La ciudad de Seattle hacía 35 años que no disfrutaba de una victoria de uno de sus grandes equipos deportivos y la celebración de los Seahawks tuvo el multitudinario seguimiento que se esperaba. Según las estimaciones de las aturidades locales más de 700.000 personas se echaron a las calles de la conocida como «Ciudad Esmeralda.»
Si tenemos en cuenta que Seattle tiene una población oficial cercana a los 600.000 habitantes nos daremos cuenta de la magnitud del acontecimiento.
Oficialmente no era un día festivo en Seattle pero después de que el mismo head coach del equipo Pete Carroll animara a que se cerraran la escuelas se estima que unos 565 profesores y más de 13.000 alumnos se ausentaron el miércoles a sus clases.
El desfile de los campeones finalizó en el CenturyLink Field, donde miles de fans acudieron a la cita para aclamar a sus heroes. Carroll tomó entonces el micro para al gripo de «Sea-HAWKS» enardecer a las masas.
«Se han unido para hacer algo muy especial y no es sólo para un año,» afirmaba. «Sólo estamos calentanto. Ya sabéis de lo que estoy hablando.»