En la última década muchos hemos apodado a la NFC Oeste como la NFC «Worst», yo el primero. Pero hacía falta una jornada como ésta para reivindicar una división que sin duda alguna va hacia arriba. Después de un pleno de victorias frente a equipos con más glamour, va a ir siendo hora de llamarla, por lo menos esta semana, la NFC «Best». Ni tan siquiera les afectó el supuesto factor horario de los equipos del Oeste cuando juegan en el Este.
Fue un gran domingo para la división. La victoria más remarcable fue la de los Cards en Foxboro, tumba de muchos jugadores de ligas «survival». ‘Hawks y Rams vencieron a sendos equipos de la prestigiosa NFC Este que brillaron en la pasada jornada. Y por la noche los 49ers se deshicieron de uno de los equipos que jugaron los pasados playoffs. ¿Cuál es ahora la «Worst?»
Es la primera derota de los New England Patriots (1-1) en un home opener en el Gillete Stadium, en el que juegan desde hace 11 años, pero tampoco es muy habitual ver un partido tan flojo de los de Bill Belichick en casa, sobre tdo en el lado ofensivo del balón. Tom Brady (28/46, 316 yardas, TD, pick) no encontró el ritmo con sus receptores y no consiguió meter un balón en la endzone hasta pasados casi 58 minutos de juego.
La defensa de los Arizona Cardinals (2-0) estuvo más espabilada de lo esperado. Muy física, con un Calais Campbell muy activo en el pass rush y un magnífico Patrick Peterson en la secundaria, sumaron 4 sacks, un pick y los equipos especiales bloquearon un punt. Por otro lado, el ataque liderado por el QB ¿suplente? Kevin Kolb fue de menos a más, anotando sendos TD de pase y de carrera, en drives consecutivos, para poner a los Pats contra las curdas en el 4º cuarto.
Brady jugó su mejor drive cuando estaba 8 puntos abajo (8/10 para 82 yardas), culminado con un pase de TD a Rob Gronkowski. Pero al fallar la conversión de 2 decían prácticamente adiós al partido… hasta que el joven Ryan Williams hizo justo lo que no debía hacer, cometer un criminal fumble por no proteger adecuadamente el balón cuando lo único que tenía que hacer era eso, proteger el balón y no salirse del campo.
Pero a veces a los dioses del football les gusta hacer justicia y Stephen Gostkowski, después de anotar FG de 46, 48, 51 y 53 yardas, sin fallo, que mantuvieron a los suyos en el partido, marró el de 42 que debía darles la victoria sobre la bocina, ante la sorpresa de propios y la alegría de ajenos, sobre todo la de Ryan Williams. Los Pats pierden además del partido al TE Aaron Hernandez para más de un mes. Los Cardinals, a lo tonto, han ganado 9 de sus últimos 11 partidos, sin hacer mucho ruido.
Los Dallas Cowboys (1-1) atrajeron muchas miradas en el season opener desarbolando a los campeones, y llegaban a Seattle bien descansados y preparados por haber jugado el mirércoles, pero lo cierto es que no empezaron nada bien el partido. Primero Felix Jones cometió un fumble en el retorno del kickoff inicial. En el siguiente drive, tras un «3 y fuera», los Seattle Seahawks (1-1) bloquearon el punt y anotaron un TD para ponerse 10 puntos arriba.
Pero si los vaqueros no estuvieron muy espabilados de inicio, tampoco mostraron mucha capacidad de reacción. Salvo un bonito pase de TD de 22 yardas de Tony Romo a Miles Austin, lo demás es para olvidar. Los Seahawks, en cambio, completaron un magnífico partido, liderados por un Marshawn Lynch en versión [mode beast on]. El explosivo corredor sumó 122 yardas y un TD en 26 acarreos, haciendo más fácil el partido del rookie Russell Wilson, quien completó 15/20 pases para 151 yardas y un TD en su 1ª victoria como profesional.
También es meritoria la victoiria de los St. Louis Rams (1-1) en un partido en el que los Washington Redskins (1-1) dominaban por 21-6 a un par de minutos del descanso, después de haberse adelantado en la 1ª jugada del partido gracias al retorno para TD de un fumble de los Rams. Robert Griffin III había anotado en un scramble (luego anotaría un 2º) y había lanzado un largo pase de TD de 68 yardas a Leonard Hankerson. Todo parecía ir de nuevo como la seda para los pieles rojas.
Pero los Rams de Jeff Fisher no son tan blandos como en años anteriores y reaccionaron precisamente cuando el head coach sentó para el resto del partido a Steven Jackson después de que el RB protagonizara una conducta antideportiva al hacer un spike cuando creía que había anotado un TD. Tonterías las justas bajo el régimen de Fisher. El caso es que Sam Bradford (26/35, 310 yardas, 3 TD, pick) comenzó a pasar el balón y Danny Amendola a recogerlo (15 recepciones, 160 yardas, TD) y así dieron la vuelta al marcador a medida que los Redskins iban perdiendo efectivos (Brian Orakpo y Adam Carriker, out for season).
Pero como era el domingo de los errores y de los horrores, al igual que en Foxboro el RB rookie Daryl Richardson cometió uno de esos fumbles que te matan el partido a 2:40 del final. Pero como en el caso de Foxboro, el rookie pudo respirar cuando a su error le sucedió el «horror» de Josh Morgan, quien después de una recepción que metió a los Redskins en FG range, no se le ocurrió otra cosa que lanzarle el balón a Cortland Finnegan en una falta personal que les obligó a chutar un FG de 62 yardas para intentar empatar el partido. Vale que no es raro que el provocador profesional Finnegan ande por medio, pero esa acción es inexcusable y le costó probablemente el partido a su equipo.
Por último, los San Francisco 49ers (2-0) se deshicieron de los Detroit Lions (1-1) con más solvencia de la que indica el resultado. El partido tenía el morbo de analizar la reacción de Jim Harbaugh y Jim Schwartz tras la «Handshake Bowl» de la temporada pasada, pero ambos quisieron quitar hierro al asunto y se saludaron y despidieron muy afectuosamente.
En lo que se refiere al football, bastaría con señalar que la defensa de los 49ers no permitió al poderoso ataque de los Lions pisar la redzone hasta pasados 58 minutos de juego, en los minutos de la basura. Hasta entonces sobrevivieron a base de FG de Jason Hanson (4/5, el más largo de 48 yardas). La defensa de los 49ers, que alinea un curioso frente 3-4 en el que oficialmente no hay DE sino un NT y dos DT, es muy buena porque tiene la capacidad de frenar el juego de carrera como nadie con sólo 6 hombres, pudiendo dejar a 5 jugadores en cobertura. Además, los ILB Patrick Willis y NaVorro Bowman son tan buenos en cobertura que se mantienen en el campo el jugadas claras de pase, y así no les puedes sorprender ni corriendo ni con pases cortos en el tráfico. Contra los 49ers no es fácil pasar, es imposible correr y muy difícil anotar.
Los Lions insistieron con la carrera, a pesar del escaso rédito (82 yardas en 26 acarreos) para intentar mantener la defensa rival «honesta», pero aún así Calvin Johnson estuvo bien controlado toda la noche y Matt Stafford tuvo grandes dificultades para mover el balón. El ataque de los mineros no es explosivo, pero al variado juego de carrera liderado por Frank Gore, se le está sumando un cada vez más consistente juego aéreo de Alex Smith (20/31, 226 yardas, 2 TD) y del renovado cuerpo de receptores. Smith es muy cuidadoso con el balón y sabe mover las cadenas en los momentos que hacen falta como en el último drive, que se comió gran parte del 4º cuarto, en el que Michael Crabtree convirtió tres situaciones de 3º down con sus meritorias recepciones, y que cerró Vernon Davis con su 2º TD de la noche.
Detroit no ha ganado en San Francisco desde 1975. Entonces un billete de autobus urbano valía 5 pesetas (3 céntimos de euro).
¿QUÉ FUE DE LA AFC?
Dos jornadas y sólo hay dos equipos invictos en la AFC. Are you kidding me? La AFC no es lo que era. Los Colts ya no son los Colts, Los Pats… ¿empiezan a decaer?… Los Steelers y los Ravens no están mal pero tampoco dominan… ¿Estamos volviendo a una hegemonía de la NFC?
En sólo dos jornadas los equipos de la NFC han ganado 6 partidos más que los de la AFC. Los tres últimos ganadores de la Super Bowl son de la NFC. ¿Estamos en un cambio de ciclo?. Curiosamente, los equipos invictos de la AFC son el último en llegar a la élite, los Texans, con una sola participación en los playoffs, y los Chargers, que no acostumbran a dominar en el inicio liguero (Norv Turner es la 1ª vez que está 2-0 en sus 15 años como head coach en la NFL). Tal vez sólo sea debido a que ambos se han enfrentado a algunos de los equipos más flojos de la conferencia.
Los Houston Texans (2-0) empiezan a poner tierra de por medio ganando a un rival divisional. Los Jacksonville Jaguars (0-2), por decirlo finamente, no son muy buenos. Blaine Gabbert ya tiene un año de experiencia y no es de recibo que se quede en 53 yardas en una serie de 7 de 19 pases completados. Los Jaguars batieron la peor marca de la franquicia con sus 117 yardas totales ofensivas. Arian Foster solo ya les superó (110 tardas de carrera, TD, 37 de recepción). Matt Schaub casi no necesitó ni pasar. Ben Tate descargó de trabajo a Foster corriendo en 12 ocasiones para 75 yardas y otro par de TD.
La defensa tejana la lidera el magnífico DE J.J. Watt en su 2º temporada como profesional. Es omnipresente en el front seven, tanto en el pass rush (1,5 sacks) como en frenar el juego de carrera, liderando en placajes a su equipo.
Los San Diego Chargers (2-0) tuvieron la suerte de recibir a los actuales líderes del Barkleyómetro®, y así colocarse con un sorprendente 2-0 sin apenas esfuerzo. La noticia no está en la victoria, ni siquiera que el TE local anotara tres TD. Sino que el anotador no fue Antonio Gates sino Dante Rosario (4 recepciones, 3 TD, eso es efectividad). Phillip Rivers jugó tranquilo ante una defensa bastante blandita incluso con un supporting cast de circustancias, ya que tanto Gates como Ryan Mathews estaban lesionados. Hasta un tal Jackie Battle, un RB jornalero, anotó por partida doble.
Los Tennessee Titans (0-3) contaron con un parásito en su backfield (17 yardas en 8 acarreos para Chris Johnson). El ex CJ2K lleva 21 yardas en 19 acarreos esta temporada. Así la defensa de los Chargers no tuvo más que ir a por el pobre Jake Locker que poco pudo hacer. Tampoco es para cargar las tintas sobre el chaval. Los Titans no ganan a los Chargers desde 1993, cuando eran aún los Houston Oilers.
La victoria de los locales sirvió para homenajear al malogrado Junior Seau, cuyo #55 se retiró en los prolegómenos del encuentro.
En el Power ranking de la conferencia, tras los invictos, podríamos colocar a los siempre candidatos Pittsburgh Steelers (1-1), después de que se deshicieran de unos New York Jets (1-1) que fueron desinflándose poco a poco, con un gran partido de Ben Roethlisberger, completo y sin fisuras. Los Jets empezaron bien, con dos buenos drives de Mark Sanchez, pero poco a poco la defensa de los Steelers se fue imponiendo, a pesar de la ausencia de dos de sus mayores estrellas, Troy Polamalu y James Harrison, y los drives de los Jets no terminaron de otra manera que no fueran punts hasta el final del partido.
Sin contar con el apoyo de un juego de carrera decente, ante la ausencia de Rashard Mendenhall, un perfecto Big Ben movió las cadenas con precisión y eficacia (24/31, 275 yardas, 2 TD), ninguneando el potencial defensivo de los Jets. En Nueva York empiezan a aburrirse y miran de reojo a Tim Tebow, quien protagonizó una carrera de 22 yardas pero que aún no ha lanzado ningún pase este año. La visita de la semana que viene a Miami puede ser un día propicio. Allí comenzaron sus milagros la temporada pasada.
DA IGUAL POR UNO QUE POR VEINTE
Los Philadelphia Eagles (2-0) han ganado sendos partidos por los pelos, por un punto, remontando al final y con bastante dosis de suerte. Pero llevan un récord de 2-0, que es lo que vale.
En un partido bronco, lleno de tanganas y de imprecisiones arbitrales, Michael Vick volvió a salvar la tarde in extremis. Los Eagles jugaron mejor que hace una semana, con un mayor equilibrio entre el juego de pase y de carrera, en un partido difícil frente a los duros Baltimore Ravens (1-1). Vick volvió a ser interceptado en dos ocasiones, pero hay que tener en cuenta que enfrente tenía a Ed Reed, el líder de picks entre los jugadores en activo.
Los Ravens fueron de más a menos, a medida de que Joe Flacco se pensaba que todo el monte era orégano y de que todas sus «mandarinas» (Miguel Angel dixit) iban a llegar a buen puerto, olvidándose del juego de carrera de Ray Rice (16 acarreos, 99 yardas), a pesar de que fueron por delante en el marcador en gran parte del partido. Vick lleva ahora 6 picks y un fumble, pero dos victorias.
Al final, el que acertó fue Vick. Los Eagles llegaron a la yarda 3 al filo del two minutes warning. En un dropback en «2ª y goal» desde la yarda 1, Haloti Ngata se disponía a asfaltar a Vick cuando éste se deshizo del balón. Vick tuvo suerte de la impericia de los árbitros suplentes, ya que sin saber qué hacer exactamente, pitaron la jugada como fumble, yo creo que por la reacción de los jugadores de los Ravens que fueron a por el balón (como debían hacer, por otra parte, por si acaso). El caso es que en la revisión se vio claramente que la jugada era un pase adelantado. También se vio que era un intentional grounding claro, pero como la jugada era interpretativa no se podía pitar la falta desde la revisión. El caso es que Vick pudo anotar el TD de la victoria en «3ª y 1» en lugar de tener que jugar en «3ª y 11».
También remontaron los New York Giants (1-1), aún más espectacularmente. Durante tres cuartos del partido estuvieron a merced de unos sorprendentes Tampa Bay Buccaneers (1-1) que interceptaron a Eli Manning en tres ocasiones, una de ellas retornada para TD ante la indiferencia de los jugadores de los Giants. Estos habían perdido además al RB Ahmad Bradshaw por lesión y la sombra de un 0-2 para los vigentes campeones se cernía sobre Meadowlands.
De los Bucs no sé con qué versión quedarme, si con la que sorprendió a los campeones en los tres primeros cuartos o con la que permitió 25 puntos en el 4º cuarto. Porque Eli remontó de su mala primera mitad y dio la vuelta al partido alcanzando las 510 yardas de pase (31/51), su mejor marca personal. Victor Cruz y Hakeem Nicks se forraron a atrapar balones, 21, para 378 yardas y 3 TD entre ambos.
La anécdota del partido fue la reacción de los Bucs frente a la formación «victory» de los Giants al arremeter contra la misma. Tom Coughlin se enfadó mucho con un Greg Schiano que intentó justificar la acción aduciendo que ellos luchaban hasta el final. Algo que no es de recibo cuando sólo puedes generar alguna lesión. Si lo quieren hacer así, deberían avisarlo de antemano, no se puede cargar contra una formación que se está arrodillando.
Como hice la semana pasada con los Bucs, voy a aprovechar ésta para sacar a una de las siempre apreciadas cheerleaders de los Miami Dolphins (1-1), ya que no sé si Reggie Bush va a tener otro día como el del domingo.
En su mejor tarde como corredor, el eléctrico y versátil Bush recibió 26 handoffs y los convirtió en 172 yardas y 2 TD, a una media de 6,6 yardas por acarreo. Para redondear la tarde atrapó tres pases para 25 yardas. Luego se duchó y se fue para casa.
El poderío del juego terrestre ayudó a que el rookie Ryan Tannehill tuviera también una buena tarde, completando 18/30 pases para 200 yardas, lanzando su 1º pase de TD, corriendo para otro y, lo que es más importante, sin perder un balón. Otro que se pudo ir a duchar tranquilo. Joe Philbin, en cambio, recibió la ducha en el propio campo para celbrar su 1ª victoria como head coach.
Todo ello seguro que no sería posible sin la colaboración de la defensa de los Oakland Raiders (0-2), que se presentaron en Miami con la típica empanada de cuando viajan al Este. Con ¡22 yardas en 11 acarreos! de Darren McFadden, el ataque de los Raiders se convirtió en un recital de pases de Carson Palmer, 48, de los que sólo completó la mitad, con un patético 1/12 en situaciones de 3º down. Un desastre. Para los del lado oscuro de la Bahía, el inicio de Dennis Allen a los mandos del equipo no puede ser más desalentador.
Los rivales divisionales de los Dolphins, los Buffalo Bills (1-1), también se recuperaron de un lamentable opener y dejan la clasificación de la división en un cuádruple empate. A lomos de C.J. Spiller (15 acarreos, 123 yardas, 2 TD, más tres recepciones para 47 yardas) y de un más preciso Ryan Fitzpatrick (10/19, 178 yardas, 2 TD), se deshicieron sin problemas de otro de los equipos flojos de este inicio liguero, los Kansas City Chiefs (0-2), que sólo acertaron a maquillar el resultado con sendos pases de TD de Matt Cassel a Dwayne Bowe en los minutos de la basura.
La renovada defensa de los locales estuvo esta vez más entonada y sumó 5 sacks y tres turnovers, un pick y dos fumbles, uno de ellos recuperado por su fichaje estelar Mario Williams. En Buffalo están más tranquilos. La división está totalmente abierta y puede ser una oportunidad de acabar con sus rachas negativas: sin récord positivo desde 2004, sin jugar los playoffs desde 1999, sin ganar un título divisional desde 1995.
El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».
La jornada del jueves queda ya lejos, de hecho ya tenemos mañana el partido del jueves otra vez. Creo recordar que los Green Bay Packers (1-1) y los Chicago Bears (1-1) iniciaron el encuentro con un festival de pass rush imponiéndose a los intentos de Aaron Rogers y Jay Cutler de establecer un juego de pase profundo. Ambos equipos intercambiaron hasta 8 drives inefectivos, hasta que en la banda de los Packers reaccionaron y variaron el juego, introduciendo carreras y pases cortos o de screen hasta que llegaron los TD. Mike Tice, uno de los entrenadores más ineptos de la liga, continuó con el mismo gameplan toda la noche, consiguiendo que Cutler encajara 7 sacks, la mitad de ellos de Clay Matthews, y 4 intercepciones. La OL de los Bears no podia proteger a Cutler, jugada tras jugada, pero en la banda no reaccionaron en absoluto.
Los Bears se comieron una de las mejores FG fake que he visto últimamente, con Tim Masthay lanzando un pase de TD de 27 yardas al TE Tom Crabtree, y sufrieron la lesión de Matt Forte. Una mala noche en el 300º partido de la NFL en Lambeau Field, estrenado en septiembre de 1957, precisamente con una victoria de los Packers sobre los Bears.
Los New Orleans Saints (0-2) van a echar mucho de menos a Sean Payton esta temporada. Después de verse sorprendidos en el opener fueron derrotados por los Carolina Panthers (1-1) en un partido de toma y daca pero en el que los norcarolinos pusieron más corazón. Cam Newton resucitó y fue el hombtre del partido, completando 14/20 pases para 253 yardas y un TD con 71 yardas (mejor marca personal) y otro TD en 13 scrambles. Esta vez los Panthers corrieron más, con 120 yardas y un TD en 25 acarreos de su dúo DeAngelo Williams – Jonathan Stewart.
Drew Brees les tenía tomada la medida a los Panthers (5 victorias consecutivas), pero esta vez se le atragantó el felino. Sigue lanzando demasiados picks (dos, uno de ellos «pick six») y está teniendo dificultades para controlar el ritmo del partido. Si a eso añadimos una defensa más que sospechosa, a los Saints se les puede ir olvidando el jugar la Super Bowl en su estadio. Nadie lo ha conseguido hasta la fecha ¿hay una malidición?. Los que han estado más cerca son Los Angeles Rams que perdieron la SB XIV en el Rose Bowl de Pasadena y los 49ers, que ganaron la SB XIX en el Stanford Stadium.
Brees ha batido un récord de la NFL con 9 partidos consecutivos por encima de las 300 yardas de pase, pero los tres últimos han sido derrotas.
Los Atlanta Falcons (2-0) ganaron un partido que se les puso cuesta abajo en seguida, cuando un sorprendente Peyton Manning fue interceptado en todos y cada uno de sus tres primeros drives, de una forma muy parecida. Por si había que darles más ventaja, Knowshon Moreno cometió un fumble dos drives después. Así, a los locales les bastó un partido aseado de Matt Ryan (24/36, 219 yardas, 2 TD) y de Michael Turner (17 acarreos, 42 yardas, TD), y no perder ningún balón, para hacerse con la «W».
Con todo, y apesar del «spread», los Denver Broncos (1-1) no estuvieron lejos de remontar, gracias a un poco de Manning y a mucho de Willis McGahee (22 acarreos, 113 yardas y 2 TD). A los Falcons les salvó el conseguir un par de primeros downs en el drive final. A los aficionados no les habría gustado ver a Manning con el balón en el drive final y seis puntos arriba en el marcador. La mala noticia del día fue la celebración de la victoria de Turner, ya que horas después del partido fue detenido por condicor sobrepasando el límite de alcohol en sangre.
La 1ª edición del año de la Batalla de Ohio fue como la guerra de trincheras de la 1ª GM, con ambos equipos anotando alternativamente casi todo el partido. También como la 1ª GM fue más dura y apretada de lo que se preveía, y los Cleveland Browns (0-2) presentaron batalla hasta el final. Los rookies Brandon Weeden (26/37, 322 yardas, 2 TD) y Trent Richardson (19 acarreos, 109 yardas, TD más 36 yardas y otro TD de recepción) esta vez sí firmaron un buen partido, el problema fue que el de los Cincinnati Bengals (1-1) fue mejorí. Andy Dalton superó las 300 yardas de pase y lanzó tres pases de TD, con una intercepción, BenJarvus Green-Ellis siguió consiguiendo las yardas difíciles contra el front seven rival y hasta Adam «Pacman» Jones se unió a la fiesta retornando 81 yardas para TD el primer punt de los Browns.
Por último, Indianapolis Colts (1-1) y Minnesota Vikings (1-1) protagonizaron un interesante duelo entre jóvenes quarterbacks. En cuanto a números el duelo resultó equilibrado, con Christian Ponder (27/35, 245 yardas, 2 TD) consiguiendo equilibrar la producción de Andrew Luck (20/31, 224 yardas, 2 TD) a 30 segundos del final del partido, pero la ventaja final cae del lado del #1 del draft, al firmar sendos pases consecutivos de 20 yardas cada uno y llevar a los Colts a FG range en apenas 23 segundos.
Al final, el duelo de jóvenes lo sentenció el veteranísimo Adam Vinatieri con un FG de 53 yardas.
Venciendo y convenciendo. Juego bonito, bien planificado y bien ejecutado. | ||
Los Texans dominan la conferencia. Les ha costado llegar, pero ahí están. | ||
Un escalón por debajo de 49ers y Texans, pero ahí están. También podrían entrar los Chargers. |
Flojos en ataque, flojos en defensa. Un equipo sin personalidad | ||
No han estado lejos en ninguno de los dos partidos pero, son los Browns. | ||
Jugarán una «Infra Bowl» de infarto vontra los Saints la semana que viene. Raiders y Jaguars están llamando a la puerta también. |