Fue bonito mientras duró

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Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicioTácito.

 

Los Green Bay Packers son uno de los equipos más simpáticos de toda la NFL. A diferencia de otros equipos como Dallas Cowboys o New England Patriots, no son un equipo que acostumbre a levantar grandes odios más allá de los que levanta con sus rivales históricos de la antaño conocida como Black & Blue Division, como son los Chicago Bears, Detroit Lions o Minnesota Vikings. Y no se consideran en ningún caso rivalidades extremas como las que mantienen otros equipos donde no se gustan en absoluto y los odios, roces y malos rollos salen a la luz a las mínima provocación, sino vease como las gastan los Pittsburgh Steelers con los Baltimore Ravens o Cleveland Browns, o estos con los Cincinnati Bengals, por no hablar de los odios irracionales entre los Washington Redskins y Dallas Cowboys o los Oakland Raiders con el resto de su división, la AFC West. Tampoco son los Green Bay Packers un equipo que suele levantar malos rollos allá por donde pasa, ni sus jugadores son conocidos por hacer declaraciones excéntricas fuera de lugar buscando calentar mas de lo debido un partido, los Green Bay Packers en su intento de búsqueda de la perfección en esta temporada estaban muy lejos de aquellos Chicago Bears de 1985 o New England Patriots de 2007, que no sólo ganaban todos sus partidos, sino que avasallaban y humillaban a los rivales, lo que les acabó granjeando toda clases de enemistades.

 

Los Chicago Bears de Mike Ditka y Buddy Ryan se caracterizaron por abusar tanto físicamente como de palabra de todos sus rivales, de reírse literalmente de ellos. Amenazaban semana a semana al QB rival de ir a por su cabeza y a por su familia si era necesario. Eran una banda de chulos y matones. El excéntrico Jim McMahon con sus eternas gafas de sol, la cinta en el pelo y sus llegadas en helicóptero a los entrenamientos era un fiel representante del estilo de aquel equipo, incluso se atrevieron a sacar una canción y protagonizar un video clip que visto años después sonaba de lo más ridículo. Lo más triste en todo caso era ver a un jugador de la clase de Walter Payton participar de aquella pantomima, quizás el no ser como eran aquellos jugadores le costó a Payton no anotar en la Superbowl. Ditka puso en su lugar a Fred “The Refrigetaror” Perry a anotar un TD en la yarda uno en lugar de que un histórico de la franquicia, del football y de la NFL anotara un TD en la Superbowl. Años después Payton confesó que aquel fue uno de los momentos mas tristes de su carrera.

 

Otro equipo que levanta odios son los Dallas Cowboys. Los Boys tuvieron una vez la ocurrencia de denominarse el equipo de América, y seguramente durante un tiempo lo fueron. Peter King suele decir de los Cowboys que es un equipo que si no existiera habría que inventarlo. Los Boys son como todo en Texas, más grande, más todo que todos los demás, por eso son una de las franquicias que mas odios levanta. Cuando son queridos son queridos con pasión, pero donde son odiados son odiados con algo más que pasión. Los Cowboys de la era de Roger Staubach aún tenían el respeto de muchos equipos y aficionados, aprendieron primero a perder antes de empezar a ganar. Aquellos Boys eran siempre considerados el campeón del año que viene, siempre se quedaban cortos o segundos. Pero los Cowboys de Jimmy Johnson son otra historia, aquel equipo levantaba odios allá por donde pasaba, eran tan buenos que daban asco, sus jugadores eran tan chulos y prepotentes que daban incluso más asco, y encima tenían una afición, millonaria casi toda ella, que era envidia de medio país y cuyo mayor exponente era su propietario, Jerry Jones, un hombre que no se ha limitado a construir un estadio, sino que ha construido El Estadio.

 

Los Patriots fueron durante décadas uno de los equipos cenicienta de la liga, encuadrados durante décadas en una ciudad que adoraba a sus Red Sox de la MLB, Celtics de la NBA y Bruins de la NHL. Los Patriots eran el cuarto equipo de la ciudad y a muchísima distancia, no podían aspirar a más, y encima a diferencia de aquellos ni siquiera llevaban el nombre de Boston, sino de New England, tampoco jugaban en Boston, sino en Foxboro, una población alejada del centro de la ciudad, donde sí jugaban los otros equipos de la ciudad. Durante la era Sullivan los Patriots fueron un equipo de perdedores, llegaron en una ocasión a la Superbowl donde fueron sacados a gorrazos por los Chicago Bears, encima tuvieron la osadía de dejar al país sin el partido más deseado al eliminar a los Miami Dolphins de Dan Marino en la final de la AFC, único equipo que ese año había vencido a los odiados Chicago Bears. El equipo estuvo a punto de cambiar de ciudad, no interesaba a nadie, pero Robert Kraft lo compró y la hizo una de las grandes franquicias de la liga. Pero a la vez que la hizo grande también se ganó la antipatía de muchos, o más que ganárselo el equipo lo fueron su entrenador y sus métodos, Bill Belichick, que se ganó el apelativo de Bill “Belicheat”. Cuando saltaron a la luz todos los escándalos de los métodos poco ortodoxos de Belichick, los Patriots se lanzaron a una cruzada contra todos, no sólo querían ganar y demostrar que eran los mejores y que sus campeonatos no se debían aquellas malas artes, sino que lo quisieron hacer derrotando y humillando a todo cuanto se les ponía por delante. No bastaba con ganar, sino que además se trataba de anotar cuanto más puntos mejor, aunque el partido estuviera más que decidido. A los Patriots se les acusó de lo que se llama “correr el marcador”, lo que les granjeó grandes enemistades y protestas de algunos entrenadores.

 

En el caso de los Cowboys no fue así, pero tanto los Chicago Bears como los los New England Patriots intentaron alcanzar una marca que sólo se ha logrado en una ocasión, ser un equipo perfecto, y aquello les granjeó muchas enemistades. Pero no sólo era el hecho de intentarlo, algo loable en todo caso, sino la forma de hacerlo, apalizando y humillando a todos sus rivales, encima de por medio con personajes como aquellos jugadores de los Chicago Bears y el propio Mike Ditka y Buddy Ryan, padre de los gemelos Ryan y un personaje casi tan excéntrico y charlatán como sus hijos. Estos equipos se granjearon el número suficiente de enemigos como para que muchísima gente les deseara la derrota y que no alcanzaran sus metas. Los Bears es cierto que ganaron la Superbowl, pero no lograron ser perfectos, mientras que los Patriots se pegaron uno de los mayores estacazos de la historia reciente de la Superbowl, eran tan favoritos que nadie nada un solo dólar por los NY Giants, pero les ganaron y no solo les dejaron sin la Superbowl, sino que la temporada perfecta se fue por un desagüe.

 

Otros dos equipos han intentado ser perfectos desde entonces, o al menos lo confesaron, porque intentarlo lo intentan todos, al menos se supone. Los Indianapolis Colts de Peyton Manning estaban 14-0 y por delante claramente en el marcador de su partido número 15 y cerraban la temporada con un mal equipo aquel año como eran los Buffalo Bills, pero ya tenían asegurado el factor campo para los playoffs y entre intentar seguir siendo perfectos y salvaguardar a la plantilla de posibles lesiones optaron por lo segundo, renunciaron a ganar, y no sólo en el partido 15, sino que la semana siguiente lo repitieron. No se puede decir que los Colts se ganaron multitudes de enemigos, pero sí se puede decir que aquello no sentó nada bien a la liga, ni a otros equipos implicados en la lucha de los playoffs y en general al mundo del football, que vio como un equipo renunciaba a la posibilidad de ser perfecto. Yo siempre he defendido que los Colts perdieron por si acaso, no querían verse en el mismo sitio que los Patriots, pensaron que si perdían antes una derrota posterior no sería tan dolorosa. El football nunca les perdonó aquello, los Colts perdieron en la Superbowl ante los New Orleans Saints, a los Colts más que la prepotencia o arrogancia les perdió el ser tan calculadores y fríos.

 

El último equipo que ha intentado ser perfecto y decirlo abiertamente son los Green Bay Packers, pero por alguna extraña circunstancia no han despertado por el camino ni odios ni insidias, es más, muchos son los que lamentan que los Packers no puedan alcanzar ese objetivo. Es muy probable que si los Packers hubieran seguido teniendo opciones a ser perfectos no hubieran contado sólo con el apoyo de la afición más leal de todo el país, sino que además hubiera contado con el apoyo de casi todos los aficionados del football en general, incluso de los propios jugadores de aquellos Miami Dolpins no veían con malos ojos que los Packers pudieran igualar su gesta de 1972. Los Packers a diferencia de los Cowboys, Bears o Patriots no son un equipo que levanta odios, más bien lo contrario, es un equipo que cae bien a casi todo el mundo, y que cuando gana es el que menos rencores levanta, y el mejor ejemplo es lo que estaba pasando este año, nadie decía una sola mala palabra contra esta franquicia, ganaba fácil, en ocasiones se entrenaba casi con sus rivales, demostraron que pueden ganar en cualquier ambiente y luchando contra cualquier adversidad, y al ser la franquicia mas diferente de la liga, sin propietarios, jugando en la gélida y pequeña Green Bay, en el estadio más vetusto pero más admirado de la liga. A nadie parecía importarle como ganaban los partidos, es más, todos sus rivales si algo decían de los Packers es de su clase, de su saber estar, de cómo te ganaban pero sin humillarte ni pasar por encima, de cómo levantaban el pie el acelerador, etc… Resumiendo, si los Packers hubieran logrado la temporada perfecta hubiera sido el escenario ideal y soñado por todos, y qué más quiere la NFL que el equipo de la ciudad más pequeña de la liga no solo gane la Superbowl de forma consecutiva, sino que además lo haga sin perder un solo encuentro.

 

Pero no podrá ser, no al menos este año, los Packers salieron derrotados de Kansas City y aunque la derrota no se ha calificado de shock ni se le ha dado la importancia de otras, seguramente quienes más la sientan además de los propios aficionados queseros sean todos los aficionados al football. Si hay un equipo que no pasaría al corredor de la muerte por intentar ganarlo todo y a todos, ese equipo probablemente sean los Packers. Los jugadores y entrenadores le han quitado hierro e importancia al asunto, y quizás sea mejor así, como apuntaba Tácito: “para quienes ambicionan el poder, no existe vía media entre la cumbre y el precipicio”. Si los Packers hubieran caído en la Superbowl siendo perfectos antes, o antes en los playoffs, la derrota sería demoledora, una auténtica caída al precipicio. Desde hoy los Packers se pueden centrar en lo realmente importante, de momento es conseguir el mejor record de su conferencia, segundo, recuperar a sus lesionados y que ninguna de sus estrellas se lesione, y sobre todo, olvidarse de metas extrañas que a veces descentran, y sí, ellos saben que no levantaban antipatías en su intento de alcanzar la perfección y gran parte del país así lo hubiera querido, pero hoy es el día que seguro que toda la plantilla de los Packers firmaría una derrota si a cambio de ello se logra la Superbowl. Aunque se juegue para ganar los partidos, se juega finalmente por ganar la Superbowl.

 

Por otra parte los Packers no pasarán a la historia como el equipo que renunció a ser perfecto, lo intentaron, estuvieron a punto de remontar, se pusieron por delante, pero los correosos Kansas City Chiefs, en uno de los estadios más difíciles de toda la NFL se lo pusieron realmente difícil. Romeo Crennel además quería demostrar que puede este ser su momento, es uno de esos personajes que a toda la liga cae muy bien y está en una de sus últimas oportunidades, sino la última, para poder dirigir un equipo. Al final todos se fueron más o menos contentos, los Packers se quedan sin temporada perfecta, pero sus aspiraciones a la Superbowl siguen intactas, su verdadero objetivo, y los Chiefs le dieron una merecida victoria a uno de los personajes mas entrañables de la liga como es Crennel.

 

 

 

  • Estoy más que seguro que Ben Roethlisberger es una pieza clave en los Pittsburgh Steelers, es el QB que ha dirigido el equipo hasta 3 Superbowls en la década pasada y de las cuales ganó dos, pero precisamente por eso mismo es por lo que no entiendo qué pudo pasar tanto por la cabeza del QB como de su entrenador, Mike Tomlin, para sacarlo al campo como salió el lunes pasado en San Francisco. Roethlisberger había sufrido un esguince de tobillo hace apenas 10 días en su duelo contra Cleveland, terminó el partido cojeando. En estos 10 días no se ha recuperado, no al menos para estar a un nivel aceptable para un partido oficial, y mucho menos para enfrentarse a una de las defensas más duras, físicas y feroces de la liga, que iban a llevar al límite a Big Ben sabedores de las limitaciones físicas del QB. Aunque no parecía cojear en un primer momento era evidente que Big Ben no estaba en absoluto preparado para jugar y lo único que hizo saltando al campo es retrasar una recuperación que iba por el buen camino.Ben perfectamente podía haber esperado al partido que cierra la temporada ante Cleveland dentro de 15 días para regresar y así coger de nuevo la forma, sin embargo tanto su entrenador como el jugador no pensaron igual. Big Ben no podía apenas moverse y lo poco que se movió con toda seguridad empeoró su recuperación, de paso perjudicó a su equipo, jugó con un jugador que no estaba en condiciones físicas ideales, y de paso hipoteca el futuro de los Steelers que ahora sí tienen un gran problema. Los playoffs ya son una realidad, están clasificados, y ahora New England le basta con ganar un partido para ser el número 1 de la conferencia, algo que está más que su alcance. Entre tanto los Steelers deberán pensar que necesitan otra nueva derrota de Baltimore en los partidos que les quedan y ganar ellos para poder ser el número 2 de la AFC.

 

  • La victoria de los 49ers sirve para alejar posibles fantasmas de un colapso tras la dolorosa derrota ante los Arizona Cardinals y de paso fijar su posición en la NFC como cabeza de serie número 2, algo que New Orleans lleva un tiempo amenazando y continuarán amenazando hasta el último día, y es que los Saints les gustaría evitar a toda costa no solo tener que evitar la ronda de los wildcards, lo que supone descansar una semana, sino que quieren evitar un largo desplazamiento hasta San Francisco para jugar un partido de playoffs en un campo de césped natural, al aire libre y donde probablemente pueda hacer frío o llover. La experiencia de los Saints en playoffs cuando salen de un dome no es precisamente positiva y más cuando llevarían sin jugar al aire libre desde hace mas de un mes. Los 49ers utilizaron sus mejores armas para desarbolar por completo a los Steelers, buena defensa, un buen juego de carrera que martilleaba constantemente a la defensa acerera y un Alex Smith muy seguro que sin acumular números mareantes estuvo correcto y como espera su entrenador que esté. Con todo lo que se hemos criticado a Stephen Ross en esta sección, y en general en todas partes, hay que reconocer una cosa, Ross tuvo un olfato muy especial para saber que un entrenador puede triunfar en la NFL, Ross fue el primer que entrevistó a Jim Harbaugh y le ofreció ser el Head Coach de los Dolphins, para lo que puso encima de la mesa un contrato con números para marear. El pequeño de los Harbaugh le dijo que no, no se sabe si porque no quería ser parte de los Dolphins, porque no quiso jugarle una mala jugada al entrenador que aún tenía contrato o porque esperaba ser el futuro entrenador de los 49ers y cuya la plaza sí estaba vacante, el caso es que prácticamente sin fichar a nadie, utilizar un QB que ya era considerado un petardazo y con muy poco tiempo para preparar la temporada, los 49ers y su entrenador son sin duda la revelación de al temporada.

 

  • El fin de semana ha aclarado bastante el panorama en la NFC siendo los grandes beneficiados los Detroit Lions, Atlanta Falcons y Dallas Cowboys. Estos 3 equipos hicieron lo que tenían que hacer, ganar sus partidos y esperar que sus perseguidores fallaran Así hemos asistido este fin de semana al colapso tanto de los NY Giants como de los Chicago Bears, dos equipos que el próximo fin de semana pueden estar ya eliminados de la contienda, al menos los de Chicago. Llos Giants siguen dependiendo de ellos mismos pero lo que les espera no es nada fácil y van a tener que pelear mucho para no verse fuera de la post temporada, algo que mas o menos parecía hecho después de ganar en Dallas. Los Giants de Tom Coughlin tienen dos caras, lo mismo se las ponen tiesas a los Green Bay Packers que son capaces de ganar en sus estadios a los New England Patriots y Dallas Cowboys con un Eli Manning rozando la perfección, que luego son capaces de hacer el más absoluto de los ridículos ante los Seattle Seahawks y a punto estuvieron de hacerlo ante los Miami Dolphins. Este domingo los de Coughlin sacaron la cara B y así les fue, una derrota contundente ante los Washington Redskins que pese a tener la temporada ya perdida siguen cada domingo intentando ganar cada partido y bajo ningún concepto se han dejado llevar, los Skins han derrotado dos veces este año a los NY Giants y nada les dejará mas felices que ver a uno de sus odiados rivales quedarse sin playoffs, aunque ello supongo que los que pasen sean los Cowboys. El caso Chicago es un colapso en toda regla, sin Jay Cutler primero y Matt Forte después, el panorama en Chicago es ya negro sino lo era antes. El experimento de Caleb Hanie ha ido empeorando semana a semana hasta llegar a este domingo donde un más que lamentable Hanie se vio totalmente superado por la defensa de Seattle, el resto lo puso el jugador mas en forma de la liga, Marshawn Lynch y un Tarvaris Jackson muy correcto, los Seahawks tienen en estos momentos mas boletos que los Bears de poder llegar a los playoffs, aunque la apuesta es muy difícil, necesitarán que Detroit y Atlanta pierdan los dos partidos que les quedan de aquí a final de temporada.

 

  • Faltando poco más de 7 minutos los Detroit Lions se estaban complicando en demasía su paso a la postemporada Los Raiders les superaban y viendo como había jugado toda la parte en Oakland los de Matt Stafford y Cía., sólo un milagro les podía salvar, algo de los Lions saben y mucho esta temporada. Los Lions anotaron y se pusieron a tan solo 6 puntos en el marcador, pero la posesión era de los Raiders que solo tenían que agotar el reloj para llevarse el partido y optar de nuevo a ganar la AFC West, pero entonces Carson Palmer falló un pase por centímetros, que de haber llegado a su destinatario hubiera dado por terminado el partido. Los Raiders sin embargo cuentan con Shane Lechler, el mejor punter de la liga que dejó su patada en la misma yarda 1, los Lions tenían que avanzar 99 yardas en poco mas de un minuto, y entonces Stafford empezó a conectar con Calvin Johnson, no sin grandes dosis de fortuna y con la inestimable colaboración de la defensa de los Raiders que permitió lo que no se puede permitir y que como es habitual en ella se vio penalizada regalando el campo a los Lions, que aprovecharon el regalo para anotar. Aun así los Raiders les metieron en el cuerpo a los Lions, es lo que tiene contar con Sebastian Janikowski, tuvo una patada de 65 yardas, de anotar era record absoluto de la NFL, y el polaco ha demostrado que puede anotar desde las 70 yardas en los ensayos mientras que sus patadas desde mas de 50 yardas llegan con pasmosa facilidad, era posible la transformación, pero la defensa de los Lions se puso las pilas y pudo bloquear el intento de FG. Los Lions sólo necesitan ganar un partido de los 2 que les quedan para meterse en playoffs, algo que no conocen desde tiempos inmemoriales, y una vez allí podría pasar de todo.

 

  • Atlanta por su parte se deshacía con facilidad de unos Jacksonville Jaguars que están deseando que la temporada se termine cuanto antes, plantearse el futuro de la franquicia y buscar maneras de atraer jugadores a uno de los destinos menos atractivos de la liga en estos momentos. Atlanta masacró a los Jaguars y ahora solo necesitan ganar un partido más para entrar en playoffs, la primera oportunidad la tendrán este próximo fin de semana ante los New Orleans Saints, y si fallan tendrán una segunda oportunidad ante una Tampa Bay en caída libre, ocho semanas sin ganar llevan los de Raheem Morris que se ve ahora mas cuestionado que nunca. Lo más probable es que Atlanta se cruce con el campeón de la NFC East, que teniendo en cuenta el estado de todos los equipos de la división es más que probable una victoria aunque sea fuera de su dome, si algo caracteriza a Philadelphia Eagles, Dallas Cowboys o NY Giants es que son equipos capaces de todo, de lo mejor y lo peor y poco fiables, lo mismo te sacan a gorrazos del campo que buscan formas mas o menos originales de perder. Sirva como ejemplo Dallas, que tras perder ante Arizona y los propios Giants fueron a Tampa donde jugaron una primera parte perfecta con un Tony Romo en estado de gracia, luego dejaron hacer a los de Tampa, pero el partido ya estaba ganado.

 

  • Además de los NY Giants y los Philadelphia Eagles siguen vivos en la NFC tanto Arizona como Seattle, dos equipos en forma y que llegan calientes a este tramo de la temporada, su único pero es que llegan un poco tarde y se les acaba la temporada y no dependen de ellos mismos, ambos pueden verse fuera esta misma semana lo que haría que el partido que les queda lo que resta de temporada sea un solteros contra casados, como lo fue el partido que protagonizaron los Miami Dolphins y Buffalo Bills, un partido donde lo único que había en juego era la honra. Ahora es ese momento en que tanto en Arizona como en Seattle lamentarán alguno de los partidos que perdieron al principio de temporada, cuando eran candidatos a formar parte del Top 10 del próximo draft, aunque en todo caso ambos equipos se van a tener que enfrentar a decisiones de mayor calado cuando acabe la temporada, por una parte los Seahawks deberán pensar que hacer con Marshawn Lynch y la posición de QB, y los Cardinals se han encontrado que John Skelton es ahora mismo un mejor QB que Kevin Kolb.

 

  • El partido que mas expectación ha generado en esta temporada regular al final se quedó en una paliza de los New England Patriots a los Denver Broncos. El cacareado duelo entre dos QB tan diferentes como Tom Brady y Tim Tebow se quedó en nada. Tebow empezó el partido en modo último cuarto, lo que le sirvió a los de Denver para anotar en los 3 primeros drives y meter más de 160 yardas de carrera a los Patriots, era la primera vez que Tebow no esperaba al último cuarto para despertar e iniciar la remontada. Pero los Broncos jugaron un segundo cuarto desastroso con dos fumbles perdidos, uno de ellos por Tebow y una recepción de punt defectuosa que regaló la posición de campo a los Patriots, y estos regalos con Brady al mando no se acostumbran a fallar, ni estando Rob Gronkowski ausente como estuvo casi todo el partido, para eso cuenta con un cuasi clon del TE en Aaron Hernandez que hizo las veces de Gronskowski. El agujero en el que se metieron los Broncos era demasiado profundo, incluso para Tebow, que más que correr tuvo que recurrir a pasar, algo que la verdad ha mejorado y mucho en lo que llevamos de temporada, hasta el punto que John Elway ha dicho que Tebow es intocable en la franquicia y van a trabajar en mejorar las prestaciones únicas del QB. New England además fue el gran beneficiado de la jornada en la AFC, las derrotas de Baltimore, Houston y Pittsburgh les deja en el primer puesto de la AFC y reciben a Miami para poder allanar ese camino y jugar los playoffs en su campo.

 

  • Al pobre Dan Marino le van a hacer el peor regalo de Navidad posible, o al menos tiene todos los boletos para ello, Drew Brees está a poco mas de 300 yardas de batir el único record que le queda, el de más yardas conseguidas en una sola temporada. Hace unos días que la cuestión no era si el record se vería superado, tanto Brady como Aaron Rodgers eran candidatos a hacerlo, sino quien sería el primero, y Brees tiene todos los números para hacerlo este mismo fin de semana de Navidad, juega en un estadio cerrado y en su actual estado de forma 300 yardas es una meta más que alcanzable, en todo caso cuenta con otro partido para hacerlo la semana siguiente, donde es más que probable que Brady también alcance la marca. Al menos Marino no tendrá que ver que el QB logra esa marca ante el que fue su único equipo. El caso Rodgers se ha complicado por la mala actuación que ha tenido en Kansas y lo ha alejado de la marca, además que los Packers ya solo buscan un objetivo en lo que resta de temporada, ganar un partidos para tener el mejor record de la NFC y jugar sus partidos de playoffs en Lambeau Field.

 

  • Tras 13 jornadas haciendo el más absoluto de los ridículos los Indianapolis Colts por fin han encontrado una ocasión para ganar un partido sin lesionar sus intereses, terminar con la primera elección del próximo draft. El problema que tienen ahora los Colts es que el margen de error se ha acabado, los St. Loius Rams y Minnesota Vikings están a tan sólo un partido y aunque son equipos que no parece probable que elegirían a Andrew Luck sí son equipos que no les temblaría el pulso para un eventual trade. Los Colts de repente tienen dos partidos “ganables” ante unos Texans con muchos lesionados, con un QB novato y que ya están clasificados y unos Jaguars que son lo mas parecido a los Colts en lo infinitamente malos que son. He dudado toda la temporada de la profesionalidad de los Colts y no me extrañaría verlos dejarse llevar en estos dos partidos por órdenes superiores, igual que pasó hace dos años cuando renunciaron a la temporada perfecta, ni Jim Irsay ni Bill Polian ocultan su interés en hacerse con Andrew Luck como empiezan a mostrar que no tendrían ningún pudor en librarse de Peyton Manning si llegado el caso.

 

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