Los británicos, que venían de endosarles 60 puntos a los Amsterdam Crusaders partían como favoritos, y así lo quisieron demostrar en los primeros compases del choque dado que el equipo valenciano tuvo que entregar la posesión, al no poder completar su primer drive. En el retorno de ese despeje, el corredor ingles aprovechó los huecos en la formación valenciana para establecer el 6 a 0 de partida, aunque el punto extra fue detenido por una gran actuación de los locales.
De nuevo el ataque valenciano hizo “aguas” en su intento por avanzar el balón, y debió entregar una vez más la posesión. Sin embargo esta vez la defensa valenciana estableció un férreo sistema que impidió no solo el retorno, si no cualquier avance posterior de los ingleses, que prácticamente sufrieron esa tónica durante los tres primeros cuartos en que fueron incapaces de incrementar ese inquietante 6 a 0.
Por otra parte el ataque valenciano movía el balón a duras penas, con excelentes jugadas de pase y alguna carrera entre el lodazal, pero unas veces eran detenidos en su avance, y otras eran interceptados por los pegajosos cornerbacks londinenses, que robaron el balón hasta en tres ocasiones, dos de ellas en la zona de anotación propia evitando el touchdown valenciano que ya se cantaba.
Ante tal situación, y ya bien entrado el tercer cuarto, los valencianos se jugaron una posesión en su campo, que acabó dejando a los ingleses en una inmejorable posición para anotar, y situar el 13 a 0 en el tablero, lo que venia a complicar más aun si cabe la situación, para un ataque absolutamente romo.
En tales circunstancias y ya a la desesperada, los ingleses volvieron a recuperar el balón para anotar el definitivo 20 a 0 que ya no se movería del marcador. Un marcador que no refleja el gran esfuerzo que los visitantes tuvieron que hacer para doblegar a una seria defensa valenciana que estuvo a la altura de un partido de competición internacional, mientras nuestro ataque se vio impotente una y otra vez ante los experimentados ingleses, y el factor barro que tanto deslució la principal arma de este año, el juego aéreo.
La próxima cita es en Amsterdam, ante los campeones holandeses, aunque ya sin opciones de superar esta primera fase europea.
– Firebats.org