Con una actuación defensiva que hacía tiempo que no se recordaba en un equipo tan ofensivo como los Packers, los de Wisconsin consiguieron su primera victoria de la temporada ante su archi-rival divisional, los Chicago Bears.
Jay Cutler, quarterback de los de Illinois, vivió una noche para olvidar. Sufrió 7 sacks, fue interceptado en 4 ocasiones y a buen seguro que en sus pesadillas nocturnas apareció la intimidante figura de Clay Matthews (3.5 sacks). Sus números finales 11/27, 126 yardas, 1 TD y 4 ints con un ridículo QB rating (28.2) hablan por si mismos pero quizás lo peor fue su inexpresividad, su frustración y sus discusiones con su línea ofensiva.
El partido estuvo marcado por el «sack derby» en el que se embarcaron ambas defensas. Aaron Rodgers no estuvo especialmente brillante pero los de Green Bay encontraron la manera de ir sumando puntos ya fuera vía field goals (Mason Crosby anotó desde 48, 35 y 54 yardas) o con engaño de ellos (magnífico «shovel pass» del punter Tim Masthay para el TE Tom Crabtree en jugada de engaño para conseguir el primer TD del partido).
Los «queseros» también contaron en esta ocasión con la ayuda del juego de carrera, inexistente ante los 49ers. Cedric Benson pasó de tener 9 balones a correr en 20 ocasiones sumando a su cuenta 80 valiosas yardas.
Las penurias ofensivas de los Bears y un desafortunado Brandon Marshall llevaron a que Matt Forte (4 rec. 40 yardas) se convirtiera en el máximo receptor del equipo pero el RB no pudo terminar el partido ya que resultó lesionado en el tobillo tras un placaje de Charles Woodson.