Más de medio millón de personas se concentraron ayer en Londres en la fiesta que la NFL organizó el sábado por la tarde en la céntrica Regent Street, zona de compras por excelencia y que fue cortada al tráfico para deleite de los fans que, portando camisetas de los 32 equipos de la liga, disfrutaron de la presencia de algunas de las estrellas de Vikings y Steelers que mañana se verán las caras en el Estadio de Wembley.
Los head coaches de ambos equipos y jugadores de la talla de Ben Roethlisberger y Troy Polamalu por parte de Pittsburgh o Adrian Peterson y Jared Allen por parte de Minnesota acudieron a la cita.
«Estamos entusiasmados de estar aquí impulsados por el soporte de los fans a este partido de football,» declaraba el entrenador de los Steelers Mike Tomlin dirigiéndose a la multitud. «Es un honor representaros. Apreciamos el apoyo de los fans, estamos entusiasmados con este encuentro y estamos honrados por estar aquí.»
Los asistentes también disfrutaron de la actuación del grupo de percusión de los Vikings »Skol», y por supuesto, de las cheerleaders del equipo que recibieron una mayor ovación que el actual MVP Peterson.