Como bien sabréis “todo es mas grande en Texas”, así que con este dicho en mente, Jerry Jones, el mandamás de los Dallas Cowboys, no sólo ideó el recambio del vetusto Texas Stadium, sino que quiso hacer de su sustituto el mayor y más lujoso estadio sobre la faz de la tierra. Con ustedes… el Cowboys Stadium.
Dentro cabría la Estatua de la Libertad. Contiene el marcador más grande del mundo con sus 10.584.064 de LEDs y sus 49 metros de largo x22 metros de altura extendiéndose desde la yarda 20 de un campo hasta la otra. El estadio costó la friolera de 1.150 millones de dólares y casi con toda probabilidad el domingo entrará en la historia como el estadio que albergó la mayor cantidad de aficionados en un Super Sunday.
El coste de este coloso fue asumido por la NFL (150 millones), la ciudad de Arlington (325 millones) y el resto por los Cowboys. Para que Arlington aceptara la financiación del estadio, algo que no aprobó la de ciudad de Irving, hubo que realizar un referéndum entre su población en el que se votó un incremento de los impuestos para recaudar fondos para su construcción.
Esta maravilla de la ingeniería, ideada por la firma HKS Inc, comenzó a construirse en abril de 2006. Años antes, su proceso de diseño partió con algunas directrices innegociables por el propietario de los Cowboys, el magnate Jerry Jones. La primera fue que debería obligatoriamente mantener la peculiar forma del “hoyo en el techo”, que tan famoso hizo al ya demolido Texas Stadium; la segunda que debería tener un techo retráctil; y la tercera que debía poder aumentar o disminuir su aforo a voluntad. Esto permite pasar de los 80.000 espectadores originales a los más de 105.000 que se darán cita el próximo domingo. El “milagro” se produce reduciendo el espacio entre las 80.000 butacas originales con lo que se logran 15.000 asientos más. Incluso se abren unas mamparas enormes (39 metros del altura) que habilitan unas “plazas” al aire libre donde pueden presenciar el partido 5.000 personas más en cada una de las end zones. Jones fue parte activa en el diseño del estadio, tanto es así que viajo con su familia por todo el mundo para recorrer los mejores estadios del mundo, incluido el Coliseo de Roma, y recabar ideas que luego el equipo de HKS plasmo en los planos.
El techo retráctil, el mayor del mundo, se cierra en apenas doce minutos y está sostenido por dos arcos de 89 metros de altura, con un peso de 3.255 toneladas cada uno y con una longitud de 400 metros. Su diseño ha permitido que el estadio esté libre de columnas con lo cual la vista es inmejorable desde cualquier punto del mismo. Combinando la vista del terreno de juego con el enorme video marcador, la experiencia es una mezcla entre estar en el campo de y disfrutar cómodamente del partido en el salón de casa.
Concebido con la idea de albergar cualquier tipo de acontecimiento deportivo ya ha sido sede de un All Star de la NBA, del Cotton Bowl, varios partidos de la NCAA, combates de boxeo, partidos de soccer y el domingo entrará en la historia de la NFL por ser sede de la edición XLV de la Super Bowl.
Curiosamente y a pesar del enorme coste que supuso su construcción, aún no tiene patrocinador con lo cual de momento se llama simplemente Cowboys Stadium. Se está a la espera que Jerry Jones abra la puja y las grandes compañías luchen por poner su nombre. No sólo estamos ante el estadio del siglo XXI sino ante un recinto deportivo que se puede considerar el legado de Jerry Jones, no solo a los Cowboys sino al deporte mundial.