Se esperaba mucho de la gran final del campeonato de Europa de fútbol americano que enfrentaba a Alemania y Austria y ciertamente el espectáculo respondió a las expectativas. Tras un partido de poder a poder y una batalla épica -no exenta de polémica- entre las dos mejores escuadras del viejo continente, los germanos se terminaron llevando el gato al agua derrotando a sus vecinos por 30-27 tras dos tiempos extra.
Alemania comenzó mucho más metida en el partido ante un equipo local quizás muy presionado por las circunstancias y el espectacular ambiente en las gradas del Ernst Hapel Stadim (nada menos que 27.000 espectadores), y abrió ventaja en el marcador con un touchdown tras una gran recepción de Niklas Römer al final del primer cuarto y otro de Maximilian Wild tras recuperar y retornar para TD un fumble de los locales. Austria fue poco a poco entrando en el partido y con una gran defensa que logró un fumble cuando Alemania llamaba a la puerta y tras un largo drive bien llevado por Christoph Gross llegaron los primeros puntos por medio de un field goal de 40 yardas. Poco después, de nuevo tras una gran jugada defensiva, ahora en forma de interceptación, Gross conectaba en la endzone con Laurinho Walch para, fallado el punto extra, llegar al descanso con 14-9 para los alemanes.
Tras un tercer cuarto sin anotaciones se llego a un cuarto periodo en el que los de rojo y plata le dieron la vuelta al partido con un TD de Philip Margreiter y la conversión de dos puntos del propio Gross que llevaron la locura a las gradas del viejo Pratter de Viena. A cuatro minutos de la conclusión Jan Hilgenfeldt anotaba un field goal que ponía el empate a 17 y con ese marcador se afrontó la primera prórroga de la noche.
El TD y la conversión de Dominic Hanselmann y Hilgenfeldt fueron contestados de igual manera por Gross y Chris Kappel sin embargo en el segundo tiempo extra Austria sólo pudo poner un field goal mientras que Alemania, tras una dudosa penalización por conducta antideportiva tras una brillante acción defensiva, anotaba un TD por medio de Römer y se llevaba el partido y el campeonato para decepción de los locales.
Francia superó a Finlandia por 35-21, se aseguró el bronce, y de paso plaza en el Mundial del año que viene en Suecia.