena defensa es siempre capaz de parar al mejor ataque, en baseball un buen pitcher es capaz de anular a la mejor alineación de bateadores.

 

Este pasado fin de semana se han cerrado las League Championship Series y ya tenemos los dos contendientes a las World Series. Representando a la American League estarán unos novatos en estas lides, los Texas Rangers, que juegan en Arlington, muy cerca del Cowboys Stadium; y representando a la National League estarán los San Francisco Giants, equipo que no ha vuelto a ganar unas World Series desde que en la década de los años 50 se trasladada desde New York a San Francisco, de costa a costa.

 

Los dos equipos representan a dos ciudades que tienen profundas conexiones con el football. San Francisco es la ciudad natal de los 49ers, mientras que Dallas es la ciudad natal de los Cowboys. Los Rangers a pesar de representar al estado de Texas son de Dallas. Ambas ciudades han visto cómo sus equipos de football han dominado en diferentes fases de la historia la NFL. Entre los dos equipos tienen 10 Superbowls, además de varias presencias en las finales de conferencia. La leyenda de los 49ers se empezó a forjar a partir de los Dallas Cowboys, que entraron en declive en la década de los ochenta. Los Cowboys, tras ser uno de los mejores equipos de los setenta, ganaron dos Superbowls y estuvieron presentes en otras tres, de nuevo regresaron a lo mas alto en los años noventa. Jerry Jones y especialmente Jimmy Johnson, construyeron un equipo de leyenda.

 

En aquellos primeros años noventa, a punto de llegar la agencia libre y el límite salarial, la liga se jugaba solamente en dos sitios, en Dallas y San Francisco. El resto de los equipos eran unos meros invitados o convidados de piedra a la tiranía que ejercían ambos equipos. El representante de la AFC, el que obtenía lo que en baseball se denomina “pennant” daba exactamente igual quien fuera, el dominio de los Cowboys y los 49ers era tal que nadie se ponía en el camino de ambos. Había dos partidos que determinaban cada año todo el campeonato, por una parte el duelo de temporada regular que ambos equipos disputaban por ser campeones divisionales, y la final de conferencia. Llegaron a jugar 3 finales consecutivas, que decidía de facto al campeón de la temporada. La Superbowl era un trámite para el que previamente había ganado en la Goerge Halas Bowl, final de hecho en aquellos tiempos.

 

 

Steve Young, QB de los 49ers, y miembro del Hall of Fame, decía en aquellos magníficos documentales de la serie “America´s Game” que “ it was all about the Niners and Cowboys”. Era todo sobre los 49ers y los Cowboys, dos equipos que no solo enfrentaban dos fantásticas escuadras en el campo, sino que había incluso un duelo entre propietarios. Eddie de Bartolo, entonces dueño del equipo de la bahía tenía a los 49ers como su juguete particular, no le importaba gastar y fichar lo que fuera con tal de poder ganarlo todo. Tras ver como los Boys encadenaban dos anillos se fue a por el agente libre mas preciado, el CB Deion Sanders, al que dejó compatibilizar el baseball con el football. Aquello fue la diferencia entre ambos equipos aquella temporada, los 49ers ganaban su última Superbowl. La temporada siguiente Deion Sanders firmaría por el equipo de Jerry Jones, que le ofreció otro megacontrato y al igual que Bartolo le permitía compatibilizarlo con el baseball, ganó otro anillo.

 

Nada de eso está ocurriendo en la actualidad, desde hace mucho tiempo los 49ers y Cowboys no dominan la liga, desde hace tiempo no son siquiera parte de la post temporada salvo apariciones puntuales. Ninguno de ambos equipos ha avanzado apenas en playoffs desde aquellos tiempos en los que se les esperaba en la final de la NFC. La temporada pasada, tras años de frustraciones, los Cowboys ganaban un partido de playoffs, para caer en la siguiente ronda de forma estrepitosa. Los 49ers ni de eso pueden presumir, hace tiempo que no saben lo que son unos playoffs. La última vez que los 49ers estuvieron allí estaban en la zona de la Bahía Terrell Owens y Jeff García.

 

Esta temporada parecía diferente para ambos. Los Cowboys con un roster plagado de talento, con un campo de ensueño y teniendo la posibilidad de jugar una Superbowl en su propio estadio eran uno de los grandes favoritos para representar la NFC. Tras quitarse el sambenito de años de frustración el equipo parecía estar en ese punto de madurez necesario para dar el gran asalto, todo pintaba a su favor. Los San Francisco 49ers también parecían haber encontrado su sitio tras años a la deriva y perdidos en tierra de nadie, al declive de unos Arizona Cardinals que veían como sus mejores jugadores marchaban o retiraban, unido a la inoperancia de los Seattle Seahawks y St. Louis Rams. Todo apuntaba que los 49ers eran el rival a batir y uno de los grandes “powerhouses” de la NFC, una seria amenaza venida desde el oeste. Mike Singletary parecía haber encontrado el punto de equilibrio al equipo, buena defensa y un ataque solvente.

 

Pero ambas ciudades se van a tener que consolar esta temporada con el baseball, o para fortuna de los 49ers y Cowboys, la excelente marcha de sus equipos de baseball de sus ciudades les va a servir para de alguna manera tapar sus miserias en cuestiones de football. Ambos equipos tienen una única y pírrica victoria, mientras que acumulan 11 derrotas. Aunque matemáticamente ninguno está eliminado, es muy difícil salir de ese agujero, por no decir imposible, aunque se juegue en una división tan estrambótica como la NFC West. De la NFC East mejor ni hablar, los Cowboys son el único equipo que tiene record negativo de sus cuatro miembros y los Eagles y Redskins le sacan 3 partidos de ventaja.

 

Lo que a principio de temporada se podía preveer como un reverdecer de viejos laureles, o al menos un principio de ello, se va a quedar en eso, en unos simples comentarios. Afortunadamente ambas ciudades siívan a tener una reedición de un clásico, pero en este caso del “Fall Classic”, la final de las World Series. Los Tony Romo, Marion Barber, Miles Austin, etc… se van a ver reemplazados por Cliff Lee, Josh Hamilton y Nelson Cruz en un lado. En la zona de la Bahía en lugar de Alex Smith, Vernon Davis o Patrick Willis se va a hablar mas de Tim Lincecum, Brian Wilson y Coddy Ross. En lugar del Cowboys Stadium y Candlestick Park hablarán de Arlington Park y At&T Park. Al menos a los habitantes de esas ciudades les quedará eso, el consolarse con las World Series y es que a falta de pan buenas son unas tortas.

 

Os he prometido hablar de football también. Si la semana pasada hablábamos de los “gilicalls” a cuenta de las absurdas pass interference, esta semana los cebras también tienen su buena ración de horrores particulares, y en una liga donde los detalles son tan importantes un error, en alguno caso horror, puede ser la diferencia entre ganar y perder un partido. Y ganar o perder un partido puede ser la diferencia entre entrar o no entrar en la post temporada, objetivo último de todo equipo de la NFL.

 

Lo cierto es que no sé por donde empezar, pero la última jornada nos ofrece al menos 3 jugadas que pueden marcar la temporada de 3 equipos, aunque sea de manera muy diferentes, vamos a empezar de menor a mayor.

 

  1. Buffalo Bill @ Baltimore Ravens. Los Buffalo Bills sorprendían a los Baltimore Ravens poniéndose por delante en el marcador, los Ravens remontaban pero Buffalo regresaba para empatar el partido. Ambos se van a la prórroga y los Bills ganan el sorteo, Ryan Fitzpatrick estaba jugando su mejor partido como Bill, que no como jugador (en los St.Loius Rams tuvo una tarde de 6 TD) y avanzaba hacia el FG range. Un pase a su TE Shawn Nelson, se le echa encima media defensa de los Ravens y lo normal, y decimos que lo normal, es que esa jugada los árbitros den por finalizada la jugada dando por máximo punto de avance donde se pita el fin de la jugada. Pero los árbitros dejaron que media defensa se echara encima de Shawn Nelson y al final pasó lo que pasó, que Ray Lewis le quitó la posesión al pobre jugador que bastante tenía con tener a media docena de defensas colgados de todas las partes de su cuerpo. Los árbitros dieron posesión a los Ravens que poco después anotaban un FG. El disgusto de los Bills era manifiesto, no tuvieron oportunidad de hacer nada, en la prórroga, el equipo que anota primero gana, pero el disgusto no era por eso, sino por cómo los árbitros interpretaron la regla. Los Bills creen que tenían que haber dado la jugada por finalizada, sin embargo permitieron que al final los Ravens recuperaran la posesión, Da la sensación que es lo que buscaban, en esa clase de jugadas cuando es evidente que no puede haber mas avance se pita el final, pero esperaron demasiado. Los Bills acumularon su 6ª derrota y no saben aún lo que es ganar un partido este año.
  2. Green Bay Packers @ Minnesota Vikings. Brett Favre lanza un pase a la endzone para Vishante Shiancoe, que atrapa el pase y anota lo que parecía un pase de TD. En la posterior revisión los árbitros determinan que no había posesión por lo que anulan el TD. Aún quedaba partido por jugarse y los Vikings incluso dispusieron de la última posesión para llevarse el partido, primero Percy Harvin no pudo anotar, esta vez sí fue correcta la interpretación arbitral, y luego Randy Moss no llegó a un pase desesperado de Brett Favre. Pero lo cierto es que los Vikings perdieron por 4 puntos y vieron como les quitaban 4 puntos de su marcador, acabarían anotando un FG. La propia liga ha tenido que admitir su error a instancia de una solicitud de Brad Childress, pero eso no arregla para nada el record de los Vikings que es ahora de 2-4 y lo más importante, perdieron un duelo divisional que de haber ganado los hubiera devuelto a la pomada de la NFC North, y eso ahora parece lejos, mas con el oscuro panorama que se le presentar a Brett Favre y su doble fractura en el tobillo.
  3. Miami Dolphins@ Pittsburgh Steelers. Seguramente el call mas polémico y que seguirá dando que hablar por un tiempo, al menos en Miami, grandes perjudicados de una regla que se antoja absurda, que es posible que esté en el reglamento, pero la interpretación que algunos árbitros empiezan a hacer de la posibilidad de las revisiones está llevando a esta a situaciones absurdas y dantescas. La NFL no dirá nada del asunto, bastante tiene con lo de los Vikings. Pero ese error se admite dentro de un partido que aún tenía mucho recorrido, pero en el caso del partido de Miami se produce en los 3 minutos finales, con dos equipos jugando a cara de perro y donde cada anotación en la segunda parte era todo un logro. Lo perverso del sistema del replay es que sirve para determinar si una jugada tiene lugar o no, en este caso el fumble, pero lo realmente dantesco es que no sirve para determinar la jugada correcta, es decir, arregla un roto, pero deja un descosido mayor como es no resolver lo que finalmente ocurrió. Los árbitros tras tomarse mucho tiempo, más del recomendable, se buscaron una salida rocambolesca: hay fumble, era evidente que lo había y eso no podía interpretarse de otra forma, sin embargo en la segunda parte de la jugaba es donde aplicaron el libre arbitrio, no había clara evidencia de quien tenía posesión y la excusa no deja de ser barroca. Como se había pitado TD en el campo se desentendieron de la posesión y de quién la tenía, y sobre todo los Steelers, como les dieron TD no pelearon por la posesión y no les importó, algo que luego es contradictorio con las declaraciones de Roethlisberger diciendo que el también tenía posesión. Eso sí, yo nunca he sabido como meter a un elefante en un 600, quizás Roethlisberger tenga la solución. Y ahora viene mi pregunta ¿Qué hubiera pasado si un jugador de los Dolphins recupera la pelota claramente y sale corriendo hacia la endzone y anota? ¿Hubieran los jugadores de los Steelers pasado de la jugada dando por buena el TD?

 

 

  • La semana pasada se jugaba la “Desesperation Bowl”, Dallas y Minnesota, ambos con idéntico record entonces, 1-3, se jugaban buena parte de la temporada, el ganador podía encarrilar aún su temporada, aunque lo cierto es que ha bastado una semana más para que ambos equipo estén a punto de descarrillar. Los Cowboys están 1-5, su peor record desde hace mas de 20 años, el primer año de la era Jimmy Johnson, y entonces terminaron con un 1-15, pero en aquel equipo menos talento había de todo, se salvaban Michael Irvin, un jovenzuelo, y el rookie Troy Aikman. San Francisco ya conoce esta aguas, supongo que estar en la zona de la Bahía le debe ayudar lo suyo, pero la nave de Mike Singletary hace aguas por todas partes y si no regresa de Londres con una victoria, el que puede hacer aguas es el propio Singletary.

  • Otro equipo que amenaza ruina son los San Diego Chargers, hasta ahora sus cuatro derrotas eran fuera de casa, pero aún les quedaba por jugar partidos divisionales y varios en su propio campo, pero esta situación no es nada nueva para los Chargers que acostumbran a dar esta clase de sustos a sus aficionados. Este año puede que no sea así, de momento, 5 derrotas son muchas derrotas, están empatados con Denver y este año al menos dos equipos de su división parecen serios contendientes a entrar en los playoffs, los Chiefs y Raiders parece que van en serio y a medida que avanza la temporada mejoran, lo contrario que los Chargers, que empeoran. Ante New England cometieron errores garrafales que les acabaron costando la derrota, y eso ante un equipo tan bien entrenado como New England, que cada día recuerda más a la que ganó los títulos se acaba pagando, nadie como aquellos antiguos Patriots para aprovechar cualquier error del rival, y nadie mejor que los propios Chargers debería saberlo.

  • Hasta el momento los que solemos acudir cada a la cita de Londres para ver las NFL International Series teníamos la “fortuna” de ver un equipo que iba fatal, y cuando por fatal decimos cero victorias, contra otro que iba lanzado, aunque en el 2º años hubo excepción, ambos equipos llegaban con record parecidos. Este año se repite la experiencia, ambos equipos llegarán con record parecidos, pero igual de malos, entre Denver y San Francisco acumulan el nada estimable bagaje de 3 victorias, una los de San Francisco, dos los de Denver. Siendo eso malo no es lo peor, los 49ers perdían la semana pasada a Alex Smith, es seria duda para jugar en Wembley, y perdían su partido ante Carolina que hasta el domingo no sabía lo que era ganar un encuentro, ahora ya solo queda Buffalo. Tampoco los Broncos pueden presumir mucho, tendrán dos victorias pero que Oakland te meta 59 puntos y en tu propio campo no es precisamente una buena señal. En San Francisco pedían a gritos a David Carr y en Denver a Tim Tebow, a lo mejor vemos a ambos en Londres, pero el partido si no fuera porque es el partido que es sería sin duda alguna la Infra Bowl de esta temporada.

  • Brett Favre ve peligrar su racha de titularidades consecutivas pero no solo por sus malas prestaciones en el campo sino por una doble fractura que arrastra en el tobillo. La lesión no requiere operación, pero si descanso, Favre se retiró visiblemente cojeando el domingo y el lunes llevaba una bota, y aunque él dice que estará disponible para el domingo lo que dictará sentencia es la evolución de la lesión y lo que Brad Childress decida, que lo cierto no está nada contento con las actuaciones de su QB, pero si a alguien se le puede culpar de ello es al propio Childress que es quien abogó por el regreso del veterano QB que está demostrando que lo mejor que podía haber hecho es retirarse la temporada pasada tras haber firmado una temporada de ensueño, aunque aquella intercepción con la que hubiera terminado su temporada parece ser que ha pesado muy mucho.

  • Uno de las marcas de la casa de Brett Favre son las intercepciones a lo loco, algo que el año pasado lo evitó y con mucho cuidado. A esta peculiar manera de lanzar intercepciones lo he denominado “porque yo lo valgo”, y me refiero a esas ocasiones en que los QB lanzan pases que son imposibles y tienen mas boletos para acabar en una intercepción que un pase completo. Esta suerte de lanzamientos se la hemos visto practicar a muchos QB, entre ellos a Tom Brady y últimamente a Aaron Rodgers, pero el domingo Drew Brees decidió unirse al club del “porque yo lo valgo”, y es que viendo algunos de las intercepciones que lanzó Brees el domingo ante Cleveland es realmente difícil saber que pasaba por la cabeza del QB para tomar la decisión de lanzar un pase allí y de esa forma, salvo eso, “porque yo lo valgo”. Lo que está claro es que Brett Favre ha creado escuela y le están saliendo aventajados discípulos

  • La semana pasada mi compadre Josu Arrieta analizaba en su columna la NFC y si había un serio candidato a querer ganarla. Una semana después las cosas siguen igual, NY Giants y Atlanta acumulan 5 victorias, sufridas, pero 5 victorias a fin de cuentas, pero ambos tienen hasta dos seguidores con 4 victorias, un margen demasiado corto. New Orleans con su derrota ante Cleveland abre mas incógnitas que despejarlas; Tampa Bay en boca de su entrenador, Rasheem Morris, es el mejor equipo de la NFC; Washington no pierde fuelle en la NFC East pero el problema histórico de los Skins suele ser la segunda parte de la temporada mientras que Philadelphia sigue estando en la pomada. En la NFC North las cosas están de tal manera que Chicago perdiendo dos partidos seguidos es aún líder si bien tiene a Green Bay pegada y no se pueden descartar aún a los Vikes. Y queda la NFC West, esto es un mundo aparte, ahora el turno es de Seattle, y quizás tenían razón los que decían que los Seahawks iban a ganar la división por una sola razón, son el equipo con el mejor QB, hasta ahora lo eran los Cardinals, ahora lo son los Seahawks, y si Sam Bradford mejora no sería raro ver en breve a los Rams liderando esta división.

  • Los Tennessee Titans a lo suyo, se lesiona Vince Young, da igual, se saca a Kerry Collins y se acabó el problema, Young y Collins es el combo de QB que mas diferencias presentan en la liga, uno es móvil y el otro una estatua, uno es muy preciso y el otro lo contrario, la mecánica de lanzamiento es totalmente diferente, ortodoxo uno y de manual el otro, en lo que ambos coinciden es que tienen sendos cañones en su brazo y que el sistema de ataque de los Titans es lo suficientemente flexible para que juegue indistintamente uno u otro, entre tanto son el primer equipo de la durísima AFC South con 5 victorias, y atención a los Titans, que cuando menos se habla de ellos resultan mas letales.

  • Baltimore se salvó de lo que parecía una derrota en la prórroga. Tras dejarse sorprender por los Bills dieron la vuelta al marcador para acabar dejándose empatar el partido en los segundos finales. La charla y bronca de Ray Lewis a su defensa fue de aupa, que un equipo como los Bills te ponga en entredicho es algo que te obliga a replantearte muchas cosas, pero los Ravens hicieron lo que saben hacer los buenos equipos, encontrar el camino a la victoria, aunque para ello contaran con alguna “ayudita externa”.

  • Tampa Bay gana en los segundos finales a St. Louis Rams que se las prometían felices, de haber ganado liderarían la NFC West, pero Josh Freeman protagonizó en los minutos finales una muy buena remontada para acabar dando el pase final de TD a Cadillac Williams cuando toda la defensa de los Rams marchaba tras él. La euforia llevó a Rasheem Morris a declarar que su equipo era el mejor equipo de la NFC.

  • Atlanta es otro de los equipos de la NFC con 5 victorias aunque para ello tuviera que sudar la gota gorda ante los Cincinnati Bengals, un equipo que solo se anima cuando está abajo en el marcador. Los Falcons abrieron brecha pronto pero los Bengals regresaron y remontaron, entre tanto T.O. celebraba una efeméride personal, su TD nº 150, pero fue insuficiente, los Falcons volvieron a arrear una diferencia en el marcador, pero esta vez definitiva.

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