La NFL y los más de 4.500 ex-jugadores que pedían compensaciones al considerar que la liga no había hecho lo suficiente para protegerles de las conmociones, han llegado a un acuerdo por el que la organización pagara 765 millones de dólares.
Entre los demandantes había 10 miembros del Hall of Fame como el running back de los Dallas Cowboys Tony Dorsett, ganadores de la Super Bowl como el quarterback de los Bears Jim McMahon y familiares del linebacker pro-bowler Junior Seau, quien se suicidó el año pasado.
Muchos antiguos jugadores con problemas neuronales consideran que sus problemas proceden de su época como jugadores en la que tuvieron conmociones cerebrales. La demanda acusaba a la liga de esconder los riesgos de las conmociones durante décadas para que los jugadores volvieran al campo y proteger de esta manera su imagen.
La NFL ha negado que hubiera hecho algo incorrecto y ha insistido en que la seguridad es una de sus prioridades.
En los últimos años un buen número de ex-jugadores de la NFL habían sido diagnosticados tras su muerte con encefalopatía traumática crónica o CTE. Entre estos ex-jugadores se incluían Seau y el litigante original Ray Easterling, quien presentó la demanda original en Philadelphia en 2011 y posteriormente se suicidó.
Aproximadamente un tercio de los 12.000 ex-jugadores de la liga se unieron a la causa desde 2011.