w3: Esta no la tengo aún calada

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Las dos o tres primeras jornadas de cada campaña, prácticamente hasta la cuarta, uno se dedica a intentar percibir qué pinta tiene la temporada. Qué nuevos equipos sorprenden, quiénes decepcionan, qué características generales podemos destacar del juego, etc. Cada temporada es distinta, pero en los últimos años, desde que escribo esta sección, uno siempre tenía unos patrones más o menos fijos que funcionaban como pilares, sobre los que encajaban las novedades de cada campaña.

 

Pero esta temporada no la tengo aún calada. No tengo nada fijo a lo que agarrarme. Los Colts ya no ganan 12 partidos en temporada regular. Apenas quedan tres invictos en tres jornadas. No hay apenas equipos dominantes, y los que dominan cada conferencia son los Texans y los Cardinals, además de los Falcons. Los Pats no dominan su división y tienen récord negativo por 1ª vez desde 2003. Las defensas sólidas como los 49ers pinchan en el lugar más inesperado. Los Saints no son capaces de ganar un partido. Los Steelers no son de fiar y tienen récord negativo. Peyton Manning no es Peyton Manning. El ataque de los Packers está en paradero desconocido.

 

En resumen, esta temporana no sé, de momento, por dónde van los tiros y no sé por dónde pueden ir la próxima jornada. Por lo tanto, voy a procurar ser breve, ya que cuando uno escribe sobre algo que desconoce, es mejor no extenderse demasiado, no vaya a ser de que se ponga en evidencia.

 

Podría empezar por los Arizona Cardinals (3-0). La semana pasada recalqué que los Cards llevaban 9 victorias en los últimos 11 partidos, sin hacer mucho ruido, y también había escrito cómo los Philadelphia Eagles (2-1) llevaban dos victorias casi de milagro, pero victorias a fin de cuentas. Pero era difícil pensar que los de Ken Whisenhunt iban a merendarse a los de Andy Reid, manteniendo alejados de la endzone durante todo el partido al equipo más anotador de la NFL en las dos primeras jornadas.

 

Curiosamente además, los Cards están basando su éxito no en las manos de Larry Fitzgerald (aunque éste fue su 1º partido decente de la temporada, con más de un centenar de yardas de recepción y su 1º TD), sino en una magnífica defensa que ya fundió a los Pats la semana pasada y ha hecho lo propio con los Eagles ésta. Fueron cinco sacks y 3 fumbles, que se pueden ejemplificar en el sack y fumble provocado por Kerry Rhodes en la última jugada antes del descanso, cuando los Eagles buscaban estrenar el marcador y amortiguar el 17-0 reinante, y que fue retornado 93 yardas para TD por James Sanders. Game over para el descanso.

 

A Kevin Kolb se le ha quitado la cara de resaca y completó un magnífico encuentro con 17/24 para 222 yardas y 2 TD, sin errores. Todo lo contrario que Michael Vick quien no completó ni la mitad de sus 37 pases, muy presionado por el pass rush y con sus receptores bien cubiertos por la secundaria local. A pesar de todo los Eagles volvieron a pasar mucho más de lo que corrieron. Sí, estaban por detrás en el marcador, pero en sus 42 jugadas de pase promediaron 5,2 yardas (y un TD en contra), mientras que en las 21 de carrera promediaron más, 6 yardas.

 

En la AFC los Houston Texans (3-0) confirmaron la seriedad de su liderazgo ganando en el Mile High con un muy buen partido de Matt Schaub frente a la peligrosa defensa de los Denver Broncos (1-2). Schaub comenzó ebcajando un safety en su 1ª jugada, pero luego lanzó 4 TD en tres cuartos, dejando el partido casi sentenciado entrando el 4º cuarto. Manning (26/52, 330 yardas, 2 TD) no encontró la endzone hasta a 10 minutos del final, iniciando la remontada tras un fumble de Ben Tate. Pero al final el partido se le hizo corto, pues Schaub supo agotar parácticamente el reloj gracias a un oportuno pase a Andre Johnson, quien también abrió su marcador con una recepción de 60 yardas. En defensa J.J. Watt sigue su camino al estrellato con otros 2,5 sacks. Lo más feo del partido fue el violento golpe a la cabeza de Schaub propinado por Joe Mays, al que le ha costado una fuerte multa y una sanción de un partido.

 

Curiosamente, los Broncos volvieron a estar 20 puntos abajo y perdieron sólo de 6, como la semana pasada frente a Atlanta. A Manning le queda el triste consuelo de batir, con su 64º partido por encima de las 300 yardas, el récord de Dan Marino. Otro menos que le queda a éste.

 

A los Atlanta Falcons (3-0) no los veo tan sólidos, pero son los terceros en discordia en cuanto a invictos y se merecen un puesto de honor, sobre todo al triturar a domicilio a unos San Diego Chargers (2-1) invictos hasta la fecha. Matt Ryan (30/40, 275 yardas, 3 TD) dirigió magníficamente el ataque, sin más sobresaltos que su 1ª intercepción de la temporada, todo lo contrario de su homólogo Phillip Rivers, que fue interceptado en dos ocasiones por Thomas DeCoud.

 

Los Falcons les tienen tomada la medida a los Bolts, ya que han ganado en 8 de los 9 enfrentamientos que ha habido entre ellos. Así se destacan en una división en la que parecen no tener rivales. En la AFC Oeste, en cambio, parece que nadie quiere tomar el mando.

 

THE FAIL MARY

No me gusta hablar de los árbitros, aunque sean los de remplazo, además mi «vecino» Jose Villelabeitia ya se ha encargado de ello.

 

Los árbitros de remplazo fallan. También los titulares. Pero el nivel de histerismo sobre los cebras «suplentes» ha ido aumentando jornada a jornada, y dentro de esta misma jornada, de domingo por la tarde a domingo por la noche, para terminar con el apoteósico «Winning Interception» del lunes por la noche.

 

Como mi amigo y atinado analista Miguel Angel, creo que el histerismo es exagerado. Está claro que hubo un error determinante en la última jugada del Monday Night Football, pero… ¿fue el único del partido? Muchas veces la crítica a los árbitros esconde los errores propios, cometidos por jugadores y entrenadores mucho mejor pagados que los árbitros. Los aficionados, parafraseando los Evangelios, ven el holding en el ojo ajeno pero no ven el pass interference en el propio.

 

El problema de esta situación no sólo lo han generado los árbitros. Han sido los jugadores y entrenadores los que les han restado autoridad y han creado un clima de histeria colecticva, amplificada por los medios de comunicación. Cuando vuelvan los árbitros titulares habrá erores como siempre (menos que en otros deprotes) pero se asumirán mejor. El 90% de los aficionados seguirá pensando que la cuadrilla de cebras les ha perjudicado en cada partido y el tema quedará en un segundo plano. Errores los seguirá habiendo y serán un factor del juego, como un poste (Miguel Angel dixit).

 

La jugada que ha abierto la caja de Pandora es el ¿TD? que dio la victoria a los Seattle Seahawks (2-1) frente a los Green Bay Packers (1-2). Todo el mundo conoce la jugada, el error es clarísimo, sobre todo el del Official Review, porque la jugada (salvo el claro pass interference de Golden Tate) puede ser difícil de apreciar en vivo, pero en la repetición no hay duda de que M.D. Jennings se hace primero con el balón y Tate coloca sus manos bastante después, lo que no supone una recepción simultánea.

 

Pero los Packers fallaron mucho más en todo el partido, y eso ha quedado en un segundo plano. Su poderoso ataque no alcanzó la endzone hasta el 4º cuarto (y en un drive en el que contaron por lo menos con una decisión arbitral favorable más que cuestionable en 3º down). El rookie Russell Wilson le ganó claramente la partida a Aaron Rodgers (26/39, 223 yardas) y el potente juego de carrera de Marshawn Lynch y la excelente defensa hizo el resto.

 

Los jugadores tampoco ayudaron mucho, cometiendo en conjunto 24 faltas para 245 yardas. Tampoco ayudaron mucho en el partido del domingo por la noche (también se cometieron 24 faltas, esta vez para 218 yardas), ni los entrenadores tampoco. Los duelos entre Baltimore Ravens (2-1) y New England Patriots (1-2) son siempre físicos, y había ganas de revancha por el desenlace de la pasada Final de Conferencia, pero eso no es excusa para que cada placaje se convierta en una tangana.

 

Cuando Tom Brady (28/41, 325 yardas, TD) comienza con su dink & dunk, con el siempre activo Wes Welker (8 recepciones, 142 yardas) y su juego de carrera que cala como el «xiri miri», sus drives son imparables. Así entraron 9 puntos arriba en el 4º cuarto. Los Ravens, por el contrario jugaron a rachas, según la inspiración de Joe Flacco (28/39, 382 yardas, 3 TD, pick) y con la emotiva actuación de Torrey Smith, quien firmó 6 recepciones para 127 yardas y 2 TD, sólo horas después de la muerte de su hermano menor en un accidente de moto.

 

En un tira y afloja de aciertos y desaciertos, Brady tuvo en su mano liquidar el partido, pero un pase incompleto tras un sack les dio el último balón a los Ravens. Por si fuera poco, un quemado Devin McCourty regaló un pass interference que dejó un cómodo FG de 27 yardas al rookie Justin Tucker para dar la vuelta al partido sobre la bocina. Por si le faltara poco drama al partido, el FG se elevó por encima de los postes y pasó muy justito, aunque parece que por dentro. A los dioses del football les debe gustar tomar el pelo, pero esta vez no quisieron ser crueles con los Ravens. Habría sido demasiado perder de nuevo por otro fácil FG fallado. Eso sólo se lo reservan a los que desafían a los dioses, como Prometeo y Boise State.

 

TEORIA Y PRÁCTICA DE LA PRÓRROGA

En la NFL queda, por lo menos, una cosa por ver. El que pierda un partido el equipo que anota el primero en una prórroga. Seguro que lo vemos este año. El cambio de normativa de la prórroga hace éstas más interesantes y estratégicamente más variadas. Ya hemos visto casos en los que el partido no termina con la primera anotación, pero aún nos queda ver una remontada en la prórroga.

 

Esta jornada hemos tenido hasta tres prologanciones del tiempo reglamentario, y en una de ellas, en Nashville, estuvimos a punto de ver la 1ª remontada. Los Tennessee Titans (1-2) anotaron un FG en la 1ª posesión de la prórroga. Los Detroit Lions (1-2) tenían, por tanto, una posesión en la que llegaron a la yarda 7, en «4ª y 1». El dilema de Jim Schwartz era interesante, ir a empatar con un FG y devolver el balón o ir a por el 1º down e intentar liquidar el partido con un TD. Lo curioso es que parece que los Lions intentaron provocar un offside de la defensa y por una mala comunicación entre center y QB realizaron el snap. No consiguieron el 1º down. Final del partido.

 

El partido tuvo más espectáculo que defensa, desde luego. Desde un espectacular TD de Nate Burleson, a un Hail Mary palmeado por la defensa de los Titans, como mandan los cánones, pero recuperado por Titus Young para el TD que forzaba la prórroga, pasando por 46 puntos anotados en el 4º cuarto, o el retorno de kickoff 105 yardas para TD de Darius Reynaud. Pero lo más espectacular fue un nuevo City Music Miracle, aunque éste no tenga la trascendencia del primero, pero por lo menos el pase de Reynaud a Tommie Campbell sí que fue lateral y no adelantado, como en el primero.

 

En este partido también hubo un error de bulto por parte de la cuadrilla arbitral, cuando en el drive anotador de los Titans en la prórroga se confudieron y contaron una falta personal desde la yarda 44 de los Lions en lugar de la 44 de los Titans, donde estaba la línea de scrimmage, resultando una penalización de 27 yardas en lugar de una de 15. También hay que decir que no se dio cuenta nadie de los muy bien pagados jugadores, entrenadores o asistentes. Poco profesional.

 

Las buenas noticias para los Titans fueron la victoria y los pases de TD de 61 y 71 yardas de Jake Locker. Las malas las 24 yardas en 14 acarreos de Chris Johnson. Para los Lions la mala noticia fue su 2ª derrota. La peor, la lesión de nuevo de Matt Stafford.

 

La prórroga del Superdome fue más ortodoxa, pero también se vieron cosas interesantes, como a los Kansas City Chiefs (1-2) intentando ganar el partido jugando un «4ª y 1» en la yarda 44 de los Saints. A esa jugada se le llama «arriesgar» mientras que lo «seguro» es devolver el balón en la prórroga. Pero hay que tener en cuenta que es más fácil ganar intentando que tu corredor (que lleva «sólo» 224 yardas y un TD en 29 acarreos) consiga una yarda más. La táctica resultó y la victoria se fue para Missouri.

 

Respecto a los New Orleans Saints (0-3), sólo hay que decir que su defensa permitió 273 yardas de carrera (incluyendo un TD de 91) y que su ataque no consiguió anotar un punto en la última media hora de partido. Van directos al Brarkleyómetro®. Como en los matrimonios, en la separación de Drew BreesSean Payton, están sufriendo los «hijos».

 

Otra prórroga alargó innecesariamente un tostón de partido entre New York Jets (2-1) y Miami Dolphins (1-2). Lo más destacado de la misma no fue el fallo del FG de 48 yardas de Dan Carpenter (después de haber fallado otro de 47 en el 4º cuarto), sino el absurdo concepto del «tiempo muerto para enfriar al kicker», esta vez aplicado por Joe Philbin. No existe una moda más absurda en la NFL. No sé si en la escuela de head coaches es la primera lección que enseñan, pero uno tras otro se empeñan en repetirla, y salir escaldados de vez en cuando. El tiempo muerto que pidió el head coach de Miami anuló el bloqueo del FG y, como suele ser habitual, Nick Folk acertó a la 2ª, dando la victoria a los suyos.

 

Los Jets, sin embargo, pierden a Darrelle Revis para el resto de la temporada. Eso sí es una «victoria pírrica». Los Dolphins, mientras tanto, navegan en la más absoluta mediocridad. No son muy malos, pero desde luego tampoco muy buenos.

 

Las cheerleaders de los Oakland Raiders (1-2) ya pueden estar de enhorabuena porque su equipo no sólo ganó a un duro rival sino que dejó atrás esa patética imagen de las primeras dos jornadas.

 

Durante los tres primeros cuartos asistimos al «Show de Ben Roethlisberger, ya que mientras dura la ausencia de Rashard Mendenhall, los Pittsburgh Steelers (1-2) están volcados en el juego aéreo. Big Ben completó 36/49 pases para 384 yardas y 4 TD, ahí es nada y dejó el partido encarrilado entrando en el 4º cuarto. Pero la defensa, también sin Troy Polamalu y James Harrison, pareció ir cansándose a medida que avanzaba el partido y permitieron remontar a los Raiders a base de un Carson Palmer más entonado (24/34, 209 yardas, 3 TD, pick), un activo Darren McFadden (113 yardas de carrera, incluyendo un TD de 64) y un inefable Sebastian Janikowski, quien convirtió sendos FG en el tramo final del 4º cuarto.

 

Lo más feo del partido fue, sin duda alguna, el violento golpe de Ryan Mundy sobre el receptor indefenso Darrius Heyward-Bey, que lo mandó al hospital. Esto hay que hacérselo mirar y, por supuesto, sancionar.

 

Como los Steelers, los San Francisco 49ers (2-1) también se vieron sorprendidos donde no lo esperaban. Los de Jim Harbaugh no mantuvieron su intensidad defensiva habitual y tampoco estuvieron tan finos en ataque. De hecho, Alex Smith fue interceptado tras 249 pases lanzados sin picks (lo que por otra parte ha constituído un récord en una franquicia en la que jugaron Joe Montana y Steve Young).

 

El héroe del partido fue el joven QB de los Minnesota Vikings (2-1) Christian Ponder, quien no se intimidó ante la defensa de los mineros y lanzó sendos pases de TD a Kyle Rudolph, además de hacer algo que no se ve frecuentemente, anotar un TD de carrera contra los 49ers, en un scramble de 23 yardas. Adrian Peterson logró unas trabajadas 86 yardas en 25 acarreos, que ayudaron a mover las cadenas y a controlar el tempo del partido.

 

Randy Moss jugaba por primera vez contra su ex equipo pero no lució demasiado (3 recepciones, 27 yardas), no le dieron demasiada cancha. Siguiendo con los despistes arbitrales, a Jim Harbaugh le concedieron no uno sino dos challenges cuando no tenía derecho (había agotado los tiempos muertos), aunque curiosamente uno fue para revisar un fumble de los Vikings que habían recuperado ¡los propios Vikings!

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Del partido del jueves creo recordar que fue un entrenamiento con público para los New York Giants (2-1), en el que Eli Manning movió el balón como quiso rodeado de rookies y de suplentes, frente una defensa que hizo aguas por todos los lados. De los Carolina Panthers (1-2) sólo recurdo los fallos de cobertura y de placaje de jugadores como Jon Beason y la absurda celebración de Cam Newton cuando puso a su equipo «sólo» 16 puntos abajo en el 3º cuarto.

 

En el home opener en el Cowboys Stadium a los Dallas Cowboys (2-1) les costó deshacerse de los pegajosos Tampa Bay Buccaneers (1-2) en un partido marcado por los turnovers. Tony Romo no estuvo fino, pero con un TD de carrera de DeMarco Murray y tres cómodos FG de Dan Bailey supieron dar la vuelta al marcador ante la inoperancia ofensiva de los de Florida.

 

La noticia estuvo de nuevo en las formas de Greg Schiano, un head coach que tiene más pinta de haber salido de un episodio de Los Soprano que de la prestigiosa universidad que jugó, contra Princeton, el 1º partido de football de la historia. Volvió a cargar contra la formación víctory de los Cowboys y pidió dos tiempos muertos cuando a pesar de todo no podía evitar el final. Patético.

 

Siguiendo con la NFC, los Chicago Bears (2-1) derrotaron a unos blandos St. Louis Rams (1-2) con la ayuda de la defensa (dos picks a Sam Bradford, uno de ellos retornado para TD por Major Wright, 6 sacks, 2,5 de Israel Idonije), ya que el ataque sigue bastante empantanado con un muy poco efectivo Jay Cutler (17/31, 183 yarrdas, pick) y un juego de carrera cojo sin Matt Forte. Los Rams dieron una imagen muy pobre en ataque y en ningún momento supieron imponerse a la física defensa de los Bears. Sólo sumaron 160 yardas ofensivas, con 2 FG como única anotación.

 

Más interesante fue el partido en la capital. Tuvimos de todo: acciones espectaculares, briilantes acciones ofensivas, brillantes acciones defensivas y hasta remontadas fallidas. Los Washington Redskins (1-2) hicieron la goma, recuperando un déficit de 17 puntos en el 3º cuarto, pero los Cincinnati Bengals (2-1) se volvieron a escapar en el marcador en el 4º. Robert Griffin III no estuvo mal, anotando por tierra y por aire, pero Andy Dalton estuvo mejor, bien asentado en el ataque bengalí. Los Bengals abrieron el marcador con una trick play, con el WR rookie Mohamed Sanu recibiendo en formación wild card, con Dalton de receptor, y sorpendiendo a la defensa cover 0 de los Redskins con un pase de 73 yardas a A.J. Green. No menos espectacular fue la que abrió el marcador para los locales, un pick six en el aire y sobre la goaline de Rob Jackson, «retornado 0 yardas para TD».

 

Griffin tuvo un drive para empatar el partido, pero el tiempo se le agotó en la yarda 50. En el apartado anecdótico, BenJarvus Green-Ellis cometió su 1º fumble en la NFL después de 548 acarreos.

 

Los Buffalo Bills (2-1) continúan su marcha ascendente a medida que van perdiendo RB, ya que esta jornada se les lesionó C.J. Spiller. De todos modos, siguen teniendo a Tasard Choice (20 acarreos, 91 yardas), que no está mal como 3º RB. Ryan Fitzpatrick tomó las riendas del partido, lanzando tres pases de TD, algo que los Cleveland Browns (0-2) no pudieron cotrarrestar. Brandon Weeden (27/43, 237 yardas, TD, 2 picks) y Trent Richardson (12 acarreos, 27 yardas, TD más 24 yardas de recepción) progresan lentamente en un equipo demasiado acostumbrado a perder.

 

Para terminar siempre hay algún duelo de la división más floja de la liga. Así los Jacksonville Jaguars (1-2) estrenaron su casillero de victorias en casa de los Indianapolis Colts (1-2) en un duelo de jóvenes QB. Blaine Gabbert (10/21, 155 yardas, TD) no estuvo mejor que Andrew Luck (22/46, 313 yardas, 2 TD, pick), pero contó con un recuperado Maurice Jones-Drew, que volvió a sus númeors habituales: 28 acarreos, 177 yardas, TD.

 

Luck tuvo la última palabra en el partido, con 45 segundos y 62 yardas pr delante, pero no consiguió conectar con Reggie Wayne en sus desesperados intentos finales.

 

Impecables hasta la fecha. #1 indiscutible
Los Cardinals han ganado 10 de los 12 últimos partidos disputados y en ninguno han permitido más de 20 puntos.
Cualquier escribano tiene un borrón. Sólo queda por ver si sirve de vacuna para preservar actuaciones similares..

 

Llevan 9 derrotas consecutivas. No hay mas que decir.
Los Saints llevan 4 consecutivas, y visitan Lambeau Field el domingo.
Dentro de los equipos con una victoria es de los más flojos.

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