Una vez más, arrancamos este espacio con un resumen de lo que fue la temporada pasada para Tampa. Un equipo joven, del cual se esperaba mucho este año. Tuvo dos etapas: A.L. y D.L. (antes de Londres y después de Londres). Hasta las International Series, era un equipo que iba 4-2 y había derrotado a los cucos Falcons y Saints. Luego de la caída con los Bears, se sumaron otras nueve derrotas consecutivas que le terminaron costando la cabeza a Raheem Morris y la contratación, tras una larga serie de rumores, del HC colegial Greg Schiano. Una caída, no por sorpresiva no menos demoledora para los seguidores. Tal vez el estilo relajado de Rah no tenía muchos adláteres además de Kellen Winslow (quien dijo, no sin cierto grado de razón, “Raheem no era el único que debió haberse ido”). Tal vez nunca pudo encontrar la madurez necesaria para pasar de coach de posición a Head Coach. Lo cierto es que ahora Schiano ha impuesto su manera (“The Buccaneer Way”) en Tampa y, con un poco más de ayuda en la agencia libre que en años pasados, tratará de reconstruir un equipo que parece estar a la cola en una división cada vez más peligrosa.
Si hace varios años, a cualquier fanático de Tampa le decían que los Bucs tendrían un equipo que ganaría los partidos del lado ofensivo del balón, las carcajadas inundarían el ambiente. Sin embargo, en 2011 lo mejor de la franquicia fue el ataque. (Esto puse el año pasado y poco ha cambiado, salvo que ahora no se ganan los partidos. Vale entonces, dejarlo con esa salvedad). El cambio de Greg Olson por Mike Sullivan como Coordinador Ofensivo implica que Tampa va a intentar correr mucho más el balón que en años pasados. Lo cual debería servir como base para mejorar el rendimiento del ataque.
Josh Freeman ha tenido una temporada francamente decepcionante. No se vio muy fino dentro del pocket, ni tan peligroso saliendo de él. Lideró la liga en turnovers (22 intercepciones y 5 fumbles). Sin embargo, ha dado alguna muestra de mejora en cuanto a conocimiento del juego y aún es la carta más importante que tiene este equipo en la ofensiva, es una apuesta que debería durar al menos un par de temporadas más. Detrás de él están Dan “¿La endzone propia: dónde empieza y dónde termina?” Orlovsky y Brett Ratliff como reservas, ambos con cierto grado de experiencia pero incapaces de ser solución a largo plazo. Freeman or bust.
La línea ofensiva en 2011 continuó en su leve espiral descendente. Sabedor de esto, y esperando que el primer año de Schiano sea uno en el que la carrera predomine, Tampa hizo su primer gran impacto en la agencia libre trayéndose de New Orleans a Carl Nicks, quien aparece como candidato para la posición de guard izquierdo La baja colateral fue la del cortado Jeff Faine, moviéndose Jeremy Zuttah al puesto de centro. El resto de la línea se mantiene: Donald Penn como LT, Davin Joseph como RG y (snif…) Jeremy Trueblood como RT. Como backups, esperan Ted Larsen (quien no impresionó el año pasado cuando le tocó jugar), Derek Hardman, Demar Dotson y varios rookies.
En este momento, no debe haber titularidad más endeble en los Bucs que la de LeGarrette Blount, quien tuvo un año inconsistente, donde demostró grandes cosas (tal vez “el” highlight de la temporada con su TD frente a los Packers) y sus limitaciones como corredor principal. Schiano, sabedor de esto, eligió a dos corredores en el draft: Doug Martin y Michael Smith, para tratar de complementarlo y aliviarle la carga que tuvo este año, si no es quitarle el puesto de corredor principal. Schiano ya deslizó que la “fumblitis” no va con su forma de entrenar y es algo que LGB tendrá que solucionar. Erik Lorig será el único FB como en 2011 y Mossis Madu tiene muy pocas chances de llegar al roster.
En cuanto a los wide receivers , también hubo un año de bajón. La separación no existió, las manos fueron más flojas, cualquiera fuese el motivo, los receivers de Tampa fallaron y en grande. Por eso llega Vincent Jackson desde los Chargers, para hacerse cargo del puesto de WR #1 y aliviar de presiones al decaído Mike Williams, el inconsistente Arrelious Benn y los apenas aceptables Preston Parker y Dezmon Briscoe. No parece que Sammie Stroughter o Ed Gant puedan llegar al roster nuevamente, salvo que sea como returners. Tiquan Underwood podría tener una chance, por ser un jugador al que Schiano conoce de Rutgers. Por el lado de los tight ends, la frase de Kellen Winslow II mencionada arriba también viene a cuento de que él siguió a su adorado Raheem fuera de One Buc Place. Para reemplazarlo, Tampa apostó a un Dallas Clark que el año pasado extrañó demasiado a su compinche Peyton Manning y ya le está quedando muy poco en el tanque. La apuesta de Mark Dominik debe ser que el ex #44 cumpla el rol de mentor de Luke Stocker, Chase Coffman o Drake Dunsmore y les enseñe sobre cómo bloquear en el esquema ultracorredor de Sullivan, algo en lo que no ha sido especialista en su larga carrera en Indianapolis.
Año tras año, venimos diciendo que la defensa tiene un hueco importante, ya desde el período final de Monte Kiffin, ese hueco es la defensa contra la carrera. Año tras año, las soluciones se buscan y no se encuentran. Esta vez es Bill Sheridan, otro coordinador con pasado en los Giants, el que está a cargo de reestructurar el equipo.
La línea defensiva tiene muchos nombres importantes, jugadores de primera y segunda ronda, pero aún no ha rendido como debiera. Las adiciones de Adrian Clayborn y Da’Quan Bowers en 2011, sumadas a las de Gerald McCoy y Brian Price el año pasado (los cuatro en las dos primeras rondas), no han dado los resultados esperados. En particular los tackles, que han batallado con las lesiones. Tan grave fue la situación el año pasado, que se llamó a Albert Haynesworth para tapar el hueco en el centro, fracasando miserablemente como era de esperarse. Lo único positivo que dio la temporada pasada fue la confirmación de ese jugador interesante que es Michael Bennett como DE. Fue el mejor de la línea con diferencia. Entre los jugadores que podrían pelear un lugar en el roster se hallan Amobi Okoye, Frank Okam y Roy Miller como DT; y George Johnson o Daniel Te’o-Neisheim como DE.
Por el lado de los linebackers, se mantiene la tendencia decepcionante de la línea. Quincy Black se ganó un megacontrato por hacer… básicamente, nada. Tampoco Geno Hayes fue la reencarnación de Derrick Brooks que esperábamos los seguidores de Tampa. Adam Hayward terminó reemplazándolo sobre el final de la temporada. Hayward y Black vuelven este año. Mason Foster arrancó muy bien, pero no pudo terminar de la misma forma. Sorprendentemente, Tampa no buscó algún “free agent” para reforzar esta área y eligió dos rookies en el draft: Lavonte David y Najee Goode. Va a ser una muy dura introducción al mundo del football profesional para ambos. Dekoda Watson podría llegar al roster como backup.
En la secundaria fue donde estuvo la gran controversia del draft 2012: Tampa eligió pasar de Morris Claiborne y tomó a Mark Barron. Se podrá argumentar que un CB de élite es mucho más importante que un S, pero Tampa necesitaba más a un safety, considerando que Tanard Jackson y Sean Jones fueron francamente desastrosos en 2011. En cambio, en los cornerbacks, parece que Aqib Talib, absuelto de sus problemas policiales, será de la partida este año y Dominik hizo otra adquisición en la agencia libre: Eric Wright, el cual para no ser menos que el #25, fue arrestado no hace mucho. El rookie Keith Tandy y los siempre inconsistentes Myron Lewis, Elbert Mack y E.J. Biggers completan el cuadro de los CBs. ¿Ronde Barber? Parece muy probable que arranque la temporada jugando como free safety junto a Barron. Cody Grimm será el primer recambio, si es que no se lesiona antes. Devin Holland, Ahmad Black y Larry Asante pelearían por entrar entre los 53, pero ninguno da demasiadas garantías.
En esta unidad no hay mayores cambios. Connor Barth parece estar cada vez más seguro en el puesto de K, mientras que Michael Koenen tuvo una buena temporada como punter y encargado de los kickoffs. Por el lado del long snapper, Andrew Economos se recuperó de su lesión y mantuvo el puesto.
De los retornadores (Gant, Stroughter, Parker) ya hemos hablado más arriba, aunque podría sumarse el runningback rookie Michael Smith
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